(BA11) Exposición de Antonio López en Bilbao (2011)
A quienes se nos
escapó la primera exposición en el Museo Thyssen de Madrid, nos ha quedado todavía
la oportunidad de verlo en el Museo de
Bellas Artes de Bilbao (10/10/11 al 22/01/2012). No están todas las obras
expuestas en Madrid, que eran unas doscientas; en Bilbao se pueden ver unas
ciento treinta pero vale la pena el viaje.
Adscrito al
realismo objetivo, Antonio López (Tomelloso, 1936) es uno de los
artistas más personales e importantes del panorama español posterior a la
Guerra Civil. Desde la década de los años cincuenta, ha trabajado el dibujo, el
grabado, la pintura y la escultura, creando una obra de aire intemporal y de gran
virtuosismo técnico, centrada en la representación realista de seres y objetos.
Su repertorio iconográfico parte siempre de la realidad de lo visual y oscila
entre los espacios de la intimidad y la inmensidad exterior: retratos,
naturalezas muertas, interiores y objetos domésticos, y grandes panoramas.
En 1992 el
director Víctor Erice (Vizcaya, 1940) filmó el largometraje El sol del membrillo (1992), en donde
puso de relieve el proceso creativo de Antonio López, cuya mirada intensa y
concentrada sobre los objetos otorga a la obra un halo de silencio y ausencia
de tiempo que mueve al espectador a una contemplación ensimismada y reflexiva.
A este aire de ensoñación metafísica, de sugerencia de lo invisible a través de
lo visible, contribuye enormemente el personal uso que el pintor hace de la
luz.
A pesar de su
estilo realista, Antonio López ha desarrollado una obra independiente de las
tendencias realistas europeas más recientes o del hiperrealismo americano.
Busca en la realidad que le rodea aquellos aspectos cotidianos de su interés,
con una elaboración lenta y meditada, hasta lograr captar la esencia del
retratado o de los objetos o paisajes representados.
Esta exposición,
cuyo comisario es el historiador Guillermo Solana, director artístico del Museo
Thyssen-Bornemisza de Madrid, y por María López, hija del pintor, reúne una
amplia selección de dibujos, óleos y esculturas, que representan sus temas más
habituales: los interiores, en los que lo fantástico y lo afectivo irrumpen en
la vida cotidiana, la figura humana, los paisajes y las célebres vistas urbanas
de Madrid y Tomelloso, y las composiciones frutales.
Aunque se exponen
obras fechadas entre 1949 y 2010, el proyecto está centrado, por una parte, en
el trabajo de las dos últimas décadas, por lo que reúne obras tan emblemáticas
como sus primeros retratos familiares de carácter surrealista (con alguna
influencia de Giorgio de Chirico), las míticas vistas de la Gran Vía madrileña
o los dibujos de su estudio. Junto a ello, presta atención a sus obras
recientes, incluso algunas todavía inacabadas y, por lo tanto, inéditas. Todo
ello pone de relieve el lento y meditado proceso de creación artística de
Antonio López, uno de los artistas con mayor prestigio, y que despierta mayor
admiración, del panorama artístico español actual.
Son, dentro de
mi limitada comprensión, impresionantes las esculturas el hombre y la mujer; el
paisaje de Madrid visto desde el parque de bomberos de Vallecas (obra de cuatro
metros de altura); los campos manchegos, el retrato de sus padres, etc. De
todas ellas podéis ver las fotografías que no son más que un pálido reflejo de lo
que representan al natural.
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