Emilio Lledó en Segovia, verano del 2010


Emilio LLedó, sonriente en el hall del Parador de Segovia. / Alberto Benavente

Emilio Lledó: «Con la cantidad de medios de información que existe, es fácil manipular»

Doctor en Filosofía por la Universidad de Madrid en 1956, ha sido catedrático en la Universidad de La Laguna, en la de Barcelona y, hasta su jubilación, en la UNED de Madrid. Tras licenciarse, decidió irse a Alemania para proseguir sus estudios, y lo hizo con sus maestros Hans-Georg Gadamer, Karl Löwith y Otto Regenbogen. En 1988 fue nombrado miembro vitalicio del Instituto para Estudios Avanzados de Berlín. Ha sido galardonado con multitud de premios.

Berta Calvo - Segovia | 30/08/2010
El profesor de Filosofía y escritor Emilio Lledó pasó unos días de descanso en Segovia y aprovechó la ocasión para hablar del panorama que vive la filosofía y de su trayectoria profesional.

¿Están de moda las letras?

De moda, creo que no, aunque sí es cierto que se lee mucho y se publica también mucho. En un suplemento cultural se hablaba el otro día de la gran cantidad de literatura que autores y autoras españolas publican. Se lee bastante y eso creo que es muy importante porque nos mete en un mundo abstracto, de sentimientos que repercuten en nuestro espíritu. Sin el diálogo que se crea con la obra literaria, el mundo sería muy aburrido.

¿Cree que todos somos filósofos?

No es una exageración decirlo. La visión abstracta que tenemos de los filósofos no es real. Cuando digo que todos somos filósofos es porque ¿A quién no le gusta saber en qué mundo vive? ¿A quién no le gusta saber quién le manipula? ¿A quién no le gusta saber cuáles son las ideas que te han metido en la cabeza y tú has asumido de una manera automática? Por eso todo esto tiene mucho que ver con la educación. Como decía Kant, “el ser humano es lo que la educación hace de él”.

Siempre se ha preocupado mucho por el lenguaje en el ser humano. ¿Cómo influye o cómo debe influir en el individuo?

Por decirlo de una manera muy radical, el lenguaje es lo que somos; somos lenguaje. Yo no estoy de acuerdo con la frase “una imagen vale más que mil palabras”. Qué duda cabe que vivimos en un mundo de imágenes. Eso es enriquecedor, pero somos palabras. La gran aportación del animal humano es la capacidad de articular sonidos con significado. Somos un animal que habla. Y es aquí cuando vuelvo a subrayar la importancia de la lectura.

Hoy en día, ¿se puede vivir de la filosofía?

Yo, desde luego, he vivido de ella. Mejor dicho, he vivido con la filosofía. He sido durante muchos años catedrático de Filosofía y me encantaba el contexto de comunidad que se creaba. No sé si escribiendo sólo libros de filosofía se puede uno ganar la vida; de lo que no se puede vivir es de aquellas cosas que aniquilan, de aquellas cosas que corrompen. De esas cosas no debería poderse vivir. Hay que vivir con la filosofía siempre, dándonos cuenta de dónde estamos y dónde nos encontramos.

Usted dijo en una ocasión que si nos acostumbramos a ser inconformistas con las palabras, acabaremos siendo inconformistas con los hechos. Y podremos recuperar cada día la libertad. ¿Cree acaso que no somos libres?

Si no fuéramos libres, seríamos peor que un animal, guiándonos siempre por instintos. A lo que me refiero es que en el mundo actual, dada la abundancia de medios de información que existe, es fácil manipular la libertad y condicionarnos de manera que no sepamos pensar y ser libres. El día que renunciemos a la lucha por conseguirlo, no merecerá la pena la existencia. De ahí que tengamos que ser inconformistas con las palabras y no creernos lo que nos dicen, ni dejarnos manipular.

¿Cómo cree que afectaría a Platón o a Aristóteles la crisis económica?

Lo pensarían muy a fondo porque el pensamiento de ambos dejó en su momento la puerta muy abierta. ‘La República’ de Platón o ‘La Política’ de Aristóteles están llenas de lecciones políticas aplicables perfectamente en la actualidad. Lo que está claro es que si eres político, tu vida está en función de la de los demás, y por ello debes obrar hacia los demás, darles oportunidades... Es imprescindible que se mantengan estos ideales.

En 1993 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, ¿podría explicar la labor que realiza desde esta institución?

Confieso que allí no nos jubilamos en vida; el final de la vida es quien nos jubila a nosotros. Se trata de una institución muy viva, llena de proyectos. En estos meses se ha publicado una gramática global elaborada por el colega Ignacio Bosque con la ayuda también de algunos académicos latinoamericanos. Una obra imprescindible de cerca de 4.000 páginas realizada durante once años.

Ya hace algunos años que se jubiló, ¿a qué se dedica en la actualidad?

Ahora mismo estoy escribiendo dos libros y también colaboro en la prensa con algún artículo. Pero quiero centrarme en terminar estas dos obras, pues cuando tienes 50 años piensas “ya lo haré”, pero con 80 la cosa cambia. Uno de estos libros, espero terminarlo el año que viene. Se trata de una pequeña aportación sobre un tema del que se ha escrito mucho: la amistad. Estoy disfrutando mucho escribiéndolos.

Comentarios

  1. La sonrisa y las palabras de Emilio Lledó me aportan siempre tranquilidad, serenidad, sentido común. Me animan a una rebeldía pacífica pero firme ante "el enorme estruendo exterior". Siempre me ayudan a ser una persona mejor. Gracias por acercárnoslo una vez más.

    Beatriu Flinch

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