(L119) Dos damas muy serias (1943)
Jane Bowles, Dos damas muy serias (1943)
Jane Bowles (1917-1973) nació en Nueva
York y empezó a escribir a la edad de 15 años. En 1938 se casó con el
compositor, y luego célebre escritor, Paul Bowles (1910-1999). El matrimonio llevó una vida
nómada viviendo esporádicamente en Europa, Centroamérica, México y Ceilán,
antes de instalarse en Tánger en 1947, ciudad a la que atrajeron numerosos
escritores y amigos. Tánger se convertiría en rincón consuetudinario de escritores
como Tennessee Williams, Truman Capote, Gertrude Stein, Christopher Isherwood y
William Burroughs, de quienes Jane y Paul serían anfitriones. En 1957 sufrió
una hemorragia cerebral que le impidió prácticamente volver a leer y escribir.
Falleció en Málaga en 1973.
En Dos damas muy serias (1943) las
protagonistas femeninas son mujeres que parecen carecer de raíces, de afectos
profundos, y mudan continuamente de país, de casa y de compañeros. Es una de
las primeras novelas lésbicas, lo cual resulta irrelevante en vista de que las
relaciones entre féminas son por completo asexuadas, que no inocentes. Lo
verdaderamente destacable es la libertad, casi metafísica, de las heroínas,
impersonalmente nombradas como señora Copperfield y señorita Goering, tan
dependientes y ansiosas de agradar.
Como nos dice
Francine du Plessing Gray en la Introducción
a Dos damas muy serias: “El derecho de las mujeres a la autodeterminación a
toda costa (aún a costa de hundirse) ha sido tema dominante de la literatura
feminista desde que los críticos varones atacaron a la pulcra Jane Eyre de Charlotte Brontë por
“fomentar el cartismo[1]
y la rebelión del hogar”, y yo advierto que la mayoría de los lectores varones
se siguen oponiendo a la visión de las mujeres verdaderamente independiente de
los hombres: mujeres espirituales, nómadas, asexuales”. ¿Qué es la vida sino un
soplo de humo, una hoja de árbol mecida al viento o una vela mal consumida?
Si existe un
denominador común en la obra de Jane Bowles, sin duda es la persecución
implacable de la autonomía, del propio conocimiento por parte de las mujeres,
el afán de liberarse de todas las estructuras convencionales. Aunque el tema
que trata no deja de ser moderno el modo en que lo cuenta, su escritura, no me
convence demasiado, creo que le falta bastante para llegar a ser una buena
escritora. Esta vez la recomendación que hago de la novela no es demasiado favorable.
[1] Movimiento
político social que en los comienzos del siglo XIX expresaba las aspiraciones
de los trabajadores ingleses a reformas democráticas y al sufragio universal.
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