(L321) Un largo sábado (2015)
George Steiner, Un largo sábado (2015)
Primera obra que
comentó de George Steiner (París, 1929). Judío de padres
vieneses que huyeron primero a Francia y después a los Estados Unidos alertados
por los acontecimientos y salvados seguramente por su perspicacia de saber adelantarse a los derroteros que tomarían las
cosas para los judíos en la vieja Europa. Se trata de un diálogo con la
periodista francesa Laure Adler (Caen, 1950) a través del que llegamos a las
ideas y al pensamiento de este gran humanista.
Conversación sobre
su brazo deforme o cómo se superan las
dificultades físicas ante la vida: “La clave en mi vida fue el genio de mi
madre, una gran dama vienesa. Era multilingüe, claro, y hablaba francés,
húngaro, italiano e inglés; era sumamente orgullosa en su fuero interno, pero
no lo manifestaba, y tenía una increíble confianza en sí misma.
Yo tendría tres o
cuatro años; no estoy seguro de la fecha precisa, pero fue un episodio decisivo
en mi vida. Mis primeros años fueron muy difíciles porque mi brazo estaba
prácticamente pegado a mi cuerpo; los tratamientos eran muy dolorosos, iba de
un sanatorio a otro. Y ella me dijo: «¡Tienes una suerte increíble! Te
librarás del servicio militar». Esa conversación cambio mi vida. (...) Y era
verdad. Pude empezar mis estudios superiores dos o tres años antes que mis
coetáneos que estaban haciendo el servicio militar. (...) Había zapatos con
cremallera muy sencillos. «Ni hablar», dijo mi madre. «Vas a aprender a
abrocharte los cordones de los zapatos». Es difícil, se lo aseguro. El que
tiene dos manos hábiles no se da cuenta, pero atarse los cordones de los
zapatos requiere una gran habilidad. Gritaba, lloraba; pero al cabo de seis o
siete meses había aprendido a atarme los cordones. Y mamá me dijo: «Puedes
escribir con la mano izquierda». Me negué. Entonces me puso la mano en la
espalda: «Vas a aprender a escribir con la mano mala. -Sí» Y me enseñó. (…) También
fue eso, me parece, lo que me ha permitido comprender ciertos estados, ciertas
angustias de los enfermos que no alcanzan a concebir los apolos, los que tienen
la suerte de tener un cuerpo magnífico y una salud estupenda. ¿Cuál es la
relación entre el sufrimiento físico y mental y ciertos esfuerzos
intelectuales? No cabe duda de que todavía no la comprendemos del todo. No
debemos olvidas que Beethoven era sordo, Nietzsche tenía migrañas terribles y
Sócrates era feísimo. Es muy interesante tratar de descubrir en los demás lo
que han podido superar. Cuando estoy cara a cara con alguien siempre me
pregunto: ¿Qué vivencias ha tenido esta persona? ¿Cuál ha sido su victoria, o
su gran derrota?"1
Sobre las perlas
negras o amar lo que es diferente: “Tengo
dos nietas, dos perlas negras que en este momento son realmente lo más
importante que hay en la vida de mi mujer y en la mía. ¿De dónde vienen? De un
orfanato de Hyderabad, en la India. Mi hija Deborah, que es la profesora más
joven de griego clásico en la universidad de Columbia, y mi yerno, que enseña
letras clásicas, latín e historia de Roma en Princeton -¡un gran motivo de
orgullo, por tanto!- han adoptado a esas niñas. Una tiene seis años y la otra
tres. Rebecca y Myriam. Myriam en particular, es como un diamante negro, negro
de medianoche, con ojos de luna. Nosotros no tenemos ojos así, en Occidente. Y
me encantan, claro. Me vuelven loco. Y me digo que es mejor que vivan allí, en
América, donde la adopción se acepta…Y saber que en las calles de mi adorado
Cambridge eso podría ser un problema me avergüenza terriblemente. Así que no me
digan que no es posible amar con toda el alma a seres totalmente diferente. A
mi ya no me quedan muchos años por vivir, me voy acercando al final, y si
pudiera protegerlas de ciertas cosas…Pero no puedo. No está en mi mano. Al
menos sé qué decir: «Solo puedo amar a los que son como yo» es propio de almas
innobles".2
Comentario: La conversación versa sobre temas de lo
más variados y se convierte en fascinante en muchos momentos. Para Steiner la
misión judía es la de ser un invitado entre los hombres (p. 32) y piensa que el
judaísmo es mucho mayor que el estado de Israel (p. 33) Es antinacionalista, se
siente judío de la diáspora (p. 35). Ser judío quiere decir pertenecer al
pueblo del libro y querer estudiar (p. 40). Percibe una vuelta del
antisemitismo. Lo que exaspera a los demás es la inagotable vitalidad, ese
negarse a desaparecer que tienen los judíos (p. 46). Ser judío comporta una
visión intelectual, moral; es negarse a que el otro sufra por mi existencia (p.
48).
Sobre la
literatura y la obra de arte opina que “hay que fracasar mejor” (p. 73). No hay
ninguna cultura sin música pero sí sin literatura escrita. El futuro del libro
y de la lectura (p. 82 ss) La lectura necesita silencio, espacio privado y
tener una colección de libros tuyos, porque es esencial leer lápiz en mano (p.
84-85) La lectura es una especie de intento permanente de armonía consigo
mismo; al mismo tiempo una especie de deber moral (p. 88) Freud es una gran
escritor en lengua alemana pero el psicoanálisis no sirve de nada.
En cuanto a
política opina que “si nos gobierna la mafia es porque no hemos querido entrar
en política” (p. 102) La vieja Europa se ha vuelto un gran museo para el
turismo mundial. Steiner creer que el futuro está en la India. Le entristece no
haber sido un creador. Ante la muerte se siente un antihéroe por excelencia.
Tiembla ante el dentista y es partidario de la eutanasia. La actitud cristiana
frente a este tema y frente al aborto es horrible e indefendible (p. 135)
Termina hablándonos del amor por su perro y en contra del maltrato a los
animales (p. 138).
El buen gusto que
me ha dejado la lectura de este librito me lleva a querer leer y saber más cosas sobre
Steiner. Próximamente leeré y os traeré su famoso ensayo Nostalgia
de lo absoluto (1974).
NOTAS:
1.- George
Steiner, Un largo sábado, Siruela,
Madrid, 2016, pp. 11-13.
2.- Ibídem, p. 28.
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