(G28) Bo.Tic (Corçà, Girona)



Aprovechando unos días de descanso en la Costa Brava nos decidimos a ir en busca de un restaurante con encanto. A la salida de la Bisbal de l’Empordà al lado de una antigua harinera y antes de llegar al pueblo de Corçà se encuentra el coqueto restaurante Bo.Tic. Destaca tanto por su cocina como por su singular emplazamiento en un antiguo molino de harina, con una sala de aire rústico en tonos blancos muy agradables y un patio-terraza. La cocina es llevada con mano firme por el chef Albert Sastregener.


No vimos menú degustación así que pedimos a la carta. Los entrantes (foto) fueron muy sugerentes destacando la oliva esférica rellena de Martini con líquido (crema) de oliva: es decir el Martini con aceituna pero al revés (en negativo) y también el sorbete de melón. Destacamos también los aceites de dos tipos: uno arbequina de Lérida y otro del tipo argudell de l’Empordà. Los panes, el primero integral de semillas y el segundo normal.

Los primeros platos fueron: Fresas con virutas de foie i picatostes (foto), bueno y Gazpacho suave con salpicón de bogavante y albahaca (foto), excelente. 




De segundos: Pescado de roca (Escórpora) con sanfaina, tomate y raviolis de Idiazábal (foto), muy bueno y Pichón con aceitunas de Kalamata, escalibada y raviolis de foie (foto), excelente. De postre una Sopa de piña y lima con raviolis de coco, menta y fruta de la pasión, muy refrescante.




Para acompañar esta excelente comida nos decidimos por un Maior de Mendoza 2009 un albariño sobre lías de la bodega Maior de Mendoza, SL. de Villagarcía de Arousa. Con suficiente cuerpo y complejidad para acompañar toda la comida. De color amarillo pajizo, brillante, con aroma intenso, en boca es fresco, sabroso y amplio, de largo postgusto y con equilibrada acidez. Es un albariño que expresa una intensa riqueza aromática, de marcado carácter frutal y floral. Es de agradecer su punto ácido en boca que aporta gran frescura al vino. Es un ejemplo de monovarietal bien elaborado, procedente de viñedos propios situados en el Salnés.

Hasta aquí todo fantástico, ahora hay que mencionar la parte menos buena: los petites fours eran muy mediocres, solamente para cumplir el expediente, y la infusión no estuvo bien ejecutada, tenía mucha agua y pocas hojas y éstas estaban en un estado lamentable. Lo que nos ha llevado a limar un poquito la nota final con algo de pesar por nuestra parte pero así son las cosas.

Precio aproximado 60 euros por comensal + bebidas. Fecha de la visita 28 de agosto de 2010.

PUNTUACIÓN: 7/7,5

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