(L235) El doctor Zhivago (1957)
Borís Pasternak, El doctor Zhivago (1957)
De vuelta a la
gran novelística rusa. El doctor Zhivago
(1957) es la única y aclamada novela de Borís
Pasternak (1890-1960). Pero Pasternak también destacó como poeta: El gemelo en las nubes (1914), Mi hermana la vida (1917), El año 1905 (1927), Segundo nacimiento (1934) son algunas de sus mejores obras
poéticas.
Argumento: Asistimos
al entierro de Maria Nikolaievna que deja huérfano al pequeño Yura (Yuri Andréievich Zhivago) de diez
años quien es recogido por el hermano de la muerta su tío Nikolái Vedeniapin.
La familia había sido con anterioridad rica. El tío lo lleva a los campos de
Duplianka propiedad de Kologrivov. Allí ha quedado con el profesor Iván
Ivanovich Voskobóinikov para hacer unas correcciones de un libro que prepara
sobre la cuestión agraria. El tío es sacerdote y nos encontramos en el verano
de 1903.
“Usted no
comprende que se pueda ser ateo, no saber si Dios existe ni por qué, y al mismo
tiempo saber que el hombre no vive en la naturaleza, sino en la historia (…)
Por esto se descubren el infinito matemático y las ondas electromagnéticas, y
por esto se componen sinfonías. (…) En este sentido los antiguos no tenían
historia. (…) Sólo después de Cristo ha comenzado la vida en la posteridad y el
hombre no muere ya por la calle al pie de un muro cualquiera, sino en su casa,
en la historia, en el ápice de una actividad dirigida a la superación de la
muerte; el hombre muere por entero dedicado a esta búsqueda”.1
Amalia Guishard,
viuda de un ingeniero belga se instala en Moscú al frente de una tienda de
modas. Tiene dos hijos, Rodia y Lara
(Larisa Fiódorovna) que es estudiosa y trabajadora. La viuda tiene
relaciones con el abogado Komarovski,
que también persigue a Lara puesto que es joven y bonita. Para huir de su acoso
Lara se hace institutriz.
El tío ha dejado
al sobrino al cuidado de la familia Gromeko. Nos encontramos en 1912 Yura se ha
doctorado en medicina, Tonia (Antonina
Aleksándrovna) en leyes y Misha en filología. Anna Ivanovna, la madre de
Tonia y Misha, está muy enferma y pide a Yura que si ella muere no se separe de
Tonia.
“La resurrección,
en la forma más vulgar de que se habla de ella, como consuelo de los débiles,
es extraña para mí. (…) ¿Dónde se meterían estos ejércitos reunidos en tantos
milenios? No bastaría el universo (…) Pero ¿qué es la conciencia? (…) La
conciencia es un veneno, un instrumento de autointoxicación para el individuo
que la aplica a sí mismo. La conciencia es luz dirigida hacia fuera y que
ilumina el resto del camino ante nosotros para evitar que tropecemos. La
conciencia es el faro encendido en la parte delantera de la locomotora en
marcha. Dirige la luz hacia el interior y se producirá la catástrofe. (…) Y
escúcheme ahora con atención. El alma del hombre es justamente el hombre
presente en los otros hombres. Esto es lo que es, esto es lo que ha respirado,
de lo que se ha alimentado y embriagado durante toda la vida su conciencia. De
su alma, de su inmortalidad, de su vida en los demás. ¿Y qué? Ha vivido en los
otros y en los otros se quedará. ¿Qué diferencia implica para usted que luego
se llame recuerdo? Habrá entrado en la composición del futuro.
Una última cosa.
No hay de qué preocuparse. La muerte no existe. La muerte no está en nosotros.
(…) No habrá muerte porque aquello que fue antes ya ha pasado”.2
En el baile de
Navidad coinciden Lara, Yuri y Tonia, el abogado Komarovski y el procurador
Kornakov. Lara dispara sobre Komarovski hiriendo levemente al procurador. El
novio de Lara, Pasha (Pável Antípov)
está celoso y desolado.
Estos personajes
se irán reencontrando a lo largo de la narración. Yura, por circunstancias de
la guerra, es obligado a ejercer de médico militar, se distancia de su familia
y se enamorará de Lara…
Los vientos de la
historia llevan en bandadas a los personajes que no pueden ser dueños de su
propio destino, son los azares de la historia los que los agitan de un lugar a
otro como las hojas secas de los árboles frente a la tormenta.
Sin duda que El doctor Zhivago es una buena novela,
pero sin el revuelo del premio Nobel y las dificultades del autor en la antigua
URSS la obra no hubiera tenido tanta difusión, ni repercusión. La crítica dice
que Pasternak era mejor poeta, cosa que yo no puedo apreciar.3
En la novela aparecen unas tibias críticas a los bolcheviques y al sistema marxista
que vistas con nuestros ojos podrían parecer hasta inocentes.
El marxismo es
demasiado poco dueño de sí mismo para ser una ciencia. Las ciencias tienen
equilibrio. ¿El marxismo y la objetividad? No conozco corriente más replegada
en sí misma y más apartado de los hechos que el marxismo. Todos ellos tienen la
manía de verificar sus ideas en la experiencia, y, en cambio, los hombres de
gobierno, por mantener la leyenda de la propia infalibilidad, hacen cualquier
cosa por volverle la espada a la verdad. Desprecio la política. No me gustan
los hombres indiferentes a la verdad.4
Bueno tal vez la
crítica no sea tan inocente. Sin embargo me parece más poética y conmovedora
(ya sé que estoy actuando como un mal lector) la adaptación cinematográfica de
David Lean del año 1965, que además es bastante fiel al texto, salvo el final donde
añade un elemento de invención propia muy emotivo y efectivo a la vez.
NOTAS:
1. Borís
Pasternak, El doctor Zhivago,
Anagrama, Barcelona, 1997, pp. 21-22
2. Ibídem, pp. 84-86
3. Vicente Gaos, Borís Pasternak. Poesías y otros escritos,
Ediciones Guadarrama.
4. Borís
Pasternak, El doctor Zhivago,
Anagrama, Barcelona, 1997, p. 302
BIBLIOGRAFÍA
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos, Tusquets,
Barcelona, 1992, págs. 185-202.
Boris Pasternak, El doctor Zhivago, Anagrama, Barcelona,
1997.
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