(L376) Los pichiciegos (1983)
Rodolfo Fogwill, Los pichiciegos (1983)
Primera obra que os
traigo del escritor y sociólogo argentino Rodolfo Fogwill (1941-2010),
uno de los primeros escritores en tratar el conflicto armado de la Guerra de
las Malvinas en forma novelada.
Argumento:
Un grupo de veintiséis o veintisiete soldados argentinos excavan unas
trincheras. Hablan de cómo repartirse las cuatrocientas cajetillas de tabaco
que les quedan. Ya no tienen azúcar. Son las siete de la mañana. Rubione les
trae un saco de azúcar de unos quince quilos. Mientras se fuma un Jockey blanco
habla con Luciani y otros soldados sobre el carbón que les queda y las raciones
de comida. Llaman helados a los muertos y a los heridos, fríos, a quienes
llevan a la enfermería cuando pueden cruzar un campo que bombardean los
ingleses.
El sargento, el Turco y
el Viterbo, denominados por la tropa como Los Reyes Magos, habían mandado a
tres soldados a cavar en un cerro unas trincheras. Les envían un Ingeniero para
hacer los desagües y reforzar los techos. A las dos semanas está hecho. Se
llamó «la Pichicera». Un bahiense cuenta como se cazan los pichiciegos, que son
más ricos que la vizcacha y tiene un armazón en el cuerpo y cavan túneles en la
tierra. Desde entonces ellos empezaron a llamarse «los pichis»; son desertores
del ejército argentino. Tienen víveres para ir subsistiendo e intercambian
cosas con los ingleses: café, chocolate, baterías, etc. A cambio han de colocar
unas cajitas en lugares estratégicos. Suponen que deben ser radiotransmisores
para atraer los cohetes. Los Harrier bombardean con sus cohetes el polvorín del
campamento de los marines.
Los soldados hablan de
los fusilados por Videla, unos quince mil, de los vuelos militares en que los
tiraban al mar. Del revolucionario Mario Firmenich.
Beben demasiado y se ponen sentimentales. Los jefes piensan deshacerse de los
peores y entregarlos a los ingleses o al menos eso dicen a los otros
compañeros. Agrandan las galerías para tener más espacio para los víveres. Al Turco
lo llaman así por sus orígenes árabes. Parece mayor, tiene la costumbre de
mandar aunque solo tiene diecinueve años.
Los pichis tienen miedo a
los gurjas,
que no son como los otros ingleses, los escots y los wels. Tienen ganas que
acabe la guerra, sea de la forma que sea. Todos creen que ganaran los ingleses
porque están mejor preparados. Al volver a casa desean culear, bañarse y dormir
en una cama limpia. Tienen dos radios y por ellas escuchan las noticias
argentinas, que dicen que ya han ganado la guerra; y la inglesa. Los ingleses
ponen mejor música. El Turco tiene miedo que los descubran o que los ingleses
los delaten a cambio de algo…
Comentario:
La novela está ambientada en la Guerra de las Malvinas que enfrentó a la
Argentina y al Reino Unido entre abril y junio de 1982 en el invierno del
hemisferio Sur por la posesión del archipiélago de las Malvinas reclamado por
los argentinos. El General Leopoldo Galtieri, jefe de la Junta Militar, inicia
la ocupación. Margaret Thatcher se propuso recuperarlas y así lo hizo.
La novela no ahorra
críticas a los militares profesionales argentinos que aparecen interviniendo en
la guerra, presentando casos de corrupción, soberbia, maltrato de los soldados,
cobardes que buscan una baja infligiéndose lesiones para evitar combatir en el
último momento, deshonrosos como los que se camuflan entre las filas de
soldados que se entregan con los papelitos que tiraban los Harrier invitando a
rendirse, o como el oficial que se congela la mano izquierda para quedar vivo y
pasar al retiro con un grado más alto.
Los militares británicos,
por contra, aparecen mejor tratados, más asépticos, con muchos más medios,
mejor vestidos y pagados, y la guerra, la hacen mejor, son más organizados, más
hijos de puta. Los pichiciegos están en contra de la guerra, pero dentro de la
sociedad argentina eran una minoría, aunque el país estuviera gobernado por una
Dictadura Militar.
Los pichiciegos no es una
novela épica (en el sentido de ensalzar la gloria nacional) ni doliente (por
haber perdido la guerra), sino la historia de una serie de personas que se
construyeron un mundo a su medida, cambiando las normas "lógicas" por
las que nos regimos (donde el exterior simboliza la libertad y el refugio
subterráneo, el cautiverio); aquí es todo lo contrario. Se mantienen firmes a
costa de lo que sea.
Está escrita en forma
dialogada, es ágil, y de fácil lectura. Los americanismos que aparecen le
aportan ese encanto especial que tiene el dialecto porteño.
BIBLIOGRAFÍA
ASALE, Diccionario
de Americanismos, Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010
Jaime Molina, Los pichiciegos, de Rodolfo
Fogwill: la supervivencia como fin, cicutadry.es, s/f.
María José Schamun, Los
pichiciegos: el poder sobre la vida en manos de la literatura, Caderno
de Letras, Pelotas, n. 37, pp.167-175, maio-agosto 2020.
Roberta Tennenini, El contradiscurso de la memoria en Los pichiciegos de Rodolfo Fogwill, Revista Amerika número 16, año 2017.
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