Emilio Lledó Íñigo Doctor Honoris Causa por la UdL 27 de mayo de 2014.
Qué bonito y
emotivo ha sido el acto de investidura como doctor honoris causa de Don Emilio Lledó Íñigo (Sevilla, 1927).
Lledó había sido el director de tesis de Víctor Siurana (1945-1993) el impulsor
de la restauración de los estudios en Lleida, primero como decano de la
Facultad de Letras, entre 1975 y 1983, y después como presidente del Estudi
General, cuyos orígenes se remontan al 1300, siendo la primera universidad de
las tierras de la Corona de Aragón y la tercera de España en antigüedad.
En la recogida y
bonita sala de actos del Rectorado el coro de la Universidad ha interpretado: El
Canticorum lubilo de Haendel; Por la puente Juan (Anónimo del s. XVI);
Canción de cuna para una princesa negra
(A.Rodríguez/G.Janer), y como no para terminar el Gaudeaumus Igitur.
El elogio de los
méritos de Don Emilio Lledó Íñigo ha ido a cargo de la Doctora Ángeles Santa
Bañeres especialista en literatura y pensamiento francés de los siglos XIX y XX.
En su discurso se han mezclado recuerdos personales del aula 7 de Filosofía de
la UB durante los años setenta cuando ella era estudiante, con otros de
carácter familiar como el recuerdo entrañable a la mujer de Lledó, Montserrat
Macau, junto con otros méritos académicos del homenajeado.
También comentó
el influjo que tuvo para él la lectura del libro de Georges Gusdorf Pourquoi des professeurs.
El recuerdo de
un fragmento de la Política de
Aristóteles donde se dice que la educación ha de ser igual para todos y ha de
ser pública y no privada. La importancia que tiene la libertad de poder pensar,
más importante a veces que la libertad de expresión que en ocasiones solo les sirve
a algunos para decir tonterías.
Para el mundo
griego, de las tres cosas de las que se ha de ocupar el hombre la menos
importante es el dinero. La segunda es el cuidado del cuerpo y la salud. Y la primera
y más importante de todas es la educación y el saber.
Por último el
discurso del Rector Dr. Roberto Fernández Díaz quien, además de destacar su
amistad con Lledó, tuvo también un recuerdo para Montserrat Macau. Resaltó la
importancia de todos los saberes y conocimientos, de los cuales el científico
es uno más frente a otros, como podrían ser el artístico o el humanístico. Y
puso de modelo a don Emilio Lledó como la persona que con sus escritos,
enseñanzas, saber estar y modo de ser nos ayuda a los demás a luchar por un
mundo mejor, más humano, más justo, donde predomine un desarrollo sostenible
que posibilite la vida del hombre.
Se cerró el acto
cantando todos el Gaudeaumus Igitur.
Para finalizar comento,
para chinchar un poco a mi amiga Pilar Villanueva, que tuvimos el gusto de
saludarlo y hablar unos minutos con él. Nos reconoció y se acuerda de nuestros
bonitos encuentros en la UIMP de Santander. Le volví a "reclamar" que esperamos
con ansia su libro sobre la amistad.
Quiero manifestar mi profunda admiración por el profesor Lledó. La bondad, el afecto y la ternura son su forma de relacionarse con los demás y también su manera de expresar con contundencia sus ideas, desde el respeto absoluto pero con total firmeza.
ResponderEliminarComprometido con el mundo que le ha tocado vivir, este bello ser humano nos guía e ilumina en la difícil pero apasionante tarea de construir un mundo mejor.
Como ex alumna de la UdL me siento honrada y feliz por su nombramiento como 'Doctor Honoris Causa'.
Beatriu
Hola, Tomás: Me alegro mucho de vuestro encuentro en Lleida con vuestro queridísimo Emilio Lledó.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Josune
Me ha gustado la entrañable referencia que has hecho del acto de la Universidad y el comentario del libro "El color del tiempo". lectura para este verano.
ResponderEliminarUn abrazo, Tomás,
Adelaida