(G55) Túbal (Tafalla, Navarra)
De vuelta de
vacaciones de Biarritz y del País vasco-francés se me ocurrió parar a comer en
la población navarra de Tafalla. Eran las fiestas patronales (del 14 al 20 de
agosto), el pueblo estaba de lo más animado, estaban celebrando su semana
grande donde corren encierros y van vestidos a la manera de los pamplonicas en San
Fermín.
En la plaza
porticada Francisco de Navarra, 4, 1º se encuentra, al lado del Ayuntamiento,
el restaurante Túbal, lugar afamado que no hace muchos años disfrutó de una
estrella Michelin.
Es un negocio
familiar de reconocido prestigio donde la matriarca Atxen con su impoluto pelo
blanco recién salido de la peluquería recorre las mesas para tomar nota a los
clientes y comprobar que todo el mundo está satisfecho. El local ofrece una
tienda delicatesen en la planta baja,
con elegantes salas de estilo clásico y un bonito patio en las plantas
superiores. Carta de cocina navarra y una completa bodega que desistí probar
por el calor y los kilómetros que aún faltaban para llegar a casa. A Túbal se va
a disfrutar de la buena cocina, del ambiente acogedor y de la calidez que se
respira y que se transmite.
Las verduras son
las grandes protagonistas de la carta. Aprovechando lo que la huerta da en cada
estación, van modificando sus platos, diferenciando la menestra de invierno de
la de primavera, incorporando los espárragos de Navarra, alcachofas, habas y
guisantitos, etc.
Nos decidimos
por el Menú Festivo, con varias opciones según gustos. Como entrantes un brik
de ave y piñones y un sorbete de melón con virutas de jamón (foto), bueno.
Toda la comida
estuvo acompañada de unas excelentes guindillas (foto), solamente una o dos llegaron a picar, que sirvieron tanto
para los entrantes como para platos más contundentes.
De primero y
para combatir los casi cuarenta grados del exterior un Gazpacho con langostinos
(foto), delicado y muy suave.
Continuamos con un Milhojas de patatas i foie con salsa de Sauternes (foto), bueno.
Sigue el desfile
de la huerta: Pochas de Navarra (foto),
deliciosas y muy finas y Menestra de verduras de temporada (foto), buenas y digestivas. Sólo a mí se me podía ocurrir pedir
las pochas. Casi no necesito poner gasolina para regresar a casa.
En los pescados
es donde según mi entender pinchan. Rodaballo asado con patatas panadera (foto), muy normalito o Cogote de
merluza al horno, bueno. Todos los platos de pescado tenían prácticamente la
misma presentación con la manida guarnición de patatas.
De postre Tarta
de chocolate con helado, buenísima y Sorbete de limón al cava, demasiado dulzón.
El pan pasable,
para beber agua y una caña. Los cafés los acompañan con unos buñuelos de viento
gigantes (foto) muy ricos. Ya no
quedaba más que esperar que se pasara la modorra junto al piano-bar y proseguir
la ruta.
Precio del Menú
festivo 47 euros por persona + bebidas, el IVA estaba incluido. Fecha de la
visita 17 de agosto de 2012.
PUNTUACIÓN: 6.5-7
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