(G177) Restaurante Trigo (Valladolid)
Viajar de Santander a
Valladolid por la A-67 libre de peajes es todo un placer para un catalán
acostumbrado a encontrarse barreras cada pocos quilómetros. La visita a nuestra amiga de la UIMP, Pilar
Villanueva, nos permitió conocer un poco la ciudad. Pilar nos llevó a cenar al restaurante Trigo, Los Tintes 8, 47002 Valladolid.
El cocinero Víctor Martín y su mujer, Noemí
Martínez, sumiller y responsable de sala, ofrecen una carta viva y
contemporánea de base tradicional, que se abastece de la rica despensa de
Castilla y León, y de los mejores productos de temporada.
Como no somos de mucho
cenar decidimos pedir un segundo y un postre. Todos nos decantamos por platos
de pescado. Los Amuse-bouche del
principio resultaron de lo más interesante. Ancas de rana rebozadas y Maki de
cebolla y trucha (foto), muy ricos y
originales. Tartaleta de crema de espárragos y semillas y mochi de pescado (foto), siguiendo el buen nivel de los
anteriores.
Los segundos
consistieron en “Cocochas, pil-pil de montanera y leguminosas” (foto), muy bueno. “Rape, almendra y
morcilla” (foto), la morcilla era un
leve espolvoreado, bueno y contundente a la vez y “Urta o Sama roquera con
verduritas de temporada” (foto). Se
trata de un pez del sur que se pesca en las costas de Cádiz y en las Canarias.
Como postre “Torrijas
de vino” (foto), actualización de la
receta clásica que resultó muy rico y sorprendentemente ligero. “Ensalada de
fruta” (foto), muy refrescante y de
una estética sugerente.
Nos ofrecieron cuatro
tipos de panes: centeno con semilla, de masa madre, torta de aceite y de payés.
El aceite de oliva arbequina de Medina de Rioseco llegó cuajado (foto), muy rico y curioso.
Para beber un agua mineral
y un par de copas de vino blanco. Empezamos por un Baloiro 2018; las
hormigas que ilustran la etiqueta de este blanco original cuentan una historia.
La del trabajo "de hormiguitas" que supone a la familia Amigo
recolectar las tres variedades blancas
(Godello, Doña blanca y Palomino Jerez). Un vino suave y fresco, sin crianza,
procedente de la zona del Bierzo tocando a Galicia que tan buenos vinos nos
ofrece y que acompañó los platos de pescado a la perfección.
Le siguió un verdejo
seco Menade 2018
de la DO. Rueda, Valladolid. Vino blanco ideal para acompañar pescados y carnes
blancas. En boca es seco y equilibrado con ciertos toques amargos propios de
esta variedad. En nariz huele a fruta blanca, a laurel e hinojo.
Precio aproximado de
una cena ligera a la carta 45/50 euros por persona. Fecha de la visita el 19 de
julio de 2019.
PUNTUACIÓN: 7-7,5
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