(L60) La invención de Morel (1940)
Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel (1940).
Argumento: el narrador,
un fugitivo, llega a una isla que él cree desierta. Pero un día advierte que no
está solo. Se oyen voces, canciones, aparecen y desaparecen personas. A partir
de aquí arranca el misterio, la alternativa entre alucinación y la realidad,
que le lleva a enamorarse de una mujer cuya existencia es dudosa. El fugitivo
es el que se da cuenta de que todo lo que ocurre se basa en una máquina
invención de Morel, porque en la isla aparecen dos soles, dos lunas, las
imágenes se repiten, los habitantes de la isla parecen fantasmas, no escuchan,
no hablan y todo transcurre como en un disco eterno. Cuando por fin logre
descifrar el enigma, ideará también la forma de permanecer para siempre junto a
su amada.
La
invención de Morel (1940) es una máquina que graba todos
aspectos sensitivos de un ser vivo, de manera tan completa y eficaz, que
captura en consecuencia, el alma. La máquina tiene tres funciones
fundamentales: retener las imágenes, como las imágenes de un espejo, de los
seres vivos, así como situaciones que atraviesan; grabar lo retenido, y, por
último, proyectar en el mismo escenario y circunstancias, todo lo gravado, así
como repetirlo al gusto del operador en una especie de presente continuo. El
objetivo de la máquina es muy sencillo: la inmortalidad.
Los nexos que vincularían
a Adolfo Bioy Casares
(1914-1999) con la
generación del 40 (Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, Silvia Ocampo, etc.)
serían el culto de la mujer, del amor, el interés por el tiempo, por su peso y
sentido, la nostalgia de la infancia como un paraíso perdido. Todo ello se da
en Bioy Casares sobre todo a través de sus evocaciones personales, se interesa
por contar historias, narrar tramas, dejar de lado la psicología de los
personajes, crear y resolver enigmas. Lo residual infantil reaparece no como
nostalgia sino como interés por los misterios, los sueños, las aventuras, las
dudas sobre el más allá. De esta su primera obra memorable aparece el sentido
del rigor en el ejercicio de la escritura, de la coherencia interna que, como
una ley, debe respetarse. Y elige para ejercer ese rigor la novela de aventuras
fantásticas, a la que impone una estructura sólida, muy consciente de los
imperativos técnicos y estéticos que le permitirán exaltar la fantasía y la
aventura a la categoría de los valores, sin los cuales la vida y el arte se
empobrecerían.
La
invención de Morel posee muchas facetas y es rica en
interpretaciones: es una novela fantástica, es una novela de aventuras (una
búsqueda infinita de paraísos en una isla utópica de eterna primavera y soledad
pausada), es una novela donde reflexiona sobre las fronteras de la realidad (A
mi modo de ver la novela reflexiona en torno al complejo paso de lo real a lo
virtual, en el cual el mundo de las imágenes amenaza con suplantar al mundo
real) y es una novela donde también se reflexiona sobre el amor y sobre la
inmortalidad.
Obra de exquisito gusto y
sensibilidad no dejo de recomendárosla. Otras novelas de Bioy Casares son: El sueño de los Héroes (1954) e Historia de la guerra del cerdo (1969),
(la primera novela que comentamos en el blog).
BIBLIOGRAFÍA
Antonio Martínez Asensio,
"La invención de
Morel": la idealización del amor, Cadena Ser, 13/02/2022 (Añadido
el 01/11/2022).
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