(L95) Viviré con su nombre morirá con el mío (2001)


Jorge Semprún, Viviré con su nombre morirá con el mío (2001)

DE VUELTA A BUCHENWALD. Con Le mort qui’il faut (2001) titulo en francés de Viviré con su nombre morirá con el mío Jorge Semprún (Madrid, 1923) vuelve a sus recuerdos de los veinte años cuando fue capturado por la Gestapo y enviado al campo de concentración de Buchenwald, y que enlaza con las vivencias que explica en otros libros: La escritura o la vida (1994), por ejemplo. Semprún tiene el don de novelar sus biografías con una dulce amargura en los recuerdos más tristes y una nostalgia contagiosa cuando recrea sus vivencias familiares (Adiós luz de veranos, 1998). Es un excelente libro para adentrarse en el mundo de este buen escritor español en lengua francesa.

Sinopsis: En el crudo invierno de 1944, la dirección central de los campos de concentración envía un requerimiento a la oficina de la Gestapo en Buchenwald: ¿vive aún el deportado Jorge Semprún, de 20 años, matrícula 44.904? Los comunistas prisioneros en el campo interceptan el mensaje y planean ocultar al joven tras la identidad de otro preso agonizante. El recuerdo de esta suplantación sirve a Semprún para situarse esta vez en el núcleo más duro y trágico del campo de la muerte. La esperanza y la solidaridad, que contrapuntea el horror, componen este imborrable episodio de su vida. Mientras sus recuerdos nos conducen, en un emocionado recorrido por el tiempo, del París ocupado a la clandestinidad y a otros momentos más próximos, el obstinado retorno al pasado, revivido mediante la escritura, adquiere un sentido superior a la luz del presente: amigos y camaradas de la Resistencia, ecos de la niñez en Madrid, perfiles femeninos, el recuerdo de una canción, versos que resuenan como un sortilegio.

“Si sobrevives y eres un intelectual, llevas la carga de todos los que han sobrevivido” afirma el escritor en la larga entrevista que le hizo María Luisa Blanco en el suplemento Babelia el 19/05/2001. Frente a la falsa conciencia tranquilizadora que ve en la monstruosidad de Hitler y del nazismo una excepcionalidad que la hace irrepetible, Semprún relata la tremenda humanidad de la vida del campo en la que aparece la trama de las relaciones entre los verdugos, los cobardes, los que ocupan diferentes niveles de jerarquía entre los deportados (por nacionalidades y por adscripción política), los sádicos, el ángel bueno, los musulmanes y, sobre todo, esa plebe de miembros anónimos impotentes.

Existen escritores que se aferran a una constante a la que permanecen fieles a lo largo de toda su vida. Tal es el caso de Jorge Semprún, escritor que a pesar de su nacionalidad española, sorprende escribiendo en francés, de modo que aquello que encuentra de él el lector español es siempre una traducción. Su experiencia en el campo de concentración de Buchenwald ha marcado el carácter de toda su obra. Desde su primera y tal vez mejor novela, El largo viaje (1963), hasta los últimos títulos Jorge Semprún ha desarrollado el tema de sus vivencias a lo largo de la II Guerra Mundial, sus trabajos para la resistencia, su reclutamiento en los campos, su rechazo del estalinismo, etc.

Semprún insiste en gran parte de los motivos que habían aparecido en el resto de sus novelas. El argumento queda reducido al ocultamiento del preso Jorge Semprún en un campo de concentración cuando éste es requerido por la Gestapo. Esta circunstancia sirve al narrador en primera persona para rememorar la vida en ese lugar. Por ello el texto se halla continuamente interrumpido por reflexiones personales que saltan del pasado al futuro, reflexiones que a veces rememoran los detalles del oficio de escritor o bien reconstruyen algún episodio autobiográfico.

Para terminar diré que para mí es un autor que se mueve entre la biografía y la novela, a veces nos parece que leemos una biografía novelada y otras un novela biográfica. Tuve la suerte de coincidir con él en la UIMP de Santander y poder oírlo el año 2001 donde impartió el curso titulado Gide, Malraux y Sartre: el compromiso intelectual (A propósito de un centenario).

Comentarios

  1. Tomás, llevo varios días leyendo, después de haberlo hecho en tu blog, referencias, comentarios, críticas sobre "¡Indignaos!" (algunas en El País). Has sido un adelantado. Hoy, al leer la última, he decidido que te lo quería comentar después de haber seguido la actualización de tu blog.

    No soy lectora habitual de literatura confesional ni de biografías, pero me ha despertado la curiosidad tu referencia y, si puedo, la leeré.

    Felicidades por el éxito de tu blog.

    Un abrazo,

    Adelaida de Sarraga

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  2. Años atrás tuve ocasión de leer el magnífico libro de Jorge Semprún y debo decir que me emocionó la capacidad de supervivencia del ser humano, así como es capaz de sobrevivir en unas condiciones tan dramáticas, donde la arbitrariedad de los mandos podían decidir sobre la vida y la muerte de miles de personas condenadas a una vida infrahumana. Es una obra estremecedora basada en hechos reales que nunca más deberían repetirse.

    Aurelio Hidalgo

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