(BA16) Paul Cézanne en el Thyssen-Bornemisza de Madrid (2014)


Cézanne (site/non-site) en el Thyssen-Bornemisza del 04/02/2014 al 18/05/2014.

En 1969, el artista Robert Smithson propuso una nueva interpretación de la obra de Paul Cézanne (1839-1906). Para Smithson, la pintura de Cézanne había sido tergiversada por los cubistas, reduciéndola a un juego de formas casi abstracto. Frente a esa simplificación formalista, Smithson subrayaba la necesidad de recobrar la referencia física en la obra del pintor; su fuerte vinculación con ciertos lugares del territorio provenzal.

El subtítulo de la exposición, site/non-site, evoca una pareja de conceptos forjada por Smithson en su propia creación, planteando la dialéctica entre el trabajo al aire libre y el estudio. Esta dialéctica se refleja a su vez en la relación entre paisaje y naturaleza muerta. En la obra de Cézanne, el paisaje es el género dominante, identificado (como en sus compañeros impresionistas) con la práctica de la pintura al aire libre. Pero, a diferencia de los impresionistas, Cézanne otorga también una importancia decisiva a un género propio del taller: la naturaleza muerta. Cézanne cultivará ambos géneros pictóricos a lo largo de toda su carrera y establecerá una íntima conexión entre ellos, introduciendo en sus bodegones elementos paisajísticos y, recíprocamente, llevando a sus paisajes el orden de la naturaleza muerta.



Escribió Robert Mortherwell en 1944 que “con Cézanne el paisaje mismo llega a su fin y de él a los cubistas cambia el énfasis: el tema se vuelve neutral”. Pero la figura del paisaje no fue la única que pereció. No sé si quiere decir que Cézanne acabó con la pintura de paisaje o esa responsabilidad se les atribuye a los que vinieron después.

La indiferencia hacia el tema se convirtió en una consigna para justificar la evolución de la pintura hacia la abstracción. “Igualdad de todas las cosas”. Cézanne pintando con los mismos ojos y la misma alma un frutero, una persona o la montaña Sainte-Victoire. Cézanne es el origen de la transición hacia el cubismo. Sus discípulos más importantes fueron Braque y Picasso.



Los paisajes pintados por Cézanne con su rompecabezas de planos y líneas quebradas, tenían que fascinar a los cubistas y sus sucesores. La pasión de Cézanne por la geología como una suerte de anatomía del paisaje le permitía alcanzar la estructura misma de la tierra bajo la faz pasajera y sus estaciones compartiendo con sus naturalezas muertas el terreno del estudio. Si sus paisajes son como naturalezas muertas, así también sus naturalezas muertas son paisajes. El ejemplo de los bañistas que representan arboles y podríamos considerarlos como partes integrantes del paisaje.

Visité la gran exposición conmemorativa que hicieron en Aix-en-Provence, su ciudad natal, en el Museo Granet con motivo del centenario de su muerte el año 2006. Allí pude contemplar la montaña que tanto obsesionaba a Cézanne: La montaña Sainte-Victoire que pintó en más de ochenta ocasiones. Esta exposición constó de 116 obras procedentes de los museos y colecciones particulares más importantes del mundo.



La que presenta el Museo Thyssen es más modesta pero tiene también su encanto y se puede visitar con comodidad y sin empacho en una hora aproximadamente. Os la recomiendo a quien pueda escaparse a la antigua capital. Todavía os queda casi mes y medio.


Explica el comisario de la exposición, Guillermo Solana, antes de compartir su personal top cinco, por aquello de terminar como se ha empezado, con una lista: Ladera en Provenza (de la National Gallery), Curva en lo alto del Chemin des Lauves (Fundación Beyeler), la pareja formada por La montaña Sainte-Victoire y Naturaleza muerta con flores y frutas (llegadas de Cleveland y Berlín) y Casa en Provenza, obra maestra del museo de Indianápolis.

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