Barbara Pym y la novela realista - 2 y última



Barbara Pym y la novela realista - 2

Si bien la sinécdoque y la metonimia son características del texto realista, ello no quiere decir que el autor de este género se limite únicamente a ellas, Mientras que una obra eminentemente metafórica tenderá a establecer analogías que rompan con el contexto, el escritor metonímico intentará adaptarlas al mismo y preferirá el símil a la metáfora. La imagen que introduce la metáfora, al ser una imagen asociada, desligada del pensamiento lógico, posee una mayor fuerza poética y de persuasión: «Podemos señalar la diferencia de los efectos producidos diciendo que la similitud se dirige a la imaginación por medio del intelecto, mientras que la metáfora afecta a la sensibilidad por medio de la imaginación».

El símil desempeña múltiples funciones en las novelas de Barbara Pym, una de ellas es la de describir la relación amorosa entre un hombre y una mujer. Lo curioso en todos estos casos es cómo la autora, fiel a sus costumbres, huye del falso sentimentalismo y hace que la imagen introducida por el símil se caracterice por su trivialidad y banalidad. En Jane and Prudence, Fabián encaja dentro de la vida de Prudence como “un pie tallado que sostiene una lámpara”. En Excellent women la relación amorosa se describe, desde el punto de vista del hombre como “tener un conejo grande en sus manos y no saber qué hacer con él”. En The Sweet Dove Died para James hacer el amor con Phoebe es «como un divertido e irreal juego».

Por otro lado, el símil es una herramienta perfecta para describir la personalidad o el aspecto de una persona. En Excellent Women Sister Blade, montada en su bicicleta, está espléndida «como una nave con la vela henchida”, y cuando un día se encuentra con Mildred y le ve mala cara, le dice «pareces como una semana mojada en Blackpool».

Pero quizás los casos más interesantes en el empleo del símil para reflejar el modo de ser de un personaje se dan cuando la autora parte de una misma imagen para describir a distintos sujetos. En The Sweet Dove Died, James establece una analogía entre Phoebe y un pequeño castillo de porcelana que está resquebrajado, y entre Leonora y una pieza de Meissen sin fallo alguno; y añade: «Sería divertido comparar a las amistades con las antiguallas» (p. 46).

Asimismo, con mucha frecuencia Barbara Pym acude a personajes literarios, musicales, del mundo de la pintura o la escultura, para reflejar el aspecto físico, los sentimientos, el carácter, etc. de los personajes. En Excellent Women, se compara a Mrs. Gray por su estilo y cara ovalada y pálida con una heroína de una novela eduardiana. Cuando Jane espía a Mr. Mortlake, Mr. Oliver y el carnicero, se siente «como un cierto personaje en una novela de Mrs. Henry Wood». El mundo de la literatura no sólo es la base para describir a un personaje, sino también una situación. Cuando, en Jane and Prudence, al marido de Jane lo trasladan a una nueva parroquia en el campo y cerca de una “población con Catedral”, Jane piensa que todo va a ser “como una novela de Hugh Walpone” y al encontrarse a Mr. Oliver, Mr. Mortlake y el carnicero discutiendo en la sacristía: “Realmente, pensó Jane, era como una de esas aburridas escenas cómicas en Shakespeare –Dogberry y Verges-, quizás y por lo tanto más allá de su comprensión.”

Unos de los aspectos más interesantes al estudiar el empleo que Barbara Pym hace del simbolismo, es constatar como la autora utiliza la repetición. La repetición de una serie de detalles hace posible que se cree un símbolo, sin que en muchas ocasiones el lector sea consciente de ello. Un caso similar lo tenemos en Excellent Women, donde se reiteran una serie de sinónimos como «indistinguishable» (indistinguible), «nothing outstanding» (nada excepcional), «unpretentious» (modesto), «dull» (torpe) o «uninteresting» (sin interés), que constituyen un símbolo de lo que es para Mildred su propia existencia. En The Sweet Dove Died leemos hasta la saciedad los términos «elegant» (elegante) y «cool» (fría, indiferente) como atributos de Leonora, de manera que se convierten en un símbolo de la superficialidad y vacuidad de este personaje. En Jane and Prudence, Jane observa a su marido cuando éste la mira por encima de las gafas y piensa: « Las miradas suaves, bondadosas y las gafas… esto era todo lo que quedó al final». Estos dos elementos son el símbolo de lo que ha quedado de aquella pasión del principio y, por lo tanto, de lo que ahora es su matrimonio.

Hay un elemento que Barbara Pym emplea asiduamente como símbolo y modo de ser y de los sentimientos de los personajes: las flores y las plantas. A Mildred en Excellent Women la definen mejor los “catkins and twigs” (amento, candelilla y ramitas) más resistentes y duraderos que las mimosas, generalmente producto de un capricho y de muy corta vida, apenas unas horas. En Jane y Prudence, Jane considera que su marido y Mrs. Glaze, la mujer de la limpieza, tienen derecho a ver los laureles desde el estudio y la cocina respectivamente, pero ella no. El simbolismo es claro: los dos primeros cumplen con las tareas que se les ha encomendado y, por lo tanto, han de tener su recompensa, pero ella es un fracaso como ama de casa y mujer de clérigo y no se merece nada. Por otro lado a Leonora, en The Sweet Dove Died, las flores le florecen más tarde que a los demás, simbolizando así, una vez más, la elegancia que define su vida.

El empleo de la metáfora en Barbara Pym se caracteriza fundamentalmente por la contigüidad con el contexto que se da en las analogías que se establecen. En The Sweet Dove Died, Leonora y James van a una exposición de gatos y éste observa el comportamiento de uno de ellos en una jaula y lo aplica para describir el de los humanos. La contigüidad con el contexto es evidente y el lector no tiene problemas en captar la metáfora.

Tras esta aparente fachada de simplicidad que encontramos en las novelas de Barbara Pym, está la labor creativa y el arte de una mujer que sabe perfectamente cómo manejar su medio, el lenguaje, para escribir el tipo de novela que ella quiere escribir y así lograr el efecto deseado en el lector.

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