(G120) Gresca (Barcelona)
En un tranquilo
día de tiendas y de paseo con dos amigas por el eixample barcelonés, decidí llevarlas al restaurante Gresca, Provença, 230 del que tenía
buenas referencias pero que no había visitado aún.
Rafael Peña es un
jefe de cocina excepcional. Su personal concepto culinario atrae a muchísimos
gourmets o foodies. Sentido culinario y sensibilidad al servicio de una propuesta
gastronómica simple, singular y sabrosa. La experiencia cumplió con creces las
expectativas dejando satisfechas a mis dos acompañantes.
Se trata de una
cocina creativa, innovadora de pequeños platos y tapas que convierten la comida
en una grata experiencia, sobre todo para paladares inquietos a los que no les importe
probar cosas diferentes.
Empezamos el
desfile: de primeros, por así decirlo, una Gilda de bacalao, piparra y pimiento
(foto), muy rica. Seguimos con una
Ensaladilla de temporada (foto), muy
fina. Terminamos con una Berenjena lacada con finas hierbas (foto), en su punto.
Podrían ser tomados
por segundos por su contundencia: Sepietas con cebolla confitada (foto), excelentes y Mollejas de ternera
con puré de patatas y mostaza (foto),
riquísimas aunque no dije nada a mis acompañantes hasta el final sobre lo que
habían comido.
De postres
compartimos dos: Higos con manzanilla y casis (foto), muy rico y refrescante. Pastel de chocolate con helado de
vainilla (foto), excelente. Decir que
los postres siguieron aumentando el nivel de toda la propuesta.
Para beber dos
cervezas artesanas exquisitas: Una Vic
Ale (foto), cerveza elaborada en Cataluña, se trata una rubia con cuerpo y mucho
aroma; y una danesa Mikkeller (foto) más
tostada y redonda.
Dos panes de
categoría, uno con tomate y otro del horno Sant Josep. Precio aproximado por
persona 40/45 euros. Fecha de la visita el 12 de noviembre de 2016.
PUNTUACIÓN: 7-7,5
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