(L415) El amante bilingüe (1990)
Juan Marsé, El amante bilingüe (1990)
Penúltima novela que os
traigo de Juan Marsé (Barcelona,
1933). En ella juega a
los espejos, en los que un personaje asume la vida de su antiguo amigo para
poder realizar sus sueños. Aparece la cuestión de la identidad de un personaje
dual que bien podría ser el propio Marsé. Es interesante cómo se muestran sus
dos vidas, resaltando aquella que pudo ser y no fue.
Argumento:
la historia empieza una tarde lluviosa del mes de noviembre de 1975 cuando al
regresar a casa de forma imprevista. Juan Marés, el protagonista y narrador,
encuentra a su mujer en la cama con otro hombre. “Cuando empezó a sospechar que
Norma lo engaña pensó en los señoritos guaperas de su selecto círculo de
amistades. Pero no tardó en descubrir que su debilidad eran los murcianos de
piel oscura y sólida dentadura. Charnegos de todas clases. Murcianos que huelen
a sobaco, a sudor, a calcetín sucio y a vinazo”.
Norma Valentí se viste en
el cuarto de baño, sale, coge el paraguas y se marcha de casa para no volver
más. Marés explica al limpiabotas murciano sus orígenes. “Yo me crie en lo alto
de la calle Verdi, con los golfos sin escuela que merodeaban por el Parque
Güell y el Guinardó en los años duros de la postguerra”. Le explica cómo
conoció a su mujer, de clase alta, y lo desastroso que fue su matrimonio.
Marés está sentado en una
esquina mugrienta y helada del Raval, vestido con harapos y tocando el acordeón.
Tiene cincuenta y dos años pero aparenta menos debido a la caricia del fuego, de
un cóctel Molotov que estalló quemándole el rostro y las manos dejándoselas de
seda. Hace ya diez años y Norma no quiere saber nada de él, y mucho menos
hablarle o verle. Ella trabaja en las oficinas de Normalización Lingüística y
él la telefonea anónimamente para hacerle alguna que otra consulta y poder así
escuchar su voz. También la espera a la puerta del trabajo tocando el acordeón.
La ve salir con su Jefe a comer. Le dan unas monedas sin reconocerlo. Por la
noche coge el último autobús en la plaza Universidad. Vive en un pequeño
apartamento del edificio Walden 7, en San Just Desvern (foto).
“Dejo escritos aquí estos
recuerdos para que se salven del olvido. Mi vida ha sido una mierda, pero no
tengo otra”. La memoria de Marés se traslada a cuando tenía doce años, llevaba
antifaz, la cabeza rapada y un brazalete de luto. Se junta con tres chavales:
Faneca, David y Jaime. “Las calles están tan empinadas que tienen escaleras. Mi
barrio está tan alto, tan cerca de las nubes, que aquí la lluvia está parada
antes de caer”. Vive con su madre en lo alto de la calle Verdi. Era una
cantante lírica bastante conocida y los sábados se reunía con sus antiguos amigos
de farándula, retirados ya de la escena o fracasados y olvidados, y juntos
cantaban zarzuelas, comían bocadillos y se emborrachaban de vino de garrafa
“llorando de emoción lírica y nostalgia alrededor del viejo piano”.
Marés recibe la visita en
sueños de su otro yo, un charnego
murciano, que lo alienta y anima para que reconquiste a su ex mujer…
Comentario:
el
protagonista se transforma en, un amigo suyo de la infancia, Juan Faneca, un
charnego que habla “otro idioma”, un alter
ego con acento andaluz con el que había crecido en lo alto de la calle
Verdi en Barcelona: “Faneca era exactamente el tipo que necesitaba: embustero y
camaleónico, atrevido y rufianesco. El compañero loco que hace lo que tú no te
atreves, el amigo que se la juega por ti".
Marés es un catalán de
clase baja que ha logrado ascender social y económicamente a partir de su
casamiento con Norma, mujer de la clase alta barcelonesa. Marés busca por todos
los medios recuperar a Norma, y para ello se vale de su mayor debilidad: el
gusto por los charnegos –inmigrantes españoles empobrecidos provenientes de
Murcia y Andalucía–. De este modo y bajo la apariencia de un músico ambulante,
adoptará el personaje que le permitirá acercarse a su mujer.
Como en muchas de sus novelas,
en El amante bilingüe, Marsé se apoya
en personajes de distinto estrato social y sobre todo en el equívoco de confundir
el personaje con la persona. Los personajes, en búsqueda de su propia
identidad, recurren a la impostura, haciéndose pasar por lo que no son y se
relacionan con otros personajes, suponiendo que a través de esto van a lograr
sus objetivos.
Existen múltiples datos
en el texto que nos permiten establecer ciertas líneas de continuidad entre el
autor empírico y su personaje, tales como el juego con el apellido “Marsé” y su
anagrama “Marés”, la fecha de nacimiento de ambos –que nos remite al año 1933–,
la procedencia catalana y sus orígenes de clase baja, tal vez el punto más
significativo, en lo que hace a esta estrategia especular entre realidad /
ficción, sea el que remite a la metamorfosis en torno de las identidades de
Juan Marés así como de Juan Marsé. Nos referimos a la estructura circular que
permite vincular a “Juan Marsé” con su alter ego “Juan Marés”, al personaje de
ficción “Juan Marés” con su doble / opuesto “Juan Faneca”, y a “Juan Faneca” –el
destino último de Marés y su verdadera identidad– con los “Faneca Roca”,
apellido de los padres biológicos del autor, hijo adoptivo de los Marsé.
La nostalgia de ser otro,
el deseo de transmutarse en otra personalidad esesencialmente carnavalesco,
entendido al modo que quería Juan de Mairena, invocado en el epígrafe que abre
la primera parte de la novela y que guarda una diáfana relación con ella: “lo
especial carnavalesco no esponerse la careta, sino quitarse la cara”.
Los efectos pretendidos del
relato autobiográfico, utilizado por Marsé y por tantos otros escritores, son
los de dar la impresión de experiencia vivida, de absoluta autenticidad, y
disipar el recelo y la desconfianza del lector respecto de la veracidad de lo
que se está contando.
En la novela se parodian
por una parte las políticas gubernamentales tendientes a la constitución de una
única y homogénea identidad catalana, que los defina y distinga como pueblo y
comunidad, frente al resto de España. Son muy divertidas y penetrantes las
parodias, a modo de crítica, a los catalanes y su identidad inmutable: «Yo sólo
soy un pobre murciano, un charnego ignorante que l’estoy mu agradecío a los
catalanes por haberme dao l’oportunidá de trabajo y de ser digno de vivir en
esta Cataluña tan rica y plena…»
Y también las críticas a
la mala construcción del pretencioso edificio Walden 7 y a quien lo diseñó.
«Llegando al portal, las redes sobre su cabeza paran las losetas y otros
objetos a menudo no identificables que caen desde lo alto. A saber lo que
arrojan por las ventanas a estas horas de la noche. Vecinos desesperados. (…)
El viento silba en los húmedos vestíbulos y en los oscuros pasadizos del
maldito edificio, un laberinto de corrientes de aire ideal para pillar
pulmonías. Hay que sortear los charcos de agua.»
El texto juega
permanentemente con el problema de la construcción de la identidad. En este
punto me siento identificado con Marsé. Vives en Cataluña, hablas, lees y
escribes catalán; además amas su cultura. Entonces te preguntas ¿Eres catalán?
Sí, pero catalán de segunda porque no te acaban de aceptar del todo, sobre todo si no comulgas con las ideas independentistas. Me da la sensación que los dos
millones de catalanes de soca-rel tienen
secuestrados al resto. Copan los cargos del gobierno y las empresas de la Generalitat.
Los apellidos y el carnet del partido son lo único
que cuenta aunque de tanto en tanto cuelen algún magrebí o descendiente de emigrantes andaluces de aire marcadamente rufianesco.
La permeabilidad y el tan pregonado ascenso social no dejan de ser
más que la propaganda que vende el sistema para conseguir adeptos. Que no nos engañen y dividan con el sentimiento nacionalista y el mal llamado "problema catalán"; esto no deja de ser más que una lucha por el poder entre los ricos de Barcelona y los ricos de Madrid por ver quien se queda con la mayor parte del pastel.
BIBLIOGRAFÍA
Marta Arana; Carolina
Castillo, Identidades,
parodia y carnavalización en El amante
bilingüe de Juan Marsé, Universidad Nacional de Mar del Plata,
Argentina, Publicado en Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad
Complutense de Madrid, 2003.
Julián Bueno, El
amante bilingüe, charnegos y piel de conejo, Lectura Abierta,
01/02/2017.
Eugenio Cornide Cheda, El psicoanálisis
aplicado a la novela El amante bilingüe
de Juan Marsé, publicado en: 'Revista de Psicoanálisis' Ed.Asociación
Psicoanalítica de Madrid, nº21 Abril 1995.
Juan Marsé, El amante bilingüe, Editorial Planeta,
Barcelona, 2000.
Cristian Segura, Historia del pintor que inspiró ‘El amante bilingüe’ hace 30 años, El País, 11/04/2020. (Añadido con posterioridad a la elaboración del comentario).
Adolfo Sotelo Vázquez, Historia
y discurso en El amante bilingüe de
Juan Marsé, BVC, Publicado en Cuadernos Hispanoamericanos, 488
(1991), pp. 141-150.
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