(G70) El Celler de Can Roca (Girona)
Después de
veinticinco años de trabajo continuado y mejora constante le llegó el momento
de gloria a los hermanos Roca1. El
Celler de Can Roca, Carrer de Can Sunyer, 48, Girona ha conquistado el
reconocimiento de la crítica especializada y, lo que es más importante, de sus
compañeros de profesión y clientes.
Visitamos a los
hermanos Roca en su antigua ubicación del Carrer Tailà el 6 de diciembre de
2002. Ya entonces demostraban una creatividad y un buen hacer, no en vano
tenían dos estrellas Michelin. Recuerdo con agrado algunos de los postres que
les dieron más fama como el Viaje a la Habana o su interpretación del perfume Eternity de Calvine Klein.
La nueva
ubicación obra del equipo Tarruella & López + Trenchs, más espaciosa y
moderna, juega con la luz natural que el edificio deja penetrar en su interior.
Los reflejos de las hojas de los álamos del jardín te acompañan a través de los
pasadizos hacía tu mesa o hacia el lavabo. El comedor es un espacio triangular
que trabaja con la idea de tres jardines diferentes pero complementarios. Se ha
conectado visualmente todos los espacios y los han abierto a los entornos de
los jardines potenciándolos. Con esta intervención, junto con la abertura de
grandes ventanas y los reflejos de los paramentos de espejos, se han creado
relaciones que potencian el diálogo interior exterior dándole un halo de
continuidad a todo el comedor.
Pero pasemos a
lo importante, la comida. No es posible comer a la carta. Disponen de dos
Menús: el Degustación formado por platos más clásicos y el Festival más
arriesgado e innovador. Fue por este segundo por el que nos decidimos.
Aceptamos el
reto de jugar que nos propusieron: adivinar los cinco países que formaban el
primer aperitivo (foto): Japón, México, China Marruecos y
Perú (foto). Decir que mi acompañante
acertó tres y los otros dos los cambio de orden. Cada país potenciaba un sabor
característico del mismo: el jengibre y la tempura de Japón, el guacamole de
México, verduras y crema de ciruelas de China, la hierbabuena y la miel de
Marruecos y el ceviche peruano.
Continuamos con
más aperitivos: olivas caramelizadas rellenas de anchoas (foto), reminiscencia de las olivas esferificadas de Elbulli aunque
con otra textura. Tortilla de calabacín, galleta de gambas, bombón de trufa
negra, biscuit de trufa de verano.
Todos ellos de muy buen sabor y ejecución.
Los panes
excelentes aunque no abusamos de ellos ante la contundencia del menú que nos
esperaba: de vino negro, de tomate, integral, blanco, de bizcocho de aceite,
etc.
Empieza el Menú:
1) Consomé vegetal, infusionado a baja
temperatura, de brotes, flores, hojas y fruta (foto), muy fino y delicado. Composición colorista en la que
sobresalen unos delicadísimos guisantes de lágrima. Este plato destaca por su sabor,
estética y textura.
2) Infusión de
sauco con cerezas al amaretto,
cerezas al jengibre y anguila ahumada (foto).
Plato excelente, se trata de un trampantojo en el que hay una única cereza, las
demás simulan serlo, la central y más grande se trata de un helado. Me recuerda
a las almendras miméticas de Elbulli.
3) Contesa de
espárragos blancos y trufa de verano (foto),
imita el famoso helado de láminas, bueno pero de presentación algo sosa.
4) Cocochas de
sardinas a la brasa con salsa verde (foto),
bueno. Se trata de otro trampantojo que imita a las cocochas de merluza con un
producto más humilde.
5) Ensalada de
anémonas, navajas, espardenyes y
algas escabechadas (foto), plato
marino, con esencias yodadas, sublime.
6) Toda la
gamba: gamba a la brasa, jugo de la cabeza, agua de mar y bizcocho de plancton (foto), muy bueno.
7) Cigala
cocinada al vapor de amontillado, bisqué2
aterciopelado y caramelo de Jerez (foto),
bueno. Este plato lo cocinan al momento delante del comensal.
8) Lenguado a la
brasa, ahumado, con ajo negro fermentado, ajo blanco, jugo de perejil y limón (foto), muy bueno.
9) Bacalao con
miso y avellanas (foto), muy bueno.
10) Ventresca y lechal
de cordero a la brasa con berenjena, café y regaliz (foto), bueno.
11) Parfait3 de pichón con
cebolla, nueces caramelizadas al curri, enebro, piel de naranja y hierbas
aromáticas (foto), plato muy bueno,
fino y delicado.
Pasamos a los postres:
12) Helado de
masa madre4 con pulpa de cacao, lichis salteados y macarrones de
vinagre de Jerez (video), plato
excelente y divertido que como podéis ver posee vida propia.
13) Adaptación
del perfume Shalimar de Guerlain5, compuesto por crema de cordero
con naranja sanguina, vainilla, mango y rosas (foto), plato excelente que se acompañaba con el olor del mismo
perfume para poder comparar. El Riesling que me ofrecieron como vino dulce maridaba
perfectamente con este maravilloso postre.
14) Violetas:
esfera de canela y violetas con coco y toffee de miel (foto), este fue el postre más flojo.
En cuanto al
apartado de los vinos había la
posibilidad de hacer un maridaje de catorce vinos con el Menú pero desistimos,
porque tanta mezcla no nos sienta demasiado bien. Así que decidimos optar por
un vino que pudiera acompañar toda la comida. Dentro de nuestras preferencias y
aconsejados por el sumiller nos decantamos por un As Sortes 2011. Se trata de un Godello de crianza, sobre sus lías,
8 meses en barrica de roble francés. Para muchos entendidos el más logrado
hasta la fecha.
Un godello
elaborado con uva de viejos viñedos que Rafael Palacios recuperó del abandono,
amplio, maduro y envolvente, con una rica expresión frutal (fruta blanca),
notas cítricas, de panal de abejas, de yodo y de membrillo. Un blanco elegante,
mineral, con un toque amargoso en su final. Tiene el cuerpo suficiente para
acompañar los platos de carne del menú que no eran demasiado potentes, sin
perder ese punto afrutado.
As Sortes
procede de la D.O. Valdeorras (Ourense), que está casi tocando al Bierzo pero
se beneficia también de la influencia atlántica y de una orografía que hace que
los vinos blancos gallegos (Albariño, Loureiro, Caiño Blanco, Treixadura, Godello,
etc.), cuyas vides situadas en vertientes y laderas imposibles, se impregnen de
estas peculiaridades: clima, situación, suelo, intervención del viticultor (lo
que los franceses llaman el terroir),
y se conviertan en los mejores del país; junto con algún verdejo y alguna
garnacha blanca del priorato.
Para acompañar
los postres nos recomendaron un Riesling dulce de vendimia tardía. Se trata de
un Auslese Röttgen 2001 de
Heymann-Lowënstein. Es de moderada dulzura, de media intensidad, con notas de
frutas maduras, orejones, albaricoque, cítricos igualmente maduros, flores secas
y recuerdos minerales. Se bebe muy bien, no resulta nada pesado.
Como infusiones
pedimos una digestiva en la que predominaba el tomillo y una María Luisa, bien
ejecutadas, muy suaves. Acompañadas por unos dulces de repostería servidos de
un carrito (foto) (me recuerda al
restaurante Tickets) donde
predominaba la fruta y el chocolate (foto).
De desigual calidad a nuestro entender, algunos excelentes y otros más
normales.
Como conclusión
El Celler de Can Roca es un restaurante creativo que raya en muchos momentos la
perfección y que la especialización de sus tres hermanos ha hecho que el listón
del mismo se eleve a un gran nivel. Comentar eso sí que toda la gastronomía moderna,
no sólo Can Roca, bebe de las fuentes de Elbulli y de los caminos que abrió, en
su momento, Ferrán Adrià. Comentar que no tuvimos suerte con el servicio de Sala, el que nos tocó tenía un rictus de estar pasándolo mal y además se olvidaba el nombre de los platos.
Menú Degustación
clásico 140 euros IVA incluido. Menú Festival 175 euros IVA incluido + bebidas.
Fecha de la visita 6 de julio de 2013.
PUNTUACIÓN: 9
NOTAS:
1. El Celler de
Can Roca numero 1 de la cocina mundial.
2. Es una sopa
de mariscos.
3. Es como un
sorbete o una bomba helada en cuanto a forma.
4. Homenaje a la
masa madre del pan.
5. Se trata de
un perfume clásico de Guerlain creado en 1925. Desde inicios del año 2000 los
hermanos Roca adaptaron perfumes conocidos a postres. Eternity de Calvine Klein fue sin lugar a dudas el más famoso.
!!!Felicidades, Tomás!!! Por tu cumpleaños, por la elección de tu entrada en el blog y porque por fin has conseguido dar una nota excelente.
ResponderEliminarYa veo que habéis disfrutado muchísimo. Desde luego no me extraña, !qué maravilloso local! Muy buena elección. Y por supuesto que nos ha gustado.
Felices vacaciones. Disfrutad por el norte y en el curso de La Madalena.
Un abrazo,
Adelaida
Hola Tomás,
ResponderEliminarHe visto todas las fotos de la comida en el Celler de Can Roca. No hago más que envidiarte. Buen sitio, buena compañia, buena comida y buen vino. ¿Que más quieres?
He disfrutado leyendo la descripción de los platos. ¡Otro día avisas, que voyyyy¡
Un beso.
Dolores
Un placer recibir sus comentarios y sus fotos. Muchas gracias por dedicarnos una parte importante de su tiempo en la experiencia y para plasmarlo con una bella redacción y composición fotográfica.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Josep Roca