(C14) El secreto de sus ojos (2009)


Juan José Campanella, El secreto de sus ojos (2009)

Seguramente muchos aficionados al cine descubrimos y seguimos a este director argentino, Juan José Campanella (1959), desde su estupenda película El hijo de la novia (2001). Ahora nos ofrece una nueva prueba de su maestría narrativa mezclando el presente con el pasado en El secreto de sus ojos (2009) que ha obtenido el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Me fascina la belleza, sensual y dulce de su protagonista la actriz Soledad Vilamil, a quien sigo desde El mismo amor, la misma lluvia (1999) también de Campanella y la divertida No sois vos soy yo (2004) de Juan Taratuto. Merece destacarse al estupendo actor Ricardo Darín, quien envejece magníficamente, por efecto del maquillaje. De él recordamos Nueve reinas (2000) de Fabián Belinsky y Luna de Avellaneda (2004) de Campanella.

Argumento: Nos encontramos en 1999, la historia es contada en forma de recuerdo por la decisión del protagonista, ya jubilado, de escribir un libro: en junio de 1974, un agente de la justicia federal, Benjamín Esposito (Ricardo Darín), empieza a investigar el crimen de una joven mujer, brutalmente violada y asesinada dentro de su casa en un barrio de Buenos Aires. Su esposo, ahora viudo, Ricardo Morales (Pablo Rago), queda devastado por la noticia; Esposito le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia. Éste es ayudado por su asistente y amigo, el cual tiene algún que otro problema con la bebida, Pablo Sandoval (Guillermo Francella), y la recién llegada Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), una joven de clase acomodada que es la nueva jefa del departamento. El rival de Esposito en el tribunal, Romano, acusa a dos trabajadores inmigrantes para deshacerse del asunto, lo cual enoja a Esposito tras ver que ambos fueron torturados para que se declararan culpables y se enfrenta a Romano en un ataque de furia.

Al poco tiempo, Esposito, encuentra una pista al mirar unas viejas fotografías de la joven asesinada que le fueron dadas por Morales; en muchas de las fotos encuentra a un hombre, identificado como Isidoro Gómez, que miraba a la víctima de forma sospechosa. Esposito investiga a Gómez, y determina que vive y trabaja en Buenos Aires, pero no logra localizarlo.

Esposito y Sandoval entran ilegalmente en la casa de la madre de Gómez en Chivilcoy, ciudad donde no sólo nació él, sino también la difunta esposa de Morales. Durante el allanamiento, encuentran unas cartas que el sospechoso le escribió a su madre. Sandoval las roba. De vuelta a la Capital Federal, la "visita" sólo les causa problemas con sus superiores, y no logran conseguir ninguna evidencia en las cartas. Además, Gómez sigue en libertad debido a una descuidada llamada telefónica a su madre por parte de Morales, quien desesperadamente quería encontrar al asesino de su esposa. Tras estos sucesos, la investigación del homicidio de la joven es cerrada.

Sin embargo, tiempo después Esposito logra convencer a Irene para que reabra la investigación tras un encuentro de éste y el viudo de la víctima. Sandoval hace un descubrimiento: “todo hombre tiene una pasión a la cual no renuncia jamás”. No diremos cual es su pasión para no estropearos el film. Tras una espectacular persecución en la que Gómez casi escapa, es detenido. Gómez es juzgado y condenado, pero a partir de allí, la rivalidad entre Romano y Esposito entra en juego, dando un giro inesperado a la historia. El poder ejecutivo libera a Gómez de su condena tras la intervención de Romano y lo deja en libertad a cambio de que este trabaje como "matón" para ellos (es la época de María Estela Martínez de Perón, se presiente el golpe de Estado en Argentina).

Y hasta aquí puedo contar para no desvelaros más de la intriga y sobre todo del desenlace. Entre toda esta trama aparece, como hilo conductor, el amor que siente Benjamín Espósito por Irene durante veinticinco años y que por encontrarla bellísima e inalcanzable, sobre todo por la diferencia de clase social y de edad, jamás se atreve a confesarle. Recordaros que tenéis que prestar atención a los diálogos y ser pacientes, ya que como sabéis los argentinos hablan muy rápido y la jerga bonaerense es difícil de captar en un primer momento. A todo esto debemos añadir un acertado, en ocasiones bellísimo, tratamiento visual, con una cámara que mira y trata con sensibilidad extrema los detalles de la escenografía, los gestos, las miradas… En esta ocasión completa magistralmente el cóctel con adecuados toques de cine negro, con una atmósfera de thriller que se alterna sin rechinar con ese drama sentimental de soledades compartidas y que no evita la crítica y la denuncia política y social.

Campanella realiza una obra mayor, al tiempo una intriga criminal, un drama sociopolítico que refleja los cambios en Argentina desde la dictadura de veinticinco años atrás a la época del "corralito", una historia de amor contenida con un epílogo crepuscular. Es un cine que cuenta buenas historias a partir de guiones sólidos con situaciones creíbles y bien estructuradas, que realiza una eficaz y resultona mezcla de géneros, el cine que tiene sentido, que es complejo, rico, que concreta y sugiere, que avanza firme, que envuelve, conmueve, pone en tensión, engancha, el cine de siempre, el cine como arte, se ha apuntado un nuevo tanto gracias a Juan José Campanella y El secreto de sus ojos (2009), en nuestra modesta opinión, una de las mejores películas del año.

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