(L223) Fatamorgana de amor con banda de música (1998)
Hernán Rivera
Letelier, Fatamorgana de amor con banda
de música (1998)
El autor y la obra
que os traigo hoy es una recomendación de Miguel del Club de Lectura de Olesa. Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950) fue minero en las
salitreras del desierto chileno de Atacama, "el más cabrón del
mundo", como él suele decir, y en ese escenario ha situado varias de sus
novelas. De joven, era el único minero que utilizaba la biblioteca de su pueblo.
Comenzó a escribir a los 21 años, literalmente "por hambre", según él
ha contado en más de una ocasión. A esa edad salió por primera vez del desierto
y comenzó a recorrer su país.
Tendido en una
playa, y con las tripas vacías, escuchó en una radio robada por un amigo que
convocaban un concurso de poesía cuyo primer premio era una cena en un hotel de
lujo. Le bajaron las musas de golpe y escribió un poema de amor de cuatro
páginas, con el que ganó el certamen.
Fatamorgana de amor con banda de música (1998) es una
original novela que trata de la vida en Pampa Unión una población que se crea
de forma espontánea para dar respuesta a las necesidades de los mineros de
salitre del desierto chileno de Atacama.
Argumento: El barbero Sixto Pastor Alzamora recuerda
cómo llegó a la ciudad de Antofagasta acompañado de su mujer Elidia del Rosario
y su hija Golondrina. La esposa, a quien le gustaba tocar el piano y la poesía
de Gustavo Adolfo Béquer, está delicada de salud y muere al llegar de un ataque
al corazón. El desconsolado viudo interna a la hija con unas monjas francesas y
se dedica al oficio de barbero por los campamentos salitreros. Sixto ha pasado
trece años en las salitreras y seis instalado en Pampa Unión. Su hija se ha
graduado y se ha venido a vivir con él. Golondrina da clases de piano y
recitación a las niñas. Sixto tiene ya sesenta y un años, no se ha vuelto a
casar pero mantiene relaciones con una viuda dueña de una lechería.
Bello Sandalio es
un músico itinerante de treinta y tres años que toca la trompeta. La Voz de la Pampa, el diario local,
publica el 17 de julio de 1929 un anuncio en que se buscan músicos para forman
un Orfeón que reciba dignamente al presidente de la nación en su visita a la
ciudad.
La ciudad de Pampa
Unión fue fundada por el doctor Lautaro Ponce Arellano el año 1911 cuando fundó
su hospital sanatorio para los mineros de la pampa salitrera. Se le van uniendo
comerciantes que intentan hacer la competencia a las pulperías de los dueños de
las minas. El pueblo ha llegado a los cuatro mil habitantes y oficialmente no
existe.
Encargan a la
señorita Golondrina del Rosario que de un concierto de piano para homenajear la
visita del presidente. Bello Sandalio llega en tren a Pampa Unión, ya había
estado allí antes y recuerda que tuvo que huir por piernas…
Comentario: La novela posee una prosa muy acorde con
la faceta musical de los protagonistas: la bella y romántica Golondrina del
Rosario y el trompetista Bello Sandalio. Música, revolución, boliches,
lupanares y emigrantes de todas las nacionalidades, configuran esta ciudad en
formación, una ciudad típicamente de frontera en las proximidades de Bolivia.
También contiene
bellas metáforas: “Ni siquiera dio vuelta la cabeza a los gritos desesperados
de los hombres tratando de afirmar el piano que, al caer al agua y abrirse su
tapa, pareció sonreír con una atiburonada sonrisa de teclas blancas”.1
(…) “la melodía aquella le moldeaba el corazón como si fuera vidrio derretido y
él un mágico soplador de notas musicales”.2
Su otra novela más
conocida es La Reina Isabel cantaba
rancheras que lo catapultó a la fama en 1994. Premiada por el Consejo
Nacional del Libro y la Lectura de Chile.
NOTAS
1.- Hernán Rivera
Letelier, Fatamorgana de amor con banda
de música, Seix Barral, Barcelona, 1999, p. 53.
2.- Ibídem, p. 85.
Una fatamorgana es un espejismo visto desde el cielo. Su uso en el título podríamos atribuirlo a la población surgida en el medio de la nada, pero desde allí difícilmente nos elevaríamos para captar semejante aberración óptica. En cambio el amor, porque ésa es una novela de amor, sí que nos eleva por encima de las nubes y nos permite captar en su totalidad lo que creíamos realidad y quizás no sea más que un sueño entre breves instantes de lucidez y soledad. «La única medida del amor es amar sin medida», dice Rivera Letelier, no sin advertir antes que «hay que cuidarse de los animales; en el momento menos pensado se les despierta el instinto humano». A fin de cuentas, ¿acaso no somos simples animales enamorados que creemos en fatamorganas de amor?
ResponderEliminar¡Qué bonito Miguel! Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarcual es el significado del titulo?
ResponderEliminarCreo que eso se lo tendríamos que preguntar al autor. ;-)
EliminarDe todas formas la explicación que da nuestro "compañero" Miguel me parece bastante acertada y aproximada.
Saludos,