(L370) Kafka en la orilla (2002)


Haruki Murakami, Kafka en la orilla (2002)

Tercera novela que os traigo del mediático escritor japonés Haruki Murakami (Kioto, 1949). Con ella doy por finalizado mi acercamiento al mundo literario y fantástico de este autor, aficionado a lo sobrenatural y explorador del difícil mundo de la adolescencia.

Argumento: El protagonista de Kafka en la orilla (2002) tiene quince años y le explica a un joven llamado Cuervo que se quiere ir muy lejos y hacer su vida. Para ello dispone de cuatrocientos mil yenes que ha cogido del estudio de su padre. Al cumplir los quince años se escapa de casa a una ciudad desconocida. Decide ir a un lugar cálido, así reduce la cantidad de ropa que ha de llevar a la mitad. Durante los últimos años se ha dedicado a fortalecer su cuerpo haciendo todo tipo de deportes. Su constitución parece la de un chico mayor. No habla con sus compañeros de secundaria, ha elevado un alto muro para protegerse del mundo y tiene la “frialdad de los ojos de un lagarto”. No recuerda la última vez que ha sonreído. Procura evitar encontrarse a su padre en casa. A su madre apenas la recuerda puesto que se marchó cuando él era muy niño. Pero lo que no puede hacer es deshacerse de los genes que se reflejan en su rostro. Ha decido dirigirse a Shikoku, al Sur, donde no tiene ningún pariente ni conocido. Se monta en un autobús nocturno, hay más de diez horas de viaje.

Informe del Departamento de Tierra (MIS) de 12 de mayo de 1946 sobre el Incidente de la montaña del bol de arroz del 7 de noviembre de 1944. Una maestra, Setsuko Okamachi, explica como ella y sus alumnos vieron volar muy alto lo que creyeron ser un B29. Un objeto plateado que parecía de duraluminio. Aquel día salieron al campo en busca de setas y hortalizas silvestres comestibles ya que la guerra había hecho sus estragos también en una zona agrícola como Yamanashi. Se adentran en el bosque y en un claro del mismo se dedican a buscar setas. Es entonces cuando los dieciséis niños caen desmayados en un estado de inconsciencia. La maestra, aterrada, baja al pueblo en busca de ayuda.

El autocar sigue corriendo por la autopista velocidad constante. “El sonido monótono del motor va erosionando el tiempo como si fuera la muela de un molino, también erosiona las consciencias” nos dice el protagonista. A las cinco de la mañana el autocar deja la autopista y se detiene en un área de servicio. Una joven se dirige a él mientras desayunan. Resulta que los dos van a Takamatsu. Ella le pide sentarse a su lado para poder dormir durante el viaje puesto que le ha parecido un chico normal.

Entrevista al doctor Jûichi Nakazawa que fue llamado a socorrer a los niños. Es el médico del pueblo. Primero piensa que se han podido intoxicar por las setas. Cuando llegan a la montaña algunos niños empiezan a despertarse. Como habían observado un avión B29 el médico cree que puede tratarse de un gas de una nueva arma de los americanos. Todos los niños se despertaron sin secuelas menos uno, llamado Satoru Nakata, que fue llevado al hospital militar y del que nunca más supieron.

Llegan a la ciudad de Takamatsu pasadas las seis de la mañana. La chica (Sakura) le da su número de móvil. Él le dice que se llama Kafka Tamura. Alquila una habitación por tres noches en un hotel, luego ya decidirá qué hará. Hasta el anochecer decide matar el tiempo visitando la Biblioteca Conmemorativa Kômura, una institución privada situada en un bello edificio. Se pone a leer en un cómodo sofá. A las dos asiste a una visita guiada por el edificio. Traba amistad con el bibliotecario, un joven llamado Ôshima.

Nakata se pone a hablar con un gato negro. Le explica que vive de un subsidio del gobierno porque de niño tuvo un percance. Como tiene habilidad para ello busca gatos extraviados por encargo de sus dueños. Todo el mundo cree que es idiota porque no ha logrado aprender a leer y escribir. Estuvo tres semanas inconsciente y cuando despertó lo había olvidado todo, como si le hubieran vaciado el cerebro, no conocía a sus padres y todo lo aprendido en la escuela desapareció de su cabeza…

Comentario: Si sobre la vida de Kafka Tamura se cierne una tragedia –en el sentido clásico– que se nos desvelará al final; sobre Satoru Nakata ya se ha abatido, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para comunicarse… salvo con los gatos. Las vidas y los destinos de los personajes se van entretejiendo en un curso que parece inexorable y que no atiente a voluntades y acabarán encontrándose en la Biblioteca de Takamatsu.

El mundo de la adolescencia y los protagonistas de esta edad son los preferidos por Murakami. Los conflictos personales y de relación son una constante en las tres novelas que he comentado. Sus personajes no encajan en el mundo actual, tienen dificultades para hacerse un sitio y algunos de ellos –sobre todo en Tokio Blues (1987)– acaban suicidándose. También es constante en su narrativa la frialdad de las relaciones interpersonales en el Japón actual, muy educados en el trato, pero fríos e impenetrables en cuanto a humanidad y afectos.

Otra característica de sus novelas es la predilección por lo sobrenatural, por lo inexplicable. Un suceso producido por un extraño objeto volador que afectó a unos niños; un hombre que puede comunicarse con los gatos; un ser humano que se convierte en carnero, etc.

La parte buena de su literatura es que es entretenida, fresca y que suele atrapar a la juventud lectora que es la que se siente más identificada con los problemas de sus personajes tal vez porque tiene más conflictos por resolver. En detrimento de sus novelas he de decir que no nos llevan a ninguna parte. Ni estilísticamente, ni argumentalmente, tampoco en la profundidad de su conocimiento del ser humano nos aporta algo nuevo que no sepamos. Si, ya sé que eso es muy difícil, pero siendo Murakami un lector y admirador de Shakespeare, creo que podría habernos llevado un poco más lejos. Nos deja en la orilla, no se adentra en las profundidades del alma humana, se queda en la superficie.

Como podéis ver en la bibliografía que aporto Murakami despierta admiraciones y odios por igual. Yo soy de los que opinan que está sobrevalorado, que no escribe más que best-sellers con aura intelectual solamente porque cita a los Beatles y a escritores occidentales. Se trata de Literatura para modernillos (hipsters) que se han tragado el sapo. Como contrapartida la literatura es el reino de la libertad: que cada uno decida qué desea leer.

BIBLIOGRAFÍA

Lara Hermoso, Por qué Murakami no debe ganar el Nobel de Literatura, Jotdown, Octubre 2014.


Ana Matellanes, Cinco cosas que no soporto de Haruki Murakami, Koratai, 12/05/2013.

Comentarios

  1. Hola, Tomás:
    La verdad es que es un autor que embelesa a los más jóvenes. A mí me resulta contradictorio; a veces muy bueno y otras veo que resuelve la narración con absurdos.
    Un abrazo,
    Adelaida

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