(G129) El rincón de Diego (Cambrils, Tarragona)
En un día
soleado y agradable de esta Semana Santa que ha caído en el mes de abril nos
acercamos a Cambrils para caminar un rato por El paseo marítimo y el Club
Náutico y proseguir así la recuperación. Llegada la hora de comer nos acercamos
al Rincón
de Diego, Calle Drassanes, 19, 43850 Cambrils-Puerto. El restaurante ha
cambiado de local en la misma calle desde la última vez que lo visitamos el 1
de julio de 2007. Se trata de una cocina marinera, con un producto excelente y
con aportaciones de la cocina asiática que ha traído de sus viajes a Oriente el Chef Diego
Campos.
Sabiamente
aconsejados por su mujer y Jefa de Sala redujimos nuestras
expectativas y eliminamos un plato de todo lo que habíamos pensado pedir en un
principio. Decidimos comer de capricho (a la carta) y dejar de lado los menús
que tenían arroz. Empezamos con los aperitivos gentileza de la casa que se sirven, con buen sentido, todos de una vez para no alargar demasiado la comida.
Tomando como
inspiración la Torre de defensa del Port de Cambrils, que data del siglo XVII (foto), nos sirvieron las siguientes
tapas: coctel de bienvenida, croqueta de bacalao, cucurucho de tartar, tataki
de atún con algas, reducción de habitas con jamón, foie gelée con fruta de la pasión y una lámina de parmesano y otra de tortilla de camarones (foto). Todos ellos de un buen nivel.
Empezamos la
comida propiamente dicha con unos Caracoles de mar (foto) acompañados de salsa romesco y mayonesa, muy buenos.
Seguimos con unos Chipirones a la andaluza (foto),
que destaca por su frescura y un rebozado crujiente y finísimo.
Después entramos
en los platos más contundentes; la Tostada de pan de nueces con foie
caramelizado, compota de cebolla y jamón ibérico (foto), combinación sublime (se recomienda coger las tostadas con
los dedos) y para acabar una Lubina crujiente a la pimienta de Sichuan con
teriyaki balsámico de costilla ibérica, puré de hinojo y perlas de lima (foto), muy rico. Una manera diferente
de comer la lubina, más al gusto oriental.
De postre una
Espuma de crema catalana con helado de vainilla y naranja (foto), muy bueno, pero no es tan etéreo, ¡Es contundente! Los
entretenimientos que acompañaron los cafés fueron una Caja de costura (foto) con botones y dedales de
chocolate, infusión de hibisco, chocolate blanco y mango y unas pequeñas
magdalenas proustianas, muy originales.
El pan interesante, pedimos de ajo y de nueces. Para beber agua mineral y dos copas de
vino blanco de la Bodega Mas dels Frares URV. Se trata de una
experiencia de la Facultad de Enología de la Universitat Rovira i Virgili de
Tarragona (URV). Cinco hectáreas de viña que se plantaron los años 1990 y 1991
con un volumen de producción anual de 45000 litros que se distribuye en su
totalidad a nivel nacional. Es un vino afrutado y aromático mezcla de
variedades como la garnacha blanca, macabeo, sauvignon blanco, chardonnay y
chenin. Cumple con buena nota su cometido. Es más este vino, de una bodega no
comercial senso estricto, ha ganado
varios premios de la DO Tarragona.
Menús de 42, 61
y 69 euros + IVA y bebidas, Fecha de la visita 12 de abril de 2017.
Hola, Tomás
ResponderEliminarNo me lo voy a perder, seguro. Y, no te extrañe que pida lo mismo que vosotros. ¡Qué apetitoso!
Gracias por compartir estos rincones tan especiales.
Un abrazo,
Adelaida