(G41) Restaurante Saüc (Barcelona)




Después de muchos meses de inactividad, por varias causas que ahora no vienen al caso, el grupo de los “tres hombres a la mesa” ha vuelto a dar señales de vida (¿Cuándo habremos de vernos, con el trueno, otra vez, con el rayo o la lluvia, reunidos los tres? Macbeth, Act I Esc I). Decidimos visitar el Restaurante Saüc, que ha cambiado de ubicación, trasladándose del carrer Pellicer al reformado Hotel Ohla de Via Laietana, 49.

A nivel arquitectónico se accede al restaurante por medio de un puente con barandilla de vidrio que cruza en voladizo el vestíbulo del hotel[1], una vez en el interior la sensación es de recogimiento para el comensal, esto se logra con el control de la iluminación y mediante una tela arrugada en color oro en todas las paredes perimetrales de vidrio, que dejan vislumbrar el entorno urbano de Vía Layetana con su frenética actividad, pero al mismo tiempo te aísla lo suficiente para poder centrarte en la buena compañía y en el placer de la comida. La decoración del local es limpia y sencilla, lo que más destaca es la perspectiva que se acentúa por la rebajada altura del techo, donde se disponen unos rectángulos de iluminación más elevados y  forrados de papel color plata, acabando así el juego particular de colores de metales nobles. Cabe destacar el mostrador de atención a la entrada realizado con restos de madera aprovechada de diferentes puertas y muebles pintados y la coronación de la visión del fondo con un estupendo lienzo de medidas considerables y derroche de color.

Pasamos al meollo de la cuestión, la comida. Además de carta disponen de tres menús degustación a 64 euros (3 platos + 2 postres), 84 euros (5 platos + 2 postres) y 114 euros (7 platos + 3 postres) por persona. Después de pensarlo un buen rato nos decidimos por el primero ya que nos aseguraron, con buen criterio, que quedaríamos satisfechos. También dejamos libertad al chef para que elaborara el menú más adecuado a su inspiración.

Como aperitivos nos dieron: oliva verde italiana acompañada de una gelatina dulce, Chips de patata azul y de calabacín y para terminar una mini tostada de pan con tomate gratinada, simplemente correctos.

Como entrantes: Flan de cangrejo con huevas de salmón y crema de almendras, correcto y Royal de coliflor con percebes y aceite de mar, muy bueno.


Los platos principales se componían de un primero, un pescado y una carne. Empezamos por la Ensalada de tomate “cor de bou” con almendras, dados de fresa, albahaca y jengibre (foto), muy bueno y refrescante a la vez. Como plato de pescado unas Mongetes de Santa Pau en su jugo, con Ceps y gambas de Palamós (foto), excelente. El plato de carne fue una Pierna de cochinillo lechal con patatas, escalonia y salsa de su asado (foto), buena y consistente.



Antes de los postres una degustación de quesos catalanes muy interesante y para el alérgico un muy adecuado sorbete. El pan integral bueno, destacar el pan con nueces para acompañar los quesos, muy bueno.


Como prepostre Frutos rojos con nata y como postre Helado de coco con mango y frutos del bosque (foto), muy bueno. Los petits fours buenos, aunque decidimos tomar los cafés en una terraza, contemplando la Catedral de Barcelona donde los fumadores pudieran desahogar su vicio compulsivo.

En el apartado del vino acordamos tomar un DO Ribeiro blanco Quinta do Avelino 2009, un mono varietal de uva treixadura que no dejaba de tener una interesante complejidad aromática a pesar de haber fermentado solamente sobre lías. Este fue el vino principal de la comida. Para acompañar el plato de carne optamos por una copa de vino Sarroges 2009[2], DO Montsant, del Celler Serra Major, criado doce meses en bota de roble francés y con variedades garnacha, cabernet sauvignon y syrah, muy recomendable. Para los postres un excelente Tokaji Oremus Aszú[3] de 6 puttonyos que desequilibró un poco los nervios de uno de los comensales por su precio.

Menú degustación a 64 euros (IVA incluidos) por persona + bebidas. Fecha de la visita un día soleado del mes de noviembre de 2011.

PUNTUACIÓN: 7,5
Colectivo 3 hombres a la mesa.


[1] Es divertido puesto que estamos a 0,5 pisos de altura. El ascensor marca en su botonera este piso.
[2] Su producción está limitada a 4.500 botellas. Todas numeradas. Tiene un carácter especial que le da su geografía, marcada por la particularidad de tener un cultivo a 751 metros de altitud sobre el nivel del mar y a la latitud más al norte de toda la comarca.
[3] El Tokaji Aszú se encuentra entre los más afamados y valorados vinos dulces del mundo. La gran calidad de las uvas con las que se elabora, afectadas por botritis (un hongo también conocido como podredumbre noble), así como su compleja elaboración y los largos envejecimientos en madera y botella en profundas grutas subterráneas, nos llevan hacia un vino de una gran complejidad.
La baya de uva en podredumbre noble pierde su contenido en agua y el azúcar se concentra mejor que los ácidos de la baya. Al mismo tiempo, la botritis crea un fantástico potencial aromático, propio de la miel, de frutas exóticas, que recuerdan al tilo, la acacia, el albaricoque y el membrillo. Cabe también destacar su longevidad, ya que un Tokaji de añada excepcional puede resistir más de cien años en botella sin perder sus propiedades.
El tipo de vino Aszú viene determinado por el número de puttonyos (cestas de 25 Kg de uva con botritis o Aszú que se utilizan para su elaboración para cada barrica de mosto. Añadiendo de 3 a 6 puttonyos se obtiene un vino más o menos dulce. Cuantos más puttonyos, más dulce es el Aszú. Creemos que es un vino que hay que tomar, al menos, una vez en la vida.

Comentarios

  1. Felicitaciones por el artículo, completísimo, ahora comprendo mejor el precio del Tokaji. En momentos difíciles, siempre puede amenizar las cosas una reunión así.
    Saludos,
    Jorge

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  2. Hola Tomás,

    Anoche tomé unos platitos en el olha gastronomic bar. Ya es la segunda vez que voy y es recomendable para tomar un platito ligero y de calidad (en especial los postres)
    Can seral parece que lo traspasan

    rafa

    ResponderEliminar
  3. Noi,

    mirar-ho ara ha sigut mala idea, quina gana!! Espectacular

    Però genial, molt bé pel cronista.


    Una abraçada

    Núria Martínez Basté

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