(L270) Eichmann y el holocausto (1964)
Hannah Arendt, Eichmann y el holocausto (1964)
El siguiente comentario
es en su mayor parte un extracto del famoso libro Eichmann en Jerusalén (1964) de Hannah
Arendt (1906-1975) que fue una
filósofa y pensadora de origen judío emigrada a los Estados Unidos a quien la
revista The New Yorker le encargo que
siguiera el juicio del nazi Eichmann quien había sido capturado en Argentina
por el Mosad y enviado a Israel para juzgarlo.
Argumento: Se nos
explica el inicio del juicio contra Adolf
Eichmann (1906-1962) en Jerusalén y empezamos a saber cosas sobre él y su
carrera. Cómo y porqué Eichmann ingresa en la SD (Servicio de seguridad de las
SS). En 1933 se excluye a los judíos de los cuerpos de funcionarios del Estado.
En 1935 se dictan las leyes de Núremberg que los privan de sus derechos
políticos pero no de los civiles. Encargan a Eichmann las relaciones con las
instituciones judías, se documenta, incluso lee algún libro sionista. Con la
ocupación de Austria en 1938 se dedica a ayudar a emigrar a los judíos a cambio
de divisas.
Eichmann se
atribuye durante el juicio la invención de la creación de “los fondos de
emigración” y de los “guetos” pero ambas fueron ideas de Reinhard Heydrich.
Tampoco era suyo el plan Madagascar de crear un país donde pudieran emigrar los
judíos. Aunque era un jactancioso se sabe de sus dificultades para hablar y
pensar en un caso moderado de afasia, solamente se expresa mediante frases
hechas. Posee mala memoria, no recuerda nada que no sea concerniente con su
carrera y se consuela con clichés sobre su papel en el exterminio judío. Nunca
había tomado una decisión, siempre actuaba “amparado” por las órdenes
recibidas.
El atentando
contra Hitler de 1944 fue realizado por gente afín al partido. No se plantean
las atrocidades cometidas a los judíos. Reck-Malleczewen, Diario de un desesperado (1947). Goerdeler y su respuesta al
problema judío. Las frases de los discursos de Himmler:
“La orden de
solucionar el problema judío es la más terrible orden que una organización
podía jamás recibir. Sabemos muy bien que lo que de vosotros esperamos es algo
sobrehumano, esperamos que seáis sobrehumanamente inhumanos” (…) Lo que se
grababa en las mentes de aquellos hombres que se habían convertidos en asesinos
era la simple idea de estar dedicados a una tarea histórica, grandiosa, única
“una gran misión que se realiza una sola vez en dos mil años”, que, en
consecuencia, constituía una pesada carga. (…) Por esto, los asesinos, en vez
de decir: “¡Qué horrible es lo que hago a los demás!”, decían: “¡Qué horribles
espectáculos tengo que contemplar en el cumplimiento de mi deber, cuán dura es
mi misión”.1
Las primeras
cámaras de gas son del año 1939 y tienen una función eutanásica en referencia a
los enfermos mentales. Estos equipos operaran en el frente del Este. Se hablaba
de especialista de la muerte sin dolor. Actuaron con soldados alemanes heridos.
La conferencia de Berlín de 1942 en la que se propone la “Solución Final”,
Heydrich esperaba tener que vencer grandes dificultades pero solamente le
presentaron problemas logísticos de transporte. Eichmann era el de más baja
posición en aquella reunión. “Eichmann o sus subordinados informaban a los
consejos de decanos judíos del número que necesitaban para cargar cada convoy,
y dichos consejos formaban las lista de deportados. Los judíos se inscribían en
los registros, rellenaban infinidad de formularios, contestaban cuestionarios
referentes a los bienes que poseían para permitir que se los embargaran más
fácilmente, luego acudían a los puntos de reunión, y eran embarcados en los
trenes. Los pocos que intentaban ocultarse o escapar fueron cazados por una
fuerza especial de la policía judía”.2
La ayuda de los
dirigentes judíos en el exterminio de su pueblo. Raul Hilberg, The Destruction of
the European Jews (1961); H.G. Adler, Theresienstadt
1941-1943 (1955). ¿Por
qué colaboró aquella gente en la destrucción de su propio pueblo? La escasa
oposición interna de los alemanes ante el nazismo, como mucho algunos no
participaban en la vida pública. Algunos se declararon “suavizadores” de las
condiciones de vida de los judíos. Los judíos de categorías especiales y
recomendados eran destinados al campo de Theresienstadt sobre todo los famosos
que tenían contactos con el exterior, todo ello en detrimento de los judíos de
base.
Arendt critica la
prisa que se dieron en Israel en ejecutar a Eichamann, solamente dos días
después de la denegación de clemencia. Martin Buber protesta por la ejecución a
la que califica de error. Eichmann se dirigió al patíbulo con gran dignidad. La
terrible “banalidad del mal”, cualquiera cumpliendo órdenes podía haber hecho
algo parecido.
Epílogo: La
discriminación legalizada en las leyes de Núremberg de 1935 y la emigración
forzosa a partir de 1938 ya constituía delitos contra la humanidad. El delito
no era contra el pueblo judío sino contra la humanidad por lo tanto debía ser
juzgado por un Tribunal Internacional (Karl Jaspers). La monstruosidad de los
hechos queda minimizada ante un tribunal que únicamente representa a un Estado.
La posible repetición de los hechos en el futuro.
Para Arendt el
tribunal de Jerusalén fracasó al no abordar tres problemas: 1) Parcialidad
propia de un tribunal formado por vencedores que no admitió testigos de la
defensa. 2) No se soluciona que el delito contra los judíos pudiera constituir
algo más grave contra el género humano en general. 3) No se estableció el
perfil del nuevo delincuente al que se tenía que juzgar.
El libro de Hannah
Arendt fue criticado incluso antes de salir. Sobre todo por el papel de los
dirigente judíos y su colaboración con los nazis, primero en la emigración y
luego en el exterminio. Este papel de los dirigentes judíos en la destrucción
de su propio pueblo es para los judíos sin duda el capítulo más oscuro en toda
su oscura historia. Y por su concepto de “banalidad del mal”. Eichmann no era
un criminal, ni un monstruo, sino un burócrata que hizo demasiado bien su
trabajo en lo que denominaban “matanzas administrativas”. «Que un tal
alejamiento de la realidad e irreflexión en uno puedan generar más desgracias
que todos los impulsos malvados intrínsecos del ser humano juntos, eso era de
hecho la lección que se podía aprender en Jerusalén. Pero era una lección y no
una explicación del fenómeno ni una teoría sobre él.» nos dice Arendt.
Otro aspecto
polémico es la razón de Estado y los actos ejecutados en cumplimiento de
órdenes superiores. Eichmann actuó bajo la legalidad imperante en Alemania y
ejecutó las órdenes recibidas. Arendt nos dice al final del libro que “El
objeto del presente informe ha sido determinar hasta qué punto el tribunal de
Jerusalén consiguió satisfacer las exigencias de la Justicia”.3
NOTAS:
1. Hannah Arendt, Eichmann y el holocausto, Taurus,
Madrid, 2012, pp. 54-55.
2. Ibídem., pp. 68-70 y 73-77.
He mirat el teu comentari. Sens, dubte interesant. Ara bé, com llicènciada en Història, aquest plantajaments són propis del pensamente historic, intrinsic a posar en dubte el bé i el mal.
ResponderEliminarLa societat en si mateixa aplica la llei i no pas la justicia, perqué la justicia requereix d'una amplitut de miras molt complicada d'aconseguir per un persona de poble, del carrer... ens faltan dades, informació, conoxeiments per poder valorar del tot la situacions.
Per qué mai no es va produir ni una sola voladura en les vies que anaven cap els camps de concentració?
Si no es produit l'atac japonès, EEUU, es entrat a la II Guerra Mundial?
Portser, la I i II Guerras Mundials, són més dos grans Guerras Cvils europeas?
Tots, saben que la història l'escriu qui la guanya?
Tan injustificable es l'holocaust jueu com les bombes atómiques? Però, la proporció de crítica no es pas la mateixa.
Margarida