(L215) Tiempos difíciles (1854)


Charles Dickens, Tiempos difíciles (1854)

Primera novela que comentamos de Charles Dickens (1812-1870) aprovechando que se han conmemorado los doscientos años de su nacimiento. Tiempos difíciles (1854) es la más corta de las novelas de Dickens y como muchas de ellas se publicó por entregas, esta vez en el semanario House hold Words.

En esta novela Dickens critica la división creada entre los que tienen las fábricas, los capitalistas y los trabajadores en la época victoriana después de la revolución industrial en Gran Bretaña. La novela está dividida en tres partes cuyos títulos fueron tomados de una carta de Pablo a los Gálatas, La siembra, la cosecha, el silo.

Argumento: El profesor Thomas Gradgrind educa a sus hijos en los hechos, quiere eliminar la fantasía, sus conocimientos son sobre todo prácticos. Vive en una ciudad llamada Coketowm[1] en una barriada de nombre Stone Lodge. Tiene dos hijos: Louisay Tom. La señora Gradgrind es una mujer endeble, física y mentalmente.

Los chicos se sienten atraídos por el circo de Sleary donde conocen a una joven llamada Sissy de Jupe cuyo padre la ha abandonado.

Mr. Bounderby es un rico banquero y comerciante “hecho a sí mismo” amigo de Mr. Gradgrind que, según sus propias declaraciones, tuvo una infancia de pobreza.

También aparece la clase trabajadora con Stephen Blackpool, un tejedor cuya mujer alcohólica le hace llevar una vida desgraciada. Stephen tiene una gran amistad con Rachel de quien está secretamente enamorado.

La petición de mano de Mr. Bounderby a Louisa y el consiguiente matrimonio, basado en los hechos y no en los sentimientos, llevaran a la historia a un fatal e inesperado desenlace.

La teoría del utilitarismo representada por John Stuart Mill está bien presente en la novela. Esta defiende que uno deber preocuparse sólo de su propio beneficio. Dickens estaba horrorizado y preocupado por esta filosofía, junto al laissez-faire del capitalismo, dirige la educación de los niños a obtener simples conocimientos prácticos para emplearlos en la industria. Todas las cuestiones que requieren de la imaginación o la estética se eliminan del plan de estudios, y se hace hincapié en el análisis, razonamiento y matemáticas.

Dickens está también en contra de la posibilidad de utilizar las estadísticas para justificar la supresión de la distribución de la riqueza. Un ejemplo son los primeros capítulos de la novela, cuando Sissy estudia los principios económicos básicos, y ella dice que "hacer por los demás como ellos hacen por mí", y no es la respuesta a la pregunta que el profesor se esperaba. El cálculo de porcentajes, y las estadísticas son mayores que los sentimientos de compasión y simpatía.

El objetivo de Dickens es informar a los lectores de las condiciones de trabajo en las fábricas de las ciudades industriales de Manchester y Preston en el norte de Inglaterra. En el libro de Dickens, se destaca la importancia de la imaginación y que la vida humana no puede reducirse con los hechos y el análisis estadístico. Un ejemplo es la descripción de la actitud positiva del dueño de un circo y que no tiene ningún interés en los hechos.

La novela me ha decepcionado bastante. En mi memoria perduran todavía las lecturas de juventud de Dickens como por ejemplo: Los papeles póstumos del Club Pickwick (1836-1837); Cuento de Navidad (1843) o Grandes esperanzas (1860-1861) que considero de mucha mayor calidad literaria que el libro que hoy comento.

CLUB DE LECTURA 27/04/2012

Como si escucháramos una música de fondo es un libro que no llega. Las historias y los personajes no están acabados (Miguel). No ha profundizado en los temas que trata.

Hay un exceso de caricaturización de los personajes y también un exceso de pedagogía (Martí). El libro es un poco carrinclón.

Tiene todas las características del folletín, las cosas ocurren forzadas, aparecen demasiadas casualidades (Fanny).

Esta manera de escribir, por entregas, no permite al autor revisar el texto. (Martí) Hay personajes que aparecen al inicio y a los que se les supone un papel importante en la novela y luego desaparecen (T.Ruiz).

El final es forzado y precipitado (Fanny). Los personajes no están bien trabajados, son esquemáticos, presentados desde el inicio tal y como son, sin evolución posterior o razón de ser.

El narrador presenta la novela desde un punto de vista: primera persona, tercera, omnisciente, etc. En cambio la focalización es hacia donde mira el autor. (Fanny)



[1] Literalmente ciudad del carbón.

Comentarios

  1. Hola, Tomás:

    has escogido un buen libro. Aunque de Dickens es difícil decir lo contrario.

    Ya te veo que te has convertido, en esta nueva etapa o en este nuevo curso, en un hombre dedicado a la vida contemplativa (aunque sólo sea de forma virtual). Desde luego el paisaje lo merece; es una magnífica fotografía.

    Feliz vuelta a la vorágine laboral. Un abrazo,

    Adelaida

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