(L325) Los últimos. Voces de la Laponia española (2017)
Paco Cerdà, Los últimos. Voces de la Laponia española (2017)
Un nuevo libro
sobre la “España vacía”. En este caso el periodista Paco
Cerdà Arroyo (Genovés, 1985) realiza un viaje por la región que algunos autores han
llamado la Laponia del Sur o Celtiberia1. Pueblos de un solo
habitante, con un solo niño, despoblados, sin bares, sin vida, condenados a la
extinción.
Argumento: El mayor desierto demográfico de Europa
tras la zona ártica de Escandinavia. El territorio más desestructurado del
Viejo Continente. El feudo español de la despoblación. El primer caso ibérico
de demotanasia. Un éxodo humano transmutado en metástasis de la desolación. Un
etnocidio silencioso. Una zona biológicamente muerta y condenada a su inmediata
extinción. La Laponia del sur. El vacío.2
La pregunta es
compartida en este desierto con almas bautizado como Serranía Celtibérica que
se expande por 65.000 kilómetros cuadrados de Soria, Teruel, Guadalajara,
Cuenca, Valencia, Castelló, Zaragoza, Burgos, Segovia y La Rioja. El nombre
remite a los pueblos celtas que habitaron estas tierras hacen dos milenios y
cuya feroz resistencia ante las legiones del Imperio romano se convirtió en
leyenda.3
Qué futuro para la
periferia de la periferia, para las costuras de las costuras de un país que
olvidó su origen rural y en el que languidecen 4.933 pueblos de menos de mil
habitantes cuya suma apenas representa el 3% de la población española. ¿Qué
futuro, qué porvenir les espera?4
En los 41
municipios de los Montes Universales hay censadas 5.753 personas. Pero en una
encuesta realizada pueblo a pueblo se comprueba que la población que reside
allí de forma asidua y continuada baja a 3.459 vecinos. Es decir, una densidad
de 0,98 habitantes por kilómetro cuadrado, justo la mitad de los 1,9 habitantes
por kilómetro cuadrado que presentan los 21 municipios de Lappi. La región
menos habitada de Laponia y situada en la zona ártica más al norte de
Finlandia. En Siberia –trece millones de kilómetros cuadrados para cuarenta
millones de rusos– la densidad es de tres habitantes.5
El extraordinario
desequilibrio se va ampliando de forma acelerada. En 1930 España tenía 26
millones de habitantes y esta área, la Serranía Celtibérica, rozaba el millón
de habitantes. En los casi noventa años transcurridos España casi ha duplicado
su población mientras que la Serranía Celtibérica ha perdido la mitad de su
gente. La hemorragia no hace más que avanzar. Primero fue por la emigración;
ahora es porque se mueren los últimos habitantes que quedaron en cada rincón.6
Comentario: El autor siente la necesidad de emprender
este viaje de 2.500 kilómetros, invernal y solitario, por la Serranía
Celtibérica. Allí entabla conocimiento con el único habitante de Motos, un
pastor. El niñojuan, el único niño que vive en Selas, con quien juega al
futbol.
Las escuelas
rurales se cierran cuando no tienen un mínimo de cuatro niños. Este es el
momento en que se certifica la defunción de un pueblo. Ya no hay vuelta atrás. Estas
personas entrevistadas son un testimonio de pueblos que desaparecerán dentro de
diez o veinte años en una extinción y una sangría que no tiene fin.
Prosiguiendo la
temática de “La España vacía” que trató en su excelente ensayo Sergio del Molino (Madrid, 1979). Paco Cerdà
se adentra en lo más solitario de esta España denominada vacía. La sensación al
leer el libro es la de una íntima y profunda tristeza. Personajes entrañables,
paisajes duros como el pedernal. Estos lugares no aportan nada, la soledad no
enriquece, solamente te devuelve lo que llevas dentro. Quien lleva tranquilidad
allí la encuentra. Quien lleva desasosiego se le hará imposible la vida en
estos lugares.
Cerdà visita estos
pueblos casi deshabitados de las provincias de Guadalajara, Teruel, La Rioja,
Burgos, Valencia, Cuenca, Zaragoza, Soria, Segovia y Castelló, casi como si
fuera un notario que da fe. Sus últimos moradores son como maquis, los últimos
francotiradores que resisten en una España rural que se muere. Es una temática
que me interesa y en la que iré profundizando en próximos comentarios.
La novela de
viajes en España, cuyo inicio más brillante fue el de Camilo José Cela con Viaje a la Alcarria (1948), prosigue con
este excelente libro que ya va por su cuarta edición. La pequeña y coqueta editorial
de Logroño, Pipas de Calabaza, ha realizado una bonita y muy cuidada edición.
NOTAS:
1.- Denominada así
por Francisco Burillo
Mozota,
Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza. Inspirándose en los
trabajos de Mariano Iñiguez Ortiz.
2.- Paco Cerdà, Los últimos. Viaje a la Laponia española,
Pipas de Calabaza, Logroño, 2017, p. 7.
3.- Ibídem, p. 9.
4.- Ibídem, p. 10.
5.- Ibídem, p. 14.
6.- Ibídem, p. 34.
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