(L345) Sobre la felicidad a ultranza (1999)


Ugo Cornia, Sobre la Felicidad a ultranza (1999)

Segunda novela que os traigo de este “joven” escritor italiano. Se trata de Ugo Cornia (Módena, 1965). A pesar de las pérdidas y contrariedades a que nos lleva la vida. El libro destila un optimismo y una riqueza de sentimientos digna de tenerse en cuenta. En Italia obtuvo el Premio Bergamo.

Argumento: Ugo, el narrador protagonista, nos habla de la muerte de su tía cuando él tenía veintisiete años. Todos los valores que tenía hasta entonces se fueron con su tía. Recuerda la excusión que hicieron un día a la pequeña iglesia de Rotan donde está enterrado un hermano de la tía llamado Teodoro Ferrari quien se hizo capellán y murió muy joven de unas fiebres en las Misiones.

Ugo, el protagonista, no se siente preparado para la desaparición de sus seres queridos (¿Y quién se siente?). Nos habla de Lalli un viejo comunista amigo de su padre y de Brown un perro vagabundo que cada fin de semana viene a visitarlos a su casa de la montaña.

Cuenta su primera experiencia sexual completa en un tono divertido y con toques humorísticos. Parece que ella tiene más experiencia y toma la iniciativa. Pasan unos días y como no puede callárselo se lo cuenta todo a su madre. Tienen más encuentros en casa de ella cuando no están sus padres. Luego llega el verano, ella se va la playa y él a la montaña y todo se difumina.

Nunca llegó a imaginarse la muerte de su madre. Le hubiera gustado que la felicidad se pudiera guardar como el dinero para tirarla luego en momentos en que se necesita. Con su padre nunca ha hablado de temas sexuales. El humor y temperamento de su padre y de él son casi idénticos. Se encienden rápidamente en una discusión pero luego se apagan sin guardarse odio. La enfermedad de su padre empieza con un simple dolor en el costado. A los cinco meses muere. Su padre a pesar de ser la única persona atea que conoce siempre estuvo en gracia con el mundo. Duerme cuatro horas y tiene una energía y vitalidad asombrosas. Siempre fue un ser que vivió y se sintió libre.

El padre tiene la afición de recoger cacharros. Los padres del narrador murieron muy seguidos y antes de llegar a la jubilación para la que tenían muchos planes. Ugo tiene una novia y no sabe cómo dejar la relación cuando el amor se ha acabado.

“con tres horas de llantos y abrazos durante los cuales piensas que querrías morirte (aunque tampoco es necesario vivir así); lo bonito que sería, mientras lloras fundido en un abrazo, consolarte pensando que dentro de unos años, cinco, seis, diez, ya no te acordaras de una manera nítida de aquel berrinche. (…) Y caerás en la cuenta de que por mucha y por muy densa que sea la tristeza, con el tiempo se va haciendo cada vez más tenue y acaba cayendo en el olvido. Este tipo de razonamientos eran para mí tan alentadores que me puse a adelantar a todo el mundo porque tenía verdaderas ganas de ir a toda pastilla”.1

Ugo tiene momentos alucinatorios en los que ve pasar fugazmente a su padre montando una bicicleta cuando ya lleva tiempo muerto. A la madre la lleva dentro de sí y se pelea continuamente con ella...

Comentario: El recuerdo de los seres queridos, aunque estén muertos, acompañan al protagonista de esta peculiar novela autobiográfica. Aunque esté solo no se siente así y los recuerdos que tiene de ellos desgranan pequeños átomos de felicidad que le ayudan a seguir viviendo. Su prosa es desenfadada, descuidada pero a la vez hermosa, casi tirando a naif. Una manera de escribir tan coloquial pero profunda a la vez y tan divertida -como si el libro te estuviera hablando mientras tomas con él un café-.

Aunque los temas que trata son los de la pérdida, el regusto que nos deja su lectura no es ni mucho menos amargo. Se trata de una visión optimista de la vida en las que las personas que faltan te regalan su aliento y sus vivencias para poder seguir viviendo.

“Y pensaba que lo fundamental de un amor es no darse cuenta siquiera de que existe, no darle nunca demasiadas vueltas. De lo contrario, es el final de la feliz despreocupación, que te mata cada vez que hay algo que te mata”.2

NOTAS:

1.- Ugo Cornia, Sobre la felicidad a ultranza, Periférica, Cáceres, 2011, p. 151.

2.- Ibídem, p. 170.

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