(G98) Cal Paradís (La Vall d’Alba, Castelló)
Durante estas
últimas vacaciones de semana Santa he visitado el único restaurante con
estrella Michelin de la provincia de Castellón. Cal Paradís está situado en la Avenida de Vilanova, 30 de la Vall
d’Alba en pleno corazón de la provincia y rodeado de almendros. A los fogones Miquel Barrera
y en sala su mujer Ángela nos ofrecen una cocina de temporada creativa que
mezcla con sabiduría el mar y la montaña que tan próximos tienen.
Además de la carta,
disponen de tres menús: el primero denominado de “los arroces”; el segundo
“tradición” y por último el más extenso “Gastromercat”. Nos decantamos por el
primero añadiéndole alguna aportación más, algún capricho mío fuera de la carta.
Aperitivos: Aceituna en
tempura de almendra con romesco. Cobertura ligera y crujiente con la gracia de
la almendra picada aunque la combinación con la aceituna no me convenció. Seguimos
con una Berenjena rebozada con miel y una Crema de patata, chirivía, remolacha
y boniato (foto).
Tirabeque con
guisantes y tocino (foto), rico. Para
finalizar con una Crema de puerro en clochina1 (foto), muy buena. Los aperitivos cumplieron.
Primeros: Tomate de
“penjar” con sardina de bota y ajos a la brasa (foto). Es un clásico de la casa. La escasa acidez de esta variedad
de tomate, rebajada aún más en su ejecución combina a las mil maravillas con la
salazón. Plato excelente.
Espárragos blancos
con una sopita de salazones, aguacate, tomate y lima (foto), exquisitos y muy suaves. Finalizamos los primeros con unos
Calamarcitos2 con alcachofas y pelota a la antigua (foto), plato delicioso.
Aquí intercalamos
unas excelentes Gambas de Denia a la plancha (foto), muy ricas. Me habían explicado hace años que la gamba roja
(Aristeus antennatus) es la misma en
todas partes, desde Palamós (Girona) hasta Garrucha (Almería). Y que si algo
diferencia a las de Denia es el cuidado con el que se tratan en los barcos para
evitar roturas de sus cabezas y contrastes bruscos de temperaturas, porque se
llegan a capturar a 700 metros de profundidad, en aguas muy frías. Sin embargo
a mi me parecen más finas en cuanto a gusto y a nivel físico en cuanto a la
dureza de su caparazón.
El plato de arroz
de pescado, consistió en un Arroz de galeras, alcachofas y pulpitos (foto), muy gustoso pero demasiado al
dente para mi entender, le faltaba tiempo de cocción. Lástima lo que pudo haber
sido una comida redonda. Me he llevado una pequeña decepción; los arroces no
los han ejecutado bien en los sitios que he comido de Castellón.
Postres: Gelée de naranja
amarga y crema de almendras con crujiente de galleta (foto). Elementos del entorno próximo dominando la almendra sobre
el cítrico. Bueno. Crujiente de hojaldre, mouse de chocolate blanca y frutas (foto), muy suave.
Con los aperitivos
tomamos una excelente cerveza artesana La
Socarrada de Xàtiva, hecha con romero y miel de romero. Con la comida un
verdejo suave y muy aromático Bianca 2012
de las Bodegas Nilo, DO Rueda, con aromas herbáceos y ligeras flores blancas,
refrescado con aromas a cítricos, y un final algo dulce (melocotón). Un vino
bien estructurado, elegante y fresco, que acompañó perfectamente la comida compuesta
casi en su totalidad por verduras y pescado.
Pan rústico
blanco, en gruesas rebanadas que se prestaba a mojar en el aceite local de
calidad Pla de l’Arc. Para finalizar
un té verde acompañado por un pa de pessic
con un inconfundible sabor a almendra.
Precio de la
comida entre 50 euros por persona + bebidas. Fecha de la visita 4 de abril de
2015.
PUNTUACIÓN: 7-7,5
NOTAS:
1.- “Clochina” en
valenciano, concha en castellano. En este caso se trataba de mejillón.
2.- En valencià
“Polps”.
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