(L52) Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001)


Alice Munro, Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001)

Esplendido libro de relatos cortos en el cual Alice Munro (Ontario, 1931) nos introduce en la vida de unos personajes corrientes, con una vida corriente, pero en los cuales un pequeño acontecimiento, pensamiento, hace removerse todo un mundo interior agazapado que no sabíamos que existía. Algunos de sus relatos nos recuerdan la maestría de grandes escritores de novela breve como Chejov.

1.- Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio. Sabitha y Edith, dos niñas escriben cartas de amor inventadas de Johanna, una solterona, hacia Ken, un divorciado.

2.- Puente flotante. La protagonista Jinny de cuarenta y dos años tiene cáncer, su pareja es dieciséis años mayor que ella. A ambos les cuidará Helen.

3.- Los muebles de la familia. Alfrida escribe en los diarios, su sobrina la admira, pierde su pista hasta que en el funeral de su padre conoce a la hija secreta de Alfrida.

4.- Consuelo. Nina vuelve a casa y se encuentra a su marido, Lewis, muerto, se ha suicidado, padecía ELA, pero ha dejado una nota en su pijama. (“vencidos arrastradores de pantuflas”)

5.- Ortigas. Las peripecias de la protagonista de 8 años y un niño de 9 años Mike McCallum. Años después ya divorciada (“liberarse de lo doméstico”) se reencuentran, van a jugar al golf, recuerdan el pasado. Final no convencional.

6.- Poste y viga. Brendan y Lorna son un matrimonio al que visita la prima de ella Polly, quien ha decidido por su cuenta quedarse a vivir con ellos. Descubrimos como se conoció el matrimonio y que ella no lo ama lo suficiente (“El llanto de las mujeres”). Lorna tiene miedo de que Polly se suicide por haberla rechazado y hace un trato volviendo a casa, una especie de sacrificio.

7.- Lo que se recuerda. La joven pareja Meriel y Pierre (“los maridos jóvenes”) va al funeral de Jonás amigo de Pierre. Allí conoce al doctor Asher quien se ofrece a llevarla a ver a la tía Muriel en una residencia. Los recuerdos de Meriel treinta años después.

8.- Queenie. Se casa con el señor Vorguilla (Stan). La protagonista es su hermanastra que va a verla para encontrar trabajo en Toronto. Recuerda cuando Queenie se fugó de casa para casarse con el viudo señor Vorguilla. Quennie recibe cartas de un amigo de Stan, Andrew Leslie. Segunda fuga de Queenie (“Un hombre falto de motivaciones”).

9.- Ver las orejas al lobo. Tal vez es el mejor relato en el cual se ha basado Sarah Polley (Toronto, 1979) para su película Lejos de ella (2007). Fiona y Grant van a la misma Universidad de jóvenes, se casan y ella va perdiendo la memoria poco a poco. El decide llevarla a la residencia Lago del Prado, donde ella debe permanecer un mes aislada antes de poder visitarla. Durante ese tiempo Grant recuerda su vida juntos, sus infidelidades, la jubilación, la muerte del padre de ella. En su primera visita al sanatorio ella no le reconoce. Tiene un nuevo amigo Aubrey. La enfermera Kristy le explica cómo van las cosas. Fiona y Aubrey se dedican a jugar a las cartas, ver la televisión y conversar a escondidas. Grant los sigue y vigila por las dependencias, las visitas se producen los miércoles y los sábados. Los internos más graves son ubicados en el segundo piso. Grant recuerda su periodo como profesor de literatura y sus líos sexuales. Un día le lleva un libro sobre Islandia de donde son los antepasados de ella. Fiona se ha enamorado de Aubrey. Después de un período de descanso Aubrey vuelve con su mujer que lo cuida y Fiona no supera la pena de la separación. Grant decide visitar a la mujer de Aubrey, Marian, para pedirle que lleve a su marido a ver a Fiona (“Perder el contacto con la realidad”).

Los personajes de Munro tienen varias caras. Su vida cotidiana, el mundo doméstico en el que se encuentran apresados, puede que resulte aburrido y monótono, pero, por el contrario, su mundo interior es complejo y desde luego nada sosegado. Su estilo no enfatiza ni juzga sino que procede por acumulación de datos que se suman sin jerarquías, pero a la vez tan minuciosamente trabajado en la argucia estructural en el manejo del tiempo interno y de la elipsis, que los cuentos a que da lugar contienen una densidad de matices de la que carecen muchas novelas. Por eso son capaces de apresar en apenas treinta páginas toda una vida. Por eso admiten tantas lecturas, siempre hay algo que se nos ha pasado por alto.

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