(L231) El caballero y la muerte (1988)
Leonardo Sciascia,
El caballero y la muerte (1988)
Hoy os traigo por
primera vez al escritor siciliano Leonardo
Sciascia (1921-1989). Il cavaliere e
la morte (1988), es una novela policiaca breve pero de gran intensidad y que
además posee un gran trasfondo humanístico.
Argumento: El Vice, un detective de la policía, compró
en una subasta el grabado de Durero titulado El caballero, la muerte y el diablo1 del año 1513 y lo
cuelga en su despacho. Junto al Comisario Jefe visita al Presidente de Industrias
Reunidas para preguntarle por la muerte del abogado Sandoz, amigo y colaborador
suyo, amenazado por un grupo llamado los hijos del 89. El Vice es encargado de
la investigación del caso, se dirige al restaurante donde cenaron juntos.
Interroga a la señora de Maris que estuvo sentada al lado de Sandoz, después hace
lo mismo con la bella señora Zorni.
El Vice tiene
cáncer y se está muriendo.2 Tiene poca fe en la ciencia: “No quiero
morir con los religiosos consuelos de la ciencia, que no sólo son tan
religiosos como los otros, sino que además resultan atroces”.3
Consulta con el doctor Rieti su opinión sobre el crimen que investiga. Empieza
a tomar morfina para el dolor. Se toma un permiso de dos meses cuando le llega
la noticia de la muerte del doctor Rieti…
Comentario: admirable Sciascia. El caballero y la muerte es la muestra de lucidez de quien ya
desconfía de su optimismo ilustrado pero no se resigna a la falsedad. Pesimismo
rebelde pero, como dice Moravia, "la mayor prueba de su optimismo es que
seguía escribiendo". Es curioso que al final acabara coincidiendo con
aquello que tanto le molestaba de otro siciliano ilustre, Lampedusa: en Italia
"todo cambió para que todo continuara igual". Yo diría que algo muy
parecido ocurrió con nuestra Transición, y también aquí tuvimos nuestro
Sciascia: Vázquez Montalbán.
“Los que no me
inspiran simpatía son los conversos: el que se convierte siempre se convierte a
lo peor, aunque parezca lo mejor. Lo peor, en quien es capaz de convertirse,
siempre acaba siendo lo peor de lo peor. – Pero esto no, esto no tiene nada que
ver con convertirse a no fumador, suponiendo que convertirse sea en general una
ignominia. – Sí que tiene que ver, puesto que el que se convierte empieza a
perseguir a los que siguen fumando. – Sin duda, sabrá usted que fueron los
judíos conversos quienes inventaron la inquisición católica en España”.4
Sciascia llegó a
ser considerado la conciencia moral de Italia5 por la época del caso
Moro, acerca del cual escribió una de sus obras centrales. Practicó la novela
negra como una forma de denuncia de los males de la República. Gran lector en
su lengua, en francés y en castellano, hombre atento a la cultura de su siglo,
es un “escritor para escritores”. El
caballero y la muerte puede leerse como una discreta despedida de alguien
que se sabe enfermo y con un estilo montaigniano nos dice adiós.
Otro libro
magnífico de Sciascia que también os recomiendo es el estudio sobre El caso Aldo Moro (1978).
NOTAS:
1.- El cuadro está
en la ciudad alemana de Nuremberg y era el cuadro preferido de Nietzsche. Ver
Rüdiger Safranski, Romanticismo. Una
odisea del espíritu alemán, Tusquets, Barcelona, 2009, p. 321.
2.- También padece
cáncer de pulmón el propio Leonardo Sciascia quien muere al poco de escribir esta novela.
3.- Leonardo
Sciascia, El caballero y la muerte,
Editorial Tusquets, Barcelona, 2003, p. 63.
4.- Ibídem, pp. 12-13.
5.- Se cita su
controversia en Italia contra el negocio antimafia que ha montado políticos y
magistrados en la novela de Manuel Puig, Cae
la noche tropical, Seix Barral, Barcelona, 1988, pp. 60-62.
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