(L190) Los papeles de Aspern (1888)
Henry James, Los papeles de Aspern (1888)
Hoy comentamos
la fascinante novela corta (short long
story) del escritor americano, con trazas de expatriado permanente, Henry
James (1843-1916).
Se trata de Los papeles de Aspern (1888),
que creemos es uno de sus relatos más logrados, donde la búsqueda de un
manuscrito, del poeta romántico Jeffrey Aspern (Percy Shelley), le permite
trazar uno de los más conmovedores testimonios sobre la soledad y el desamor.
Argumento: El protagonista/narrador y su amigo
inglés Juan Cumnor son adoradores del poeta Jeffrey Aspern, muerto a una edad
temprana. Descubren que vive todavía la señorita Bordereau, ya muy anciana,
antiguo amor del poeta de quien suponen guarda cartas o poemas inéditos. El
protagonista, que es editor, decide visitarla en su palacio veneciano
acompañado de su amiga miss Prest para solicitarle que le alquile unas
habitaciones del palacio, pretexto para aproximarse a ella ya que la supone
pobre y necesitada. Es recibido por su sobrina, miss Tina, solterona alta y
trémula. Es citado para el día siguiente por la tía, la señorita Bordereau cuyo
nombre es Juliana, quien le solicita una cifra considerable por el alquiler del
segundo piso del palacio. Duda, pero la tentación de conocer algo más de su
poeta favorito puede más y se decide a alquilar las habitaciones…
La narrativa de
Henry Janes, en general, se caracteriza por el ritmo lento y la descripción
sutil de los personajes, más que por los propios acontecimientos; las tramas,
aunque no suelen ser complicadas en extremo, cobran densidad por los repliegues
de la estructura y el estilo indirecto. La forma en que narra los procesos
mentales de sus personajes lo convierte en uno de los precursores indiscutibles
del llamado "monólogo interior", en lo que se anticipó a maestros
como James Joyce o William Faulkner; otro de sus avanzados descubrimientos
estilísticos fue el empleo de narradores múltiples, es por lo que su obra nos
parece hoy en día tan actual.
Los ambientes en
donde se desarrollan sus tramas son los de una alta burguesía o aristocracia en
decadencia pero que conservan las "buenas costumbres" y algún difuso
secreto familiar. Leer a Henry James es una verdadera delicia: la ironía, la
sutileza y la elegancia de su prosa siempre esconde algún secreto que hace que
el lector no pueda parar hasta lograr descubrirlo.
Henry James es el
escritor de los buenos modales, el hombre que no pasó sobresaltos en su vida.
Aquel que todo lo encontró a mano, sin embargo supo poner desasosiegos en sus
coterráneos, supo construir existencias paradigmáticas, supo hablarnos de niños
que jugaban a los fantasmas, supo decirnos que la vida, aún desde la opulencia,
siempre tiene ese agridulce clima de infelicidad, el enigma de la finitud del
tiempo, las acechanzas de la enfermedad y el color casi gris y lánguido de la
soledad inevitable.
Sus últimos años
los pasó, recoletamente, en Rye, Condado de Sussex, lejos del "mundanal
ruido". Fue célibe, misógino, poco dado a exteriorizaciones del corazón
pero con un gran poder para captar los desvíos de las pasiones y las conductas,
certeramente notables.
Otras novelas suyas
que os recomendamos son El retrato de una
dama (1881); Las bostonianas (1886)
y Otra vuelta de tuerca (1898).
BIBLIOGRAFÍA
Antonio Martínez Asensio, Un libro una hora: Los papeles de Aspern, Cadena Ser, 10/01/2021. (Añadido el 06/11/2022).
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