(L260) Peter Pan (1911)


James M. Barrie, Peter Pan (1911)

Otro libro para niños pero que por sus alusiones a la Inglaterra victoriana podemos leer perfectamente los adultos. James Matthew Barrie (1860-1937) es un escritor y diletante escocés, compañero de universidad y amigo de R. L. Stevenson y Arthur Conan Doyle. Escribió en un principio Peter Pan como obra de teatro que se estrenó en Londres el año 1904. Posteriormente recogió el argumento y lo publicó como libro con el nombre de Peter Pan y Wendy el año 1911.

Argumento. El matrimonio Darling tiene tres hijos: Wendy, John y Michael quienes reciben la visita de Peter Pan un niño que vive en el País de Nunca Jamás y junto a un hada llamada Campanilla. Peter, seducido porque Wendy sabe contar cuentos, se la lleva volando, junto a sus dos hermanos, al País de Nunca Jamás situado en “la segunda a la derecha y todo recto hasta la mañana”. Tardan varias lunas en llegar, se trata de una isla donde son atacados por los piratas que les disparan con un gran cañón llamado Tom el largo.

La isla está habitada por hadas, sirenas, animales, pieles rojas, piratas y los niños perdidos. El capitán Garfio y sus secuaces buscan a Peter Pan para vengarse, ya que Peter cortó la mano derecha de Garfio…

Algunos comentaristas también ven que en la historia hay un contenido sexual: el despertar sexual de Wendy y los sentimientos freudianos de Peter por la figura materna, junto con sus peleas y los sentimientos conflictivos entre Wendy y Campanilla, cada una representando un estereotipo diferente de mujer a lo largo de la historia. También se ha hecho una interpretación de la relación entre Peter Pan y Wendy desde el punto de vista del psicoanálisis.

Hay erotismo en Peter Pan. Lo hay en la propia Wendy, en el sustrato freudiano de la necesidad maternal de ambos personajes. En sus besos llamados dedales. Y en la figurita, atrayente aunque diminuta, del hada Campanilla. Las hadas, como las niñas de los libros infantiles, son siempre muy sexys.

Existe una interpretación sexista: Tanto Peter como el capitán Garfio buscan en Wendy sus cualidades maternas: la responsabilidad, el cariño, su capacidad especial para contar cuentos. Su dedicación como hermana mayor y su sensibilidad es reflejo fiel de una madre.

En las relaciones que maneja Wendy con su padre y Campanilla con Peter Pan son un espejo del complejo de Edipo. Para la primera pareja el padre es un personaje ausente para su hija, por lo consiguiente no proveía afecto y agregado a esto sus contactos con ella eran bastante despectivos. De otro lado, para la segunda pareja, Campanilla obra como la madre de Peter, según el cuento ella fue quien lo recogió y además lo crió, por esto, al notar el interés de Peter en Wendy obra de manera celosa y posesiva.

En el contexto histórico se refleja mucho la situación de sumisión que vive la mujer en la época; en esta se refleja que la mujer sólo opera y decide a nivel doméstico y sus labores no están alejadas de este espacio, la crianza de los hijos, los oficios de la casa, la obediencia al hombre jefe del hogar y la auto represión de sus deseos.

La ventana simboliza por donde se puede uno escapar. Si alguien la cierra, el peligro, la travesura, se eliminan. Como en Drácula. El riesgo está siempre fuera. El confort, la vida honesta, en casita. Pero siempre hay alguien que, intencionadamente o sin darse cuenta, deja abiertas las ventanas.

Respecto al relato, en su estructura aventurera, rebelde y móvil, está su atractivo: se trata de un viaje. Que a su vez es una evasión, una huida de la realidad y de las obligaciones. Un abandono incluso de los padres. Personas a las que se quiere, pero siempre figuras que representan el control, la autoridad y el deber. Aunque, como en este caso, sean unos padres tan graciosos como Barrie los ha dibujado. El viaje es, pues, una infracción. Y eso siempre da gusto.

El libro de Peter Pan es una historia de amor, también de soledad, y finalmente una fábula sobre el tiempo. Todos esos temas la hacen especialmente inmortal, eterno, incapaz de envejecer, como su protagonista. Y su humor, la habilidad de su acción, el encanto de su estructura de narración fantástica, lo convierten en un relato perfecto para los niños. O quizá más aún para los adultos que también lo recuerdan de su niñez, como su protagonista.

Disfrutando con la novela de Barrie, cada uno de nosotros puede alcanzar el placer de reencontrarse con la criatura que todavía lleva dentro de sí. Es por eso que, parafraseando a Barrie, podríamos decir que Peter Pan regresará siempre, siempre, mientras los niños sean alegres, inocentes y hasta un poco egoístas.

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