(G356) Restaurante Parador (Guadalupe, Cáceres)

Restaurante Parador de Guadalupe (Guadalupe, Cáceres)

De vuelta de nuestro viaje por el Alentejo portugués nos detuvimos a visitar el Monasterio de Guadalupe y cómo no a reponer fuerzas en el Restaurante del Parador, Calle Marqués de la Romana, 12, 10140 Guadalupe, Cáceres. El conjunto ocupa los antiguos edificios del Hospital de San Juan Bautista, del siglo XIV, y del Colegio de Infantes, del siglo XV, convertidos en Parador en 1965.

Su cocina tiene buen nivel, en ella se puede probar la mejor gastronomía tradicional extremeña en un entorno idílico. Cocina de la tierra, de inspiración monacal y con productos del entorno y que apuesta por recuperar y actualizar los recetarios de la cocina de siempre.

De aperitivo nos ofrecieron unas olivas gordales sin hueso y una tostada con crema de queso. Pasables sin más. Como primero compartimos una Calabaza asada con salsa de yogurt y pistachos (foto). Dulce y suave. Echamos en falta una salsa más potente para contrarrestar el dulzor de la calabaza.

Como segundos Lomo de lubina asado con verduras y emulsión de ajo (foto). Muy rico y equilibrado. Pintada (gallina de Guinea) guisada en pepitoria con cuscús de verduras y almendras crujientes (foto). Muy rico. Casi no se ve el muslo y sobremuslo de la pintada, pero estuvo muy bueno. Es una carne blanca con muchas propiedades, aunque curiosamente no se debe abusar de ella porque contiene abundante colesterol.


Finalizamos con un Postre de naranja, bizcocho borracho, sorbete y cremoso de naranja (foto). Muy bueno y estéticamente conseguido.

El pan de pasas y el blanco que nos sirvieron, interesantes. Acompañados por un aceite local. Villalia (foto) de la Cooperativa Santa Catalina de Villa de Alía. Variedad manzanilla cacereña, que se la conoce también como Blanca Cacereña, en Villanueva de la Sierra; Asperilla, en Huete; Carrasqueña, en Villamayor y Mora; Negrilla, en Ahigal; Costaleña, en Castuera; Avellanina y Aceiteria o Negrinha, en Portugal. Es una de las variedades más apreciadas de entre cuantas existen en España. De escasa producción y bajo rendimiento, pero de excelente calidad.

Para acompañar la comida agua y varias copas de Balancines Gold Crianza 2019 (foto). Se trata de un vino de la D.O. Ribera del Guadiana, mezcla de las variedades Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon. Muy resultón. Ha pasado por barrica de roble francés nueve meses lo que le da carácter sin que la madera se imponga. En nariz percibimos fruta roja madura. Grosellas, arándanos, mora negra, romero en flor. Complejo e interesante.

A pesar de que el comedor tenía una buena ocupación pude distinguir algo de la música que nos pusieron. Feel Like Making Love (1975) de la banda británica Bad Company en versión Bossa nova de Marcela Mangabeira del año 2014. O la sugerente Le Vent M’a Dit (2016) de La Caina. También me gustó Hello Like Before (1976) de Jon Lucien.

Precio de la carta 40/45 euros por persona, bebidas y cafés incluidos. Fecha de la visita 13 de abril de 2025.

PUNTUACIÓN: 6,5-7

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