(L693) Historia de los musulmanes de España - Volumen II - Cristianos y renegados (1861)
Reinhart P. Dozy, Historia de los musulmanes de España (1861)
A este gran estudioso del
Islam en España le debemos el hallazgo de interesantísimos documentos que han
ofrecido luz sobre el gran esplendor de la cultura árabe en España. Reinhart P. Dozy (1820-1883),
además de escribir este monumental tratado de Historia, encontró en la
Biblioteca de Leiden los manuscritos de El
collar de la paloma (1023) de Ibn Hazm y la Historia
de los reyes de al-Ándalus y del Magreb (s. XIII) de Ibn Idari al-Marrakuixí.
La presencia del islam en
la península ibérica en la Edad Media, establecida con el nombre de Al-Ándalus,
se puede periodizar en las siguientes
etapas:
711-726. Invasión de la
península ibérica bajo el Califato de Damasco. (Volumen I)
711-756. Valiato
de al-Ándalus. (Volumen I)
756-929. Emirato de
Córdoba, tras la proclamación como emir independiente del omeya Abd al-Rahman
I. (Volumen II)
929-1031. Califato de
Córdoba, a partir del califato proclamado por Abd al-Rahman III. (Volumen III)
1031-1090 Período de las
taifas, o reinos islámicos independientes en Al-Ándalus tras la fragmentación
del califato cordobés. (Volumen IV)
1090-1144. Imperio
almorávide.
1144-1172. Segundos
reinos de taifas.
1172-1212. Imperio
almohade.
1212-1238. Terceros
reinos de taifas.
1238-1492. Reino nazarí
de Granada.
El libro de Dozy va desde
la invasión musulmana (711), con unos antecedentes detalladísimos del origen de
la religión musulmana en Arabia, hasta el fin de los primeros reinos taifas
(1090). Es un libro de acontecimientos políticos que no sociales, ni
culturales. En cuanto a lo nombres árabes de los personajes más importantes los
he actualizado siempre que me ha sido posible y los he enlazado para
proporcionar más información.
SINOPSIS – Volumen II –
Cristianos y renegados.
I.- La sociedad de la
península estaba compuesta, antes de la llegada de los musulmanes, por unos
pocos ricos latifundistas, una clase media empobrecida, los colonos ligados a
una tierra que cultivan y los numerosísimos esclavos. Sus condiciones de vida eran
tan pésimas que muchos huyen al monte. En este estado de decadencia los
bárbaros (suevos, vándalos y alanos) cruzaron los Pirineos (409) sin oposición.
Los germanos asolaron ciudades y campos. Los visigodos que venían detrás aún
fueron más crueles. El clero arriano y católico intenta contemporizar, formar y
civilizar a éstos reyes haciéndoles ver los beneficios del orden y de la
civilización. Los obispos una vez en el poder se olvidan de la liberación de
los siervos. La clase media sigue arruinada. El año 587 Recaredo abraza el
catolicismo. El año 616 bajo el reinado de Sisebuto comenzaron las
persecuciones a los judíos y las conversiones forzosas. Una conspiración
descubierta el año 694 en el Concilio de Toledo hace que se les quite los
bienes y la libertad.
II.- La España visigoda
estaba desmembrada. Un ejército de doce mil hombres al mando del general Tarik-ibn-Zeyad
proveniente de Ceuta venció al ejército de Rodrigo. Los hijos de Witiza no lo
apoyaron suficientemente. Después de la derrota y desbandada los árabes ocuparon
Écija, Córdoba, Archidona y Elvira llegando hasta Toledo donde Oppas uno de los
hermanos de Witiza fue nombrado gobernador. Los judíos, antes sometidos, se
pusieron del lado de los árabes. Esto fue el 17 de julio del 711. Desconcertado
Muza ibn Nusair,
pues hubiera querido conquistarla él, pasó el estrecho en junio del 712 con un
ejército de dieciocho mil hombres tomando Medina Sidonia, Carmona, Sevilla y Mérida.
Fue camino de Toledo muy indignado con su general. Los siervos continuaron
cultivando la tierra y entregando una parte a los nuevos dueños. Los cristianos
firman acuerdos ventajosos como los de Teodomiro a cambio de un tributo. Muchos
esclavos se emanciparon al abrazar el islam. Estos eran los llamados
“renegados” que no tenían acceso a los cargos importantes y se les trataba
despectivamente. Lo que los llevaría más adelante a rebelarse.
III.- El hijo de Abderramán I (Abd al-Rahmán I al-Dājil), Hixem
(Abu al-Walid Hisham al-Rida), era un virtuoso y practicante del islam,
favorecedor de Malic-ibn-Anas
y sus doctrinas (Los malaquitas). A la muerte de Hixem (796) tiene gran
influencia en la corte el clérigo malaquita Yahya-ibn-Yahya. Haquem I (Abū al-‘Āṣ al-Hakam b. Hišām) tuvo
que reprimir una rebelión de faquíes y renegados el 805. Ante la rebeldía de
Toledo nombra gobernador a un local: Amrús (807) quien se ganó a los toledanos
fingiéndose adicto a la causa nacional. En la llamada “Jornada del
foso”, mediante un engaño eliminó a los vecinos más ricos e influyentes de
la ciudad.
IV.- Durante unos años
los renegados de Córdoba permanecieron tranquilos al recordar lo que les había
sucedido a los toledanos, pero cuanto Toledo se sacudió nuevamente el yugo
volvieron a rebelarse contra Haquem, el tercer emir, nieto de Abederramán I. Era
el año 814. Viéndose en dificultades ante el asedio de su castillo mandó
incendiar el Arrabal con lo que el pueblo retrocedió para salvar a sus mujeres
e hijos y fue vencido. Haquem destruyó el Arrabal y expulsó a quince mil
habitantes, pasando estos a Alejandría y luego a Creta (826), fundando una
dinastía Abu-Halz Omar
al-Balluti que reinó hasta el 931 cuando los griegos reconquistaron
la isla. Otros ocho mil se refugiaron en Fez, una nueva ciudad que el príncipe
Edris hizo construir. Haquem fue más benévolo con los faquíes (sabios, ulemas),
a muchos de ellos los perdonó.
V.- A Haquem lo sucedió
su hijo Abderramán II
(Abū l-Mutarraf ‘Abd ar-Rahmān ibn al-Hakam) y nunca la corte de los sultanes
españoles fue tan brillante. Durante toda su vida se dejó dominar por un faquí,
un músico, una mujer y un eunuco. El faquí era el berberisco Yahya que había
participado en las revueltas del Arrabal. El músico era Ziryad,
huido de Bagdad por las envidias que despertaban su gran talento. Sabía de
memoria diez mil canciones, además de astronomía y geografía. Era un hombre superior,
marcaba el gusto en el vestir y en el comer. Inventó platos que conservaron su
nombre. La mujer era la sultana Tarub, hecha para la intriga y devorada por su
sed de oro. El eunuco se llamaba Nazr y odiaba a los cristianos. Esta era la
corte. El país no estaba tranquilo pues había revueltas en Toledo, Murcia y
Mérida. Abderramán II mandó al omeya Mohammed ibn-Wasin, gobernador de la
frontera, sitiar la ciudad de Toledo (834). No pudiendo conquistarla hasta el
837 cuando el hermano de Abderramán II, Walid, lo consiguió.
VI.- Los cristianos de
Córdoba apreciaban más la cultura musulmana y escribían mejor en árabe que en
latín. Han olvidado a los clásicos latinos. Los sacerdotes cristianos como Eulogio,
uno de los más ilustrados, tenían una idea equivocada de la religión mahometana
considerándolos paganos. Sufren las vejaciones del populacho lo que les hace odiar
profundamente a los musulmanes. El caso de la cristiana Flora y su encuentro
con Eulogio que se enamora de ella.
VII.- La ejecución del
santo cristiano Perfecto y su profecía sobre la inminente muerte del eunuco
Nazr quien poco después muere envenenado en un complot. Los musulmanes
castigaban cualquier ofensa a Mahoma con la muerte. Once sacerdotes cristianos
se ofrecen al martirio insultando a Mahoma. Ante este clima de fanatismo Abderramán
II manda que se celebre un Concilio de Obispos.
VIII.- Gómez, funcionario
cristiano enviado por el califa exhorta a los obispos a que detengan y condenen
a los mártires. Éste consigue que se prohíban futuras acciones. Eulogio y otros
obispos continúan defendiendo el martirio, siendo presos. En la cárcel se
encuentra nuevamente a Flora que había estado en un convento con María, hermana
de unos de los monjes muertos. Las dos mujeres son sacrificadas y Eulogio y
Saúl puestos en libertad (815). Estimulados por Eulogio muchos cristianos
insultaron a Mahoma y perecieron en el cadalso. Muere Abderramán II
súbitamente. Los eunucos del palacio eligen a Abdallah frente al otro hermano,
Mohammed. Pero el piadoso musulmán Abu-‘l-Mofrih les hace cambiar de idea ya
que Abdallar es odiado por el pueblo. Realizan una estratagema para que
Mohammed pueda entrar en el palacio de su padre sin levantar sospechas: lo
visten de mujer.
IX.- Una vez en el trono,
Mohammed I
da muestras de tener un espíritu frío y egoísta, además de ser un avaro. En su
rigor religioso, junto al renegado Gómez, derribaron muchas iglesias. Los
toledanos se alzaron en armas y tomaron Calatrava (853) llegando hasta Andújar.
El mismo Mohammed tuvo que salir a combatir a los toledanos a cuya cabeza
estaba Sindola (854) ayudado por fuerzas del rey de León al mando de Gatón,
conde del Bierzo. Entre las rocas del Guadacelete, Mohammed cortó ocho mil
cabezas. Una vez sometida Toledo en una segunda acometida, volvió a Córdoba y
ejecutó a Eulogio, por insultar a Mahoma y a Leonicia por apostasía.
X.- En la zona montañosa
de Regio cuya capital era Archidona la población era casi exclusivamente
española. Toledo volvió a libertarse. En Aragón gobernaba la antigua familia
visigoda de los Beni-Casi, aliados
con el rey de León, Alfonso III, y en el sur Ibn-Merwan,
ofendido por el primer ministro Hachim, huye a Mérida y luego a Badajoz. Hachim
sale a combatirlo, pero con la ayuda de los leoneses lo derrota y lo prende
enviándolo al rey de León donde estuvo dos años hasta que pagó el rescate. El
califa se vio obligado a ceder Badajoz a Ibn-Merwan.
XI.- Omar (Omar ibn-Hafsún), hijo de un
hidalgo campesino, altivo y de fuerte carácter procedente del distrito de
Regio, formó una partida y se hizo fuerte en un castillo que reconstruyó. Después
de larga resistencia fue rendido por Hachim y llevado a Córdoba. El sultán lo
incorpora a su ejército desatancándose en las incursiones contra los Beni-Casi
y Alfonso III el rey de León. Como a su vuelta son maltratados se vuelven a
Bobastro (884) donde recupera la fortaleza. Dos años después Mondhir (Al-Múndir de Córdoba) lo
atacó (886) pero tuvo que volverse a Córdoba por la muerte de su padre. Omar se
convierte en el rey del Mediodía. Mondhir conquistó Archidona y se dirigia a
Bobastro pero murió prematuramente. Su hermano Abdallah (Abdalá I de Córdoba),
presunto instigador de su muerte, vino a llevarse el cuerpo a Córdoba.
XII.- Abdallah no solo
tiene que hacer frente a las partidas de Omar sino también al descontento de
árabes y cristianos. Sanwar reúne a los árabes y derrota a los cristianos en el
Monte Sacro. Los españoles pidieron ayuda a Djad de Elvira, gobernador de la
provincia quien también fue derrotado. Tuvo que intervenir el califa pidiendo
una tregua a cambio de la dirección de negocios en la provincia. Tomada por los
españoles y recobrada por los árabes, la Alhambra no era más que una ruina
majestuosa. Sitiada por un ejército de veinte mil hombres, Sanwar sale a
combatirlos a campo abierto derrotándolos. Los cristianos tienen que refugiarse
y pedir protección a Omar-ibn-Hafsún. Sanwar va ampliando su ejército con
árabes de Jaén y Regio derrotando a Omar pero a la vuelta muere en una
emboscada de los habitantes de Elvira. Los árabes confían el mando a
Said-ibn-Djudi (890) a quien le atribuían las cualidades que todo caballero
debe poseer: la generosidad, la bravura, el entero conocimiento de las reglas
de equitación, la belleza corporal, el talento poético, la fuerza física, el
arte de manejar la lanza, el de construir armas, y la habilidad en el tiro del
arco. También era el más tierno y el más galante. Ninguno se enamoraba con
tanta facilidad de una voz o de unos cabellos, ninguno apreciaba mejor el poder
seductor de una hermosa mano.
XIII.- Los habitantes de
Sevilla eran en su mayoría descendientes de romanos y visigodos. Comerciantes
ricos gracias al puerto. Renegados del cristianismo pero pacíficos. Temían a
los árabes de la campiña que codiciaban sus riquezas. Coreb-ibn-Khaldun era el
jefe de una familia principal árabe que intenta revelar a los suyos contra la
monarquía omeya. Incita a los bereberes
de Mérida para que saqueen la ciudad y los alrededores y otro tanto hizo con Ibn-Merwan
(Ibn Marwán al-Yiliqi) de Badajoz. Con la ayuda de un renegado,
Mohammed-ibn-Galib contienen a los partidarios de Coreb. El califa envía a su
cliente Djad con el propósito de acabar con Ibn-Galib y así congraciarse con
los árabes. Al enterarse de su muerte, los renegados sevillanos quieren matar a
su hermano Omeya. Djad corre en su ayuda y logra salvarlo a él y al príncipe
Mohammed. Vuelven a Córdoba pero Djad, temeroso de que el sultán lo sacrifique
para tener una paz con Ibn-Hafzun, se vuelve a Sevilla para buscar la
protección de su hermano pero en el camino perece al ser reconocido por los
hermanos de Ibn-Galib. Omeya para vengar la muerte de su hermano saquea a todos
los españoles, cristianos o musulmanes dondequiera que se hallaran. La
carnicería fue horrible.
XIV.- La ruina de los
renegados de Sevilla favoreció a la aristocracia árabe: los Khaldun y los
Haddjadj que se alzan contra Omeya quien conminado a abandonar la ciudad
prefiere quedarse y morir luchando (891). Los gobernadores que enviaba el
califa Abdallah (Abdalá I de Córdoba) eran
ninguneados. Incapaz de controlar el territorio, cada árabe, berberisco o español
se había apropiado de una parte. El enemigo más temible que tiene el sultán es Ibn-Hafzun
(Omar ben Hafsún) pues su poder se extendía más allá de la capital. Las
fortalezas más importantes al sur del Guadalquivir son de Ibn-Hafzun. La ciudad
de Córdoba y el sultán están desanimados temiendo un asalto.
XV.- El sultán viéndose
acorralado decide salir a combatir a Ibn-Hafzun. Es su última oportunidad
aunque son menos en número obtienen una victoria inesperada en el castillo de
Polei, poniendo en fuga a Ibn-Hafzun y los suyos. Matan a los cristianos que no
se quieren convertir. Sitian la villa de Écija y la derrotan por falta de
víveres. A continuación se dirigen a Boabastro pero en esta zona montañosa
Ibn-Hafzun es invencible y deciden volver a Córdoba victoriosos.
XVI.- Esta victoria dio
algo de tranquilidad al sultán y a los cordobeses pero Ibn-Hafzun seguía teniendo
fuerza. Recupera Archidona (892), Elvira y Jaén y derrotó a los árabes de
Granada, creando una gran discordia entre ellos. El sultán realiza pequeñas
razias para cobrar tributo. Sevilla, donde están Coreb e Ibrahim, se le
resiste. Sin embargo pronto se pelean quedando Ibrahim como único jefe de la
provincia. Omar Ibn-Hafzun se ha hecho bautizar y llamar Samuel por lo que ha
perdido el apoyo de algunos musulmanes que estaban a su lado. Se decide a
atacar al general Ibn-Abi-Abda a quien derrota por la mañana pero al
perseguirlo para humillarlo es derrotado por la noche. El sultán enfurecido
mata a los rehenes de Ibn-Hafzun con el que tenía un tratado de paz pero bien
aconsejado por Bard devuelve al hijo de Ibn-Haddjadj, para congraciarse con los
árabes, quien agradecido le rinde tributo. Por otra parte la corte sevillana de
Ibn-Haddjadj es de lo más exquisito pues sabe rodearse de músicos y poetas.
XVII.- Sin el apoyo de
Sevilla otras ciudades rebeldes volvieron a la obediencia. Gracias a los
consejos de Bard, a quien el sultán hizo visir, se pudo vivir un período de
tranquilidad. En el Mediodía su ejército tomó Jaén, Cañete, Archidona, Luque,
Baeza. Los habitantes de Iznájar se pasaron a su bando sublevándose contra su
señor Fadhl-ibn-Salama. En Córdoba se miraba el porvenir con más esperanza.
Abdallah murió en el 912 a la edad de sesenta y ocho años. Su heredero es su
nieto Abderramán que sólo tiene veintidós años. Su padre Mahommed fue asesinado
por su hermano Motarif a instancias del padre Abdallah. La aristocracia árabe
ha perdido a sus líderes más significados: Coreb-ibn-Khaldun e
Ibrahim-ibn-Haddjadj. El partido español también estaba cansado de la guerra y
del desorden civil. Ibn-Hafzun tiene que contratar berberiscos de Tánger para
su ejército. En la primavera del 913 Abderramán III
(Abd al-Rahmán ibn Muhámmad) toma el mando del ejército para someter Jaén y
Elvira que son pacificadas en tres meses. Le toca el turno a Servilla. Muerto
Ibrahim le sucede su hijo Abderramán que muere y toma el mando su primo
Ahmed-ibn-Maslama. El otro hijo de Ibrahim, Mohammed, está en Carmona pero le
convencen de que los tiempos han cambiado y se dirige a Córdoba (914) para
unirse al Sultán en una expedición a la serranía de Regio. A los cristianos que
se van rindiendo los respeta.
XVIII.- La muerte vino a
librarlo de su mayor enemigo, Ibn-Hafzun (917) que dejó cuatro hijos que
mantuvieron Boabastro libre hasta que el sultán los derrotó uno por uno y tomó
la ciudad (928). La serranía estaba pacificada. Ese mismo año toma Alicante.
Después se somete Mérida y Beja. Badajoz, donde reinaba un descendiente de
Ibn-Merwan, tuvo que ser sitiada todo un año (930). Ya solo le quedaba por
reducir Toledo cuyo sitio duró dos años. Abderráman consiguió, por un cierto tiempo, la fusión de todas las razas de la península en una nación.
BIBLIOGRAFÍA
Reinhart P. Dozy, Historia de los musulmanes de España. Tomo II,
Cristianos y Renegados, Editorial Turner, Madrid, 1982.
Evariste Leví-Provençal, España musulmana (711-1031). Instituciones, sociedad, cultura, Espasa Calpe, Madrid, 1982 (4ª edición).
Jajajaja me ha hecho gracia eso de "curiosos en el tema". Yo me encuentro en ese grupo; quizá hace años lo habría leído,
ResponderEliminarUn abrazo, Tomás