(G145) Restaurante Marea Alta (Barcelona)
En la planta 24 de
la Torre Colón en las Atarazanas de Barcelona, junto al puerto, se encuentra el
restaurante Marea Alta, Avinguda
Drassanes, 6-8. Allí ofician dos especialistas: junto al japonés Hideaki
Yoshioka, responsable de las brasas, está el francés Arthur Sotto, que trabajó
en París junto al gran Pierre Gaignaire.
Su especialidad
son los pescados a la brasa y los ahumados. Ofrecen una diversidad muy
interesante de propuestas: el pescado a la brasa del Norte, los mar y montaña
de Cataluña, los guisos menorquines, la fritura del Sur, el marisco de Galicia
y tantos otros.
No acabamos por
decidirnos por ninguno de los dos Menús degustación que ofrecen, así que fuimos
directos a probar su carta. Como aperitivo nos sirvieron un caldo de pescado al
estilo japonés muy picante. Al igual que la galleta del final tenía escaso
interés.
De primeros pedimos
un Consomé de calçots
a la brasa con pescado azul (foto),
muy finos. Seguido de Nuestra gamba al ajillo (foto), Muy bueno. Se trata de un tartar marinado con una galleta
de gamba por encima y una guindilla.
Los segundos fueron
ya platos de más consistencia. Nuestra berza gaditana (foto). Es un guiso de raya con garbanzos y ortiguilla. Bueno.
Aprovechando que es temporada pedí una Lamprea a la Bordelesa (foto) acompañada de arroz chifa con su
atadillo de hierbas aromáticas. Excelente y singular plato. Había leído mucho
sobre las bondades de este prehistórico animal y del culto que se le tiene en la
cocina francesa, pero nunca lo había probado hasta hoy. Este procede de
Galicia. Guisado con su sangre y vino tinto. Me ha sorprendido su suavidad.
Creía que sería de gusto más fuerte, más parecido al civet de jabalí.
Pasamos a los
postres que asesorados por el especialista Jordi Butrón no dejan indiferente a
nadie. Tarta de almendra y albaricoque al Amaretto con espuma de almendras
amargas (foto), en tres recipientes.
Riquísimo.
El pan fue excelente,
de corteza firme y crujiente. Lástima que no nos ofrecieran ningún aceite para
acompañarlo. No tomamos cafés.
Para beber pedimos
como aperitivo una cerveza roja, afrutada, la Malquerida, una nueva cerveza
Damm de los hermanos Adrià. Con flor de Jamaica, naranja, maíz, trigo y, por
supuesto, lúpulo que Ferran Adrià califica de “sensual” por su intenso color
rojizo. Con el plato de pescado una copa de vino blanco francés, un Macabeo de
la zona del Rosellón. Y con los postres un excelente vino dulce. Se trata de Jorge Ordoñez nº 2. D.O Málaga-Sierras
de Málaga. De uno de los creadores más famosos de vinos dulces del mundo, el
austríaco Alois Kracher, nos ofrece esta selección de las mejores uvas de
moscatel de Alejandría, un vino fresco, de agradable textura y largo sabor, que
evoca la calidez del soleado sur malagueño.
Las vistas de la
ciudad (foto) y del puerto son
magníficas a la luz del atardecer. El sol se filtró por los ventanales del local
proporcionándonos un agradable calorcillo que compensaba con creces el desapacible
día exterior de pleno invierno. El pescado es, sin lugar a dudas, de lo mejor y
más fresco que se puede encontrar en la ciudad.
Precio 60/80 euros
por persona + bebidas. Fecha de la visita el 3 de febrero de 2018.
PUNTUACIÓN: 7-7,5
Hola, Tomás:
ResponderEliminarPor fin tengo móvil y no ando cambiando de uno a otro. Ya puedo seguir con normalidad tus correos.
Me ha encantado la presentación y selección de los platillos. Tenían que estar muy sabrosos. Qué bien que nos hagas estos comentarios tan interesantes y buenos.
A ver si puedo ir un día, aunque está muy en cola. Jajaja
Un abrazo
Adelaida
Hola!
ResponderEliminarJo vaig ser-hi per un dinar d’empresa per Nadal.16. No acostumo a freqüentar aquest tipus de restaurant, i reconec que el menú va ser espectacular, encara que força escurat. Les vistes eren magnífiques, no podies deixar de contemplar Barcelona. Van fer una bona sobretaula, que ens va permetre gaudir d’un capvespre fantàstic amb aquelles vistes impressionants.
Si torno intentaré que sigui per sopar. De nit també ha de ser una meravella.
Felicitats pel teu blog, pel temps que ens dediques i la il·lusió que contagies per la bona literatura.
Cris.