(G116) Restaurante Dani García (Marbella, Málaga)



Después de un buen rato intentando encontrar aparcamiento en la urbanización Puente Romano de Marbella nos topamos con el restaurante Dani García, que ha cerrado el antiguo Calima y ha iniciado una nueva etapa profesional. El cocinero andaluz vuelve a sus orígenes apoyándose en la cocina de vanguardia inspirada en los platos tradicionales del sur de España “cocina contradición”, reconocida en los últimos años con, entre otros galardones, dos estrellas Michelin.

Este año nos propone un menú degustación que se inspira en la obra El Principio de Antoine de Saint-Exupéry. Como consta de veinte platos y mi estomago es cada vez más pequeño me decanté por probar medias raciones de la carta. Como dice la obra de Saint-Exupéry: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Así también en la gastronomía el sabor de la comida es invisible a los ojos hasta que no te la llevas a la boca y actúa en tu cerebro.



Como aperitivos la rosa de El Principito (foto), dentro de su protección de cristal. Se trata de un pétalo de rosa hecho de bacalao y remolacha. Seguimos con una Ensalada de ceviche (foto) donde la leche de tigre podría despertar hasta a los muertos de Pedro Páramo.



Empezamos con dos platos de temporadas anteriores que nos llamaron la atención: Yogurt de foie-gras con naranjas aromatizadas y virutas heladas de anguila ahumada (foto), muy rico. El yogurt suaviza la contundencia del foie-gras. Tomate nitro pil-pil, brandada de bacalao y polvo helado de tomate caramelizado (foto), original y sabroso.



Para acompañar los entrantes un par de copas de un verdejo de Rueda. Se trata de Malcorta 2015 de la bodega de Javier Sanz. Su carácter vivaz y su frescor también combinan a la perfección con estos platos suaves y delicados. Se trata de una variedad antigua, la malcorta, que se ha querido recuperar.


Como entrante frio un Ajoblanco malagueño, gamba blanca, caviar de arenque y cabello de ángel (foto), excelente. Sigue uno caliente, el Arroz meloso de chipirones en su tinta, emulsión acidulada, crujiente y ceniza (foto), riquísimo y saciador.



Los platos más contundes se acompañaron con un vino de más cuerpo. Se trató de un excelente Chardonnay francés de Borgoña. J.M. Boillot 2013. Se trata de un blanco con crianza. Primer Crú de la Domaine de Jean Mary Boillot que cultiva 11 hectáreas en Pommard al sur de Dijon. Con cuerpo pero delicado y sutil a la vez.


Como plato de pescado una Lubina asada, infusión de azafrán y calamar (foto), colofón acertado de una comida donde no quedaba espacio más que para algo dulce.


De postre una original y sabrosa Manzana verde caramelizada, miel, nueces, sorbete de manzana y laurel (foto), buenísimas.


Es un restaurante que mima los postres. Incluso los petits fours que acompañaron el café con hielo que tomé merecieron la pena (fotos).



Los panes variados e interesantes: de tomate, de nueces, de olivas, integrales, etc.

Precio de la comida entre 140/150 euros por persona IVA incluidos y bebidas. Menú Degustación 185 euros por persona + bebidas. Fecha de la visita 9 de agosto de 2016.

PUNTUACIÓN: 8,5/9

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