(L195) Solaris (1961)
Stanislaw Lem, Solaris (1961)
Hoy os traemos
un clásico de la ciencia ficción, se trata de la primera traducción de la obra
de Stanislaw Lem (1921-2006) Solaris (1961), del polaco al español,
donde recupera sutiles cambios de estilos y de humor, además de un lenguaje de
términos inventados, juegos de palabras, jerga científica, que las anteriores
ediciones castellanas, procedentes del francés o inglés, ignoraban.
Argumento: El
personaje principal, el psicólogo Kris Kelvin, viaja de la Tierra a una
estación de investigación que está suspendida sobre el citoplasma del océano
que cubre un lejano planeta llamado Solaris. Este océano parece que contiene alguna
forma de vida. Los investigadores no pueden entender al océano o comunicarse
con él. Los investigadores que están en la estación en el momento de la llegada
de Kelvin (Snaut y Sartorius) se comportan de una manera extraña, su estado
mental parece estar perturbado por algo. El jefe de la estación - Gibarian - se
suicidó pocas horas antes de la llegada de Kelvin. Pronto aparece en
circunstancias no aclaradas, la esposa de Kelvin, Harey quien se quito la vida
hace años, de lo cual se siente responsable Kelvin. A pesar de que sabe que es
un cuerpo que se le parece, en realidad es otra persona, con el tiempo la
acepta y se enamora.
La presencia de
estas criaturas, extraídas de las profundidades de la memoria, resulta tortuosa
para los humanos, ya que están formados por neutrinos y parecen ser creaciones
indestructibles. Los protagonistas están tratando de determinar si se trata de
una forma de experimento llevado a cabo por el planeta, un inusual intento de
contacto, o la venganza del mar, a ataques realizados con rayos X por los
investigadores.
Una gran parte
del libro está dedicado a la historia de los primeros estudios del océano, Kelvin
se encuentra con colecciones de las bibliotecas de la estación. A partir de
estos estudios incluso se escinden en una rama separada del conocimiento,
llamada solarística. Por la lectura de
estas obras traba conocimiento con las descripciones de los distintos fenómenos
que ocurren en el océano y los intentos de los científicos de otras épocas para
explicar la naturaleza de la extraña sustancia.
“La modestia nos impide decirlo en voz alta,
pero a veces pensamos, de nosotros mismos, que somos maravillosos. Entretanto,
no queremos conquistar el cosmos, solo pretendemos ensanchar las fronteras de
la Tierra. Nos consideramos caballeros del Santo Contacto. Esa es otra
falsedad. No buscamos nada salvo personas. No necesitamos otros mundos.
Necesitamos espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Con uno, ya nos
atragantamos. Aspiramos a dar con nuestra propia e idealizada imagen”.1
“¿Quién nos ha
hecho esto? ¿Fue Gibarian? ¿Giese? ¿Einstein? ¿Platón? Eran todos unos
delincuentes, ¿sabes? Piensa que, en el interior de un cohete, el ser humano
puede estallar como una burbuja, o solidificarse, o cocerse, o vaciarse de
sangre tan rápido que no le dé tiempo ni a gritar; después, los huesecillos
golpearán las paredes de chapa, mientras dan vueltas por las órbitas de Newton
corregidas por Einstein; ¡son los sonajeros del progreso!”2
Comentario: la novela
presenta la hipótesis de que aún en el caso de encontrar vida extraterrestre
podría ser que no pudiéramos comunicarnos con ella. ¿Y si fuesen bacterias en
lugar de ese misterioso océano? Tampoco podríamos intercambiar nada. El ser
humano está condenado a una especie de soledad sideral; el universo y la vida
callan, tal vez para siempre.
Existen dos
adaptaciones cinematográficas que dudo mucho puedan dar una aceptable
interpretación de la complejidad de la novela de Lem. Son las de Andréi
Tarkovski de 1972 y la de Steven Soderbergh del año 2002.
NOTAS:
1. Stanislaw
Lew, Solaris, Impedimenta, Madrid,
2011, p. 117
BIBLIOGRAFÍA
Antonio Martínez Asensio, "Solaris", un clásico de la ciencia ficción, Cadena Ser, 09/01/2022 (Añadido el 01/11/2022).
Hola Tomas. Siempre espero y leo con placer los nuevos artículos de El surco del tiempo, y ahora me encuentro con Solaris, de Lem¡¡
ResponderEliminarEnhorabuena por tu trabajo.
Disfruto de mi “libertad”, pero no puedo evitar el pensar mucho en el agradable grupo de lectores de Olesa. Un besazo a todos.
En twiter (o como se escriba), Miquel escribe unos interesantisimos microcuentos.
La vida es curiosa, divertida, tierna, apasionante. Qué pena que la Cospe, el Rajao y esa panda no nos dejen disfrutar de ella.
Fanny