Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)


Os traigo un pequeño resumen de algunas de las cosas más interesantes que dijo Manuel Vilas (Barbastro, Huesca 1962) durante el curso que impartió este verano en la UIMP de Santander del 15 al 19 de julio. Casualidades de la vida han hecho que haya sido finalista del Premio Planeta 2019 hace pocos días.

15/07/2019

No concibo la literatura sin pasión. La reflexión de un escritor es diferente de la de un académico. Para mi literatura y vida son lo mismo. Cómo la vida se puede trasladar a la literatura. La literatura interesa desde el debate, las diversas visiones de la misma son enriquecedoras. Autoficción y autobiografía (distingo entre ambos géneros). Del siglo XIX me interesan Dostoievski y Tolstoi.

Las Humanidades intentan explicar desde hace mucho tiempo lo que la Física se empieza a plantear ahora. “Cuando Tolstoi y Dostoievski escribían sus magnas novelas llevaban en la cabeza las dimensiones del Universo antes de que las soñara Einstein”.

Las Humanidades tienen sentido del humor cosa que la ciencia no tiene. En ocasiones “vulgarizo” la literatura para que no exista ningún discurso sagrado como a veces ocurre con la ciencia. El arte y la naturaleza son la misma cosa. En la valorización de los hechos culturales y literarios interviene el azar. Existen muchos libros deseados y no leídos que podrían aclarar algo de nuestra existencia. Lo que Baudelaire llamaba “Las correspondencias”. La capacidad que tiene la literatura de unir cosas lejanas.

“El grado de formalización” de un texto literario. Se da sobre todo en poesía. Cuando la formalización es muy acusada puede producir un rechazo por parte del lector (J. Ramón Jiménez, Cernuda). El lector lo puede percibir como una agresión o como una exclusión.

Existen libros que provocan una incomodidad moral o social. La literatura aspira a provocar muchas cosas en el lector y aspira a provocar un rechazo moral (Lolita de Nabokov, −novela condenada por las feministas actuales con Laura Freixas a la cabeza− también La Celestina). La idea de la perturbación está en muchos escritores. No es un problema del escritor. Es del lector que se cree que lo escrito es verdad. ¿Cómo es que el mal despierta nuestra atracción? Tiene que ver, en mi opinión, con la imperfección de la vida social e histórica. La literatura recoge esta imperfección. Lo que nos puede molestar es el grado de la realidad que se nos muestra. Si en algún momento despareciera la imperfección de la vida tal vez desaparecía también la literatura. La pérdida de ambigüedad en la literatura es mala porque la vida es ambigua. Tiene muchas gamas de grises. Hay que dejar las posibilidades abiertas. De lo contrario te conviertes en un escritor de tesis, partidista. La labor de un escritor está en un ámbito no muy preciso, como haciendo una fotografía pero prefiriendo no decir lo que piensa.

El primero que trata la ambigüedad es Cervantes en El Quijote. En la última explicación de la ambigüedad está la libertad y la tolerancia. Interpretar la vida como a uno le parezca. A muchos lectores les produce rechazo la poesía. El poema en prosa surge para intentar superar este rechazo.

16/07/2019

Las tradiciones literarias: de Cervantes a Kafka.

La novela decimonónica. La representación social del presente se realiza a través de la novela. El siglo XIX fue el siglo del nacionalismo. La novela componía naciones: la Inglaterra de Dickens, la Francia de Balzac; la Rusia de Tolstoi o la España de Galdós.

La novela critica los comportamientos sociales, las relaciones sociales, la moralidad de la época. Papa Goriot representa a la burguesía francesa del XIX a la perfección con su obsesión por el dinero. Sus novelas (las de Balzac) son de una gran capacidad crítica. El maridaje entre país y autor (novelista) ya estaba en marcha. En el silgo XX se produce el fenómeno contrario. El odio hacia su país (Los casos de Thomas Bernhard con Austria y Vladimir Nabokov con Rusia). Pero pese a eso nadie escapa a su país. “La nacionalidad adjetiva siempre a la literatura”.

Los apátridas de la modernidad. El primero tal vez fue Lord Byron. Los países desarrollados incorporan las críticas de sus autores a su identidad nacional. El cosmopolitismo aparece como una forma de desafección disimulada: Rubén Darío, Cortázar, Vargas Llosa, etc. Existe una fascinación con París. “Mi patria es mi lengua”, con eso se quitaban el fantasma de la nacionalidad o “mi patria es mi infancia” que fue un hallazgo de Rilke.

Incluso Óscar Wilde, tan maltratado por Inglaterra, forma parte del cuadro de honor de la literatura en lengua inglesa. Whitman en los Estados Unidos. Antonio Machado es el referente moral de la literatura española. Incluso la representación negativa de un país o una ciudad, si tiene fuerza artística se acepta (Ejemplo el Ulises de James Joyce). El esperpento de Valle-Inclán en Luces de Bohemia se ha incorporado a la política española.

La nacionalidad de Kafka es un vacío. Nadie puede decir que fuera alemán, checo o judío. Es un apátrida. Sus obras no representan a ninguna nación. Los poetas latinoamericanos apátridas y pobres de Bolaño en Los detectives salvajes.

El éxito no existe en literatura. Puede ser rentable pero la literatura es siempre fracaso porque lucha con la vida y esta es más grande que la literatura y cualquiera de sus representaciones. El escritor siempre fracasará en su intento de representar la vida.

La literatura y la soledad. Se escribe solo y se dedica un tiempo, un aislamiento que te quita horas para estar con las personas que quieres.

La hibridación ya está en El Quijote, en La Odisea. La mezcla de géneros ya está en el código genético de la literatura. También en El libro del buen amor.

17/07/2019

La literatura autobiográfica.

Señora de rojo sobre fondo gris (1991) de Miguel Delibes es una novela de duelo que publica quince años después de la muerte de su mujer. Se esconde, al narrarla, detrás del personaje de un pintor. “El pudor es inevitable en países sin libertades”.

Karl Ove Knausgard. La exhibición de sus vivencias no ha de ser objeto judicial. ¿Autoficcional o autobiográfico? El personaje soy yo. La falta de pudor a la hora de exponer la vida personal a los ojos del público. Por ejemplo en Patrimonio de Philip Roth donde explica la enfermedad y muerte del padre. “El sentimiento de lo que tuvo lugar” Tal vez exista en el lector un cansancio de la ficción pura y busque la autenticidad en lo que lee.

En la autoficción el autor miente. En cambio en lo autobiográfico no miente. Pero la memoria es subjetiva, no es todo lo que pasó sino lo que se recuerda. “La narración autoconfesional, privada, busca la exposición de la vida tal y como la afronta un ser humano que no tiene otra aspiración que la de resolver su existencia. Tal vez estemos viviendo un nuevo naturalismo no épico, sino íntimo y sobre todo mesocrático (perteneciente a la clase media)”.

La literatura de la familia. En la película El desencanto (1976) de Jaime Chávarri y en el libro La familia de Luis Cernuda se masacra a la figura del padre autoritario. Juan Goytisolo en Coto vedado (1985) se reconcilia con su padre.

Sin embargo hay novelas de amor al padre: El balcón de invierno (2014) de Luis Landero; Tiempo de vida (2010) de Marcos Giralt; Con mi madre (2001) de Soledad Puértolas; El mundo (2007) de Juan José Millás; La isla del padre (2015) de Fernando Marías; el reciente Autorretrato sin mi (2018) de Fernando Aramburu o El olvido que seremos (2005) de Héctor Abad.

No hay democracia sin prosperidad de la clase media. Desde el amor es posible entender al padre, este sería el común denominador de los libros citados. Es un cambio de moral, quieren comprender, entender, saber, no condenar ni juzgar. “Es más interesante amarlos que odiarlos”.

La pérdida del hijo. En La hora violeta (2013) de Sergio del Molino y en Mortal y Rosa (1975) de Francisco Umbral. De la abstracción del segundo al realismo del primero. La incomodidad que tenía un hombre durante el franquismo para mostrar y expresar sus sentimientos en público.

El mundo de la clase media/baja está representado en la manifestación literaria actual. Esta clase reivindica su voz literaria. “La historia de las familias desfavorecidas de la historia de España que no deja de tener una impúdica poesía”. El deseo de que los hijos vivan mejor de lo que han vivido los padres. Patria (2016) de Aramburu es una novela sobre la familia. De dos familias enfrentadas. Que los padres se sacrificaran para que los hijos vivieran mejor ha sido así hasta que llegó la crisis de 2008. Ahora hay una crisis de descomposición política y social. Los hijos viven peor que los padres.

La familia es la unidad de peso de la realidad. Allí es donde late con fuerza el sacrificio y el amor. La familia es el único lugar donde al capitalismo le cuesta entrar. Sus relaciones interesadas están en todas partes: de compra y venta de favores, relaciones mercantiles, en las relaciones amorosas, sentimentales, en los divorcios donde se dirime el dinero y la cuestión de los hijos, en las relaciones laborales, en las de amistad. La relación de padres a hijos es incondicional, no a la inversa. Las relaciones familiares es el gran tema de la literatura occidental desde Shakespeare, Kafka y Dostoievski.

Está en un montón de escritores el deseo de explicar el origen social de sus padres y de ellos mismos. En la biografía de Anna Caballé Carmen Laforet. Una mujer en fuga en colaboración con Israel Rolón (RBA, 2010) descubrimos que el marido no la dejó escribir más porque trataba temas íntimos. También escribió la de Umbral titulada Francisco Umbral. El frío de una vida (Espasa, 2004). El escritor se enfadó con Caballé por haber citado en el libro los orígenes sociales de la madre.

BIBLIOGRAFÍA

Manuel Vilas, Árbenz, El País, 15/07/2019.

__________  La doma del pudor, El País, 12/04/2018.

__________  Me acuerdo de Ordesa, Zenda libros, 31/01/2018.

__________  Los años del destape literario, El País, 14/04/2019.

Manuel Vilas, Poesía completa (1980-2018), Visor, Madrid, 2019.

Manuel Vilas, Ordesa, Alfaguara, Madrid, 2018.

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