(L84) El gen egoísta (1976) - 1a. parte



Richard Dawkins, El gen egoísta (1976)

Esta semana resumimos el excelente libro de divulgación científica de Richard Dawkins (1941) titulado El gen egoísta (1976). La edición de 1989 añade dos capítulos con nuevas aportaciones y en sus abundantes notas da réplica a las críticas y sugerencias suscitadas en todos estos años que han hecho de libro todo un clásico en la materia. Su lectura requiere atención y un cierto esfuerzo pero creemos que está al alcance de un lector medio. Como conclusión añadimos el comentario y las interesantes aportaciones de JLF doctor en Química, especializado en genética molecular.

RESUMEN DE LOS CAPÍTULOS

I.- ¿Por qué existe la gente? Mediante la aplicación de la teoría de la evolución de Darwin sobre la evolución de las especies mediante la selección natural, el autor pretende examinar la biología del egoísmo y del altruismo. Nosotros al igual que todos los demás animales, somos máquinas creadas por nuestros genes. Su cualidad predominante será el egoísmo despiadado pues lo que prevalece ante todo es la supervivencia. La evolución no tiene porque ser moral, ni los genes nos determinan totalmente, hay otros factores como la educación. Un acto aparentemente altruista es el que parece como si tendiese a causar la muerte al altruista y conferir al receptor mayores esperanzas de supervivencia. Ex: las abejas obreras defienden el panal contra el agresor pero mueren al hacerlo. La explicación errónea del altruismo como actor en bien de la especie o en beneficio del grupo. Consideramos a nuestra especie con más derechos que las otras. Dawkins defiende que la selección ocurre en los niveles más inferiores, no en la especie, el grupo o el individuo, sino en el gen (p. 14).

II. Los replicadores. La supervivencia de lo estable. La primera forma de selección natural fue simplemente una selección de moléculas de formas estables y un rechazo de las inestables. Por accidente se formó una molécula (la denominaremos el replicador) que tenía la extraordinaria propiedad de poder crear copias de sí misma. Llegamos a una gran población de réplicas idénticas, una propiedad importante de cualquier proceso de copia es que no es perfecto, ocurrirán errores. Sus descendientes modernos, las moléculas de ADN son asombrosamente fieles al copiar pero, ocasionalmente, comenten errores, estos errores hacen posible la evolución. Quien comete menos errores en la réplica será obviamente más numeroso. La tendencia evolutiva hacia la estabilidad procede de un alto nivel de longevidad/fecundidad/fidelidad de replicación. Los primeros replicadores fueron los predecesores de la vida. La competencia: el caldo primario no podía mantener un número infinito de moléculas replicadoras. Hubo una lucha entre las distintas variedades, sin conciencia de saberlo y sin sentimientos, buscando más estabilidad y al mismo tiempo intentando disminuir la estabilidad de las contrarias. Descubrieron como crear barreras para protegerse, aquí podría estar el origen de las primeras células vivientes. Los replicadores se construyen recipientes, vehículos para continuar existiendo. Los que sobrevivieron fueron los que construyeron máquinas de supervivencia para vivir en ellas. Las máquinas se hicieron más grandes y más elaboradas en un proceso acumulativo y progresivo. ¿Qué misteriosas máquinas de autopreservación producirían al cabo de milenios? ¿Cuál sería el destino de los antiguos replicadores? No murieron, ahora abundan en grandes colonias, dentro de gigantescos robots, encerrados y protegidos del mundo exterior, comunicándose con él por medio de rutas indirectas, manipulándolo por control remoto. Se encuentran en ti y en mí; ellos nos crearon, cuerpo y mente; y su preservación es la razón última de nuestra existencia. Aquellos replicadores han recorrido un largo camino. Ahora se les conoce con el término de genes, y nosotros somos sus máquinas de supervivencia. (p. 25)



III. Las espirales inmortales. No solamente las personas son máquinas de supervivencia, abarca a todos los animales, plantas, bacterias y virus. Desde una bacteria a un elefante prácticamente comparten los mismos genes. El replicador original ha desparecido, hoy quien domina son las moléculas denominadas ADN. Está en las células, cada una tiene una copia completa de ADN que son las instrucciones para hacer un cuerpo, escritas en alfabeto A, T, C, G de los nucleótidos. Están reunidas en 46 libros (cromosomas) y no existe ningún arquitecto, las instrucciones han sido reunidas por selección natural. Las moléculas realizan dos tareas: hacer copias de sí mismas casi sin errores y elaborar las proteínas. La inteligencia no pasa a los hijos por medios genéticos (p. 30). Los replicadores no son más conscientes que antes ni persiguen un fin determinado. No planifican con antelación, simplemente existen, algunos con mayores posibilidades de supervivencia que otros, y a eso se reduce todo. (p. 31)

En la división normal de una célula cada una recibe una copia completa de los 46 cromosomas (23 pares). Esta división recibe el nombre de mitosis. Pero existe otra división denominada meiosis. Ésta solo tiene lugar en la producción de células sexuales: los espermatozoides o los óvulos que contienen solamente un miembro de cada par (23). (p. 34) Un gen es definido como una porción de material cromosómico que, potencialmente, permanece durante suficientes generaciones para servir como una unidad de selección natural. Un gen es un replicador con una alta fidelidad de copia, es decir longevidad. Una secuencia de letras es una unidad genética. Mientras más corta sea mayores serán sus posibilidades de supervivencia, tiene menores posibilidades de ser dividida por cruzamiento. (p. 37) Un cromosoma dura una sola generación, en cambio una pequeña unidad genética dentro de ti puede continuar recorriendo la misma distancia hacia el futuro, transmitiéndose intacta a través de una larga línea de tus descendientes. (p. 39) La selección natural significa la supervivencia diferencial de los seres en forma de muchas copias durante un período significativo de tiempo evolutivo. Las unidades genéticas pequeñas poseen estas propiedades; no así los individuos, grupos y especies. Un gen no es indivisible, pero rara vez es dividido. Viaja intacto de abuelo a nieto sin haberse combinado. Un gen no se vuelve senil, abandona una sucesión de cuerpos mortales antes de que se hundan en la senilidad y la muerte. (p. 44) Los individuos no son elementos estables, son efímeros, los cromosomas se entremezclan hasta quedar relegados al olvido, los genes permanecen siempre. (p. 45) Una unidad de selección natural debe poseer las propiedades de longevidad, fecundidad y fidelidad en la copia. A nivel de gen, el altruismo tiene que ser malo y el egoísmo bueno ya que compiten con sus alelos por la supervivencia en el acervo génico. El gen es la unidad básica del egoísmo. (p. 47) La analogía de los remeros: los remeros (son genes que están juntos y tienen compatibilidad mutua, cooperan entre sí); los rivales (son los alelos); remar rápido (equivale a replicarse para construir un cuerpo que tenga éxito en la supervivencia); el viento (el medio ambiento externo); los candidatos alternativos (el acervo génico). La teoría de Medawar sobre el gen letal que puede tener éxito en un cuerpo de edad avanzada en su acervo génico cuando el cuerpo haya tenido tiempo de reproducirse. La decadencia senil es simplemente la acumulación de genes letales que actúan en una edad tardía (p. 52) El sexo facilita la acumulación en un solo individuo de mutaciones ventajosas que surgen por separado en distintos individuos. (p. 56) El cruzamiento sexual y el entrecruzamiento cromosómico cumple la función de preservar la fluidez del equivalente moderno al caldo primigenio.

IV La máquina de genes. Es conveniente considerar al cuerpo individual como un agente que intenta aumentar el número de todos sus genes en las generaciones futuras. Las neuronas también son células, los cerebros pueden ser considerados análogos a las computadoras, su principal función en el éxito de las máquinas de supervivencia es el control y coordinación de la contracción muscular, para ello utilizan los nervios (p. 63). Estas máquinas tienen una aparente determinación, persiguen un determinado fin. Los genes controlan los cuerpos como un programador de forma indirecta, una vez iniciado el proceso pierden el control debido a los problemas de intervalos de tiempo (ejemplo: la novela de ciencia ficción de Hoyle, Fred; Elliot, John. A de Andrómeda (A for Andromeda, 1962) Barcelona: Plaza & Janés, 1963. 189 p). Los genes solamente pueden dar estrategias generales de actuación, una vez iniciado el proceso, a causa de los periodos de retraso entre causa y efecto pierden el control. (p. 71). Los genes pueden construir una capacidad de aprendizaje para actuar en ambientes impredecibles. Dándoles a las máquinas de supervivencia las siguientes instrucciones: si algo va seguido de sabor dulce, orgasmo, temperatura suave, repítelos. Si va seguido de dolor, nauseas, evítalo. La importancia de la simulación: las máquinas de supervivencia que pueden imaginar el futuro se encuentran por delante de las que sólo pueden aprender sobre la base del ensayo. Esta evolución de la capacidad de simular tiene su culminación en el pensamiento subjetivo. Es la culminación de una tendencia evolutiva hacia la emancipación de las máquinas de supervivencia, en calidad de ejecutivos que toman decisiones a expensas de los genes. Los genes son los diseñadores de la política primaria, los cerebros, sus ejecutivos. La instrucción general a seguir sería: haz lo que mejor te parezca con el fin de mantenernos vivos. (p. 78) ¿Existe alguna evidencia genética respecto del comportamiento altruista? No. (Ejemplo: abejas melíferas). El comportamiento que se puede calificar como comunicación. Los etólogos dicen que ésta se desarrolla en mutuo beneficio del que envía y del que recibe el mensaje. Pero, los animales ¿comunican alguna vez falsas informaciones? ¿Dicen mentiras? Siempre que difieran los intereses de los genes de individuos diferentes surgirán mentiras y engaños.

V Agresión: la estabilidad y la máquina egoísta. Las máquinas de supervivencia de diferentes especies se influyen unas a otras, pueden ser predadores, víctimas, parásitos o huéspedes competidores por algún recurso escaso. Dentro de la misma especie los machos compiten entre sí por las hembras. El concepto de estrategia evolutiva estable (EEE) introducido por Maynard Smith. (p. 91) La mejor estrategia a seguir por un individuo depende de lo que la mayoría de la población esté haciendo. El ejemplo de la lucha entre halcones y palomas. ¿Es una EEE? La teoría de El vengador. Se comporta como un halcón cuando es atacado por un halcón y como una paloma cuando se enfrenta a una paloma. Cuando encuentra a otro vengador hace el papel de paloma. Un vengador es un estratega condicional dependiendo del comportamiento de su adversario. Es la mejor EEE. La “guerra de desgaste”, una contienda finaliza cuando un rival u otro cede. Ambos competidores pagan un precio, pero sólo uno de ellos obtiene la mercancía. Las contiendas asimétricas: 1.-Difieren en tamaño o en su equipo de combate. 2.- En cuánto puedan obtener como ganancia de lucha. 3.- Quien llegue primero al lugar de la contienda. Denominémoslos “residente” e “intruso” respectivamente. (p.103) Tal comportamiento se observa comúnmente en la naturaleza y se le denomina “defensa territorial”. El tipo más importante de asimetría no arbitraria radica en el tamaño y en la habilidad de lucha; si tu adversario te supera en tamaño, huye; provoca peleas con gente más pequeña que tú. ¿Qué pasaría si los individuos conservaran algunos recuerdos de luchas pasadas? No se reconocen pero el que está acostumbrado a ganar tiende a tener más posibilidades que el que está acostumbrado a perder. (p. 108) Los miembros de diferentes especies son competidores menos directos entre sí. ¿A qué se debe que el canibalismo se dé sólo raras veces? porque es inestable y no resultaría buena para la EEE (estrategia evolutiva estable). Este concepto es aplicable siempre que encontremos un conflicto de intereses, es decir casi en todas partes. Un buen gen debe ser compatible y complementario respecto de los otros genes con los cuales habrá de compartir una larga sucesión de cuerpos. El acervo génico se tornará un conjunto evolutivamente estable de genes.

VI Gen y parentesco. El gen egoísta es todas las replicas de una porción particular de ADN distribuidas por todo el mundo. Está tratando de hacerse más numeroso en el acervo génico. Lo logra ayudando a los cuerpos en que se encuentra a sobrevivir y reproducirse. Los genes pueden reconocer sus copias en otros individuos (padres, hijos, hermanos). Esto explica el altruismo dentro de la familia, por la posibilidad de que el gen se encuentre dentro del beneficiario. ¿Cómo pueden los animales reconocer a los parientes? El caso del pájaro cuclillo que deposita sus huevos en otros nidos. (p. 134) Se corren errores en cuanto a la identidad de la progenie. Las madres están más seguras de lo que lo puede estar el padre. Por lo tanto, es de esperar que los padres se esfuercen menos que las madres en el cuidado de los hijos. (p. 139) Los padres se preocupan más por los hijos que éstos por sus padres, aun cuando la relación genética es simétrica. Una razón seria que al ser más viejos son más competentes en el negocio de vivir. 

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