(L374) 2001 una odisea espacial (1968)


Arthur C. Clarke, 2001 una odisea espacial (1968)

Se cumplen 50 años de la publicación del libro y del estreno de una de las películas más fascinantes de la historia del cine y de la ciencia-ficción. Se trata de 2001 una odisea espacial (1968) de Stanley Kubrick. Junto a Arthur C. Clarke (1917-2008) elaboraron el guion que dio lugar a la película y a la siguiente novela que es mucho más explícita que el film pero bastante menos poética.

Argumento: I.- La noche primitiva. La sequía había durado ya diez millones de años. El reinado de los terribles saurios había terminado hacía tiempo. En ese terreno baldío solo podía sobrevivir lo pequeño. Los hombres mono del “veldt” están al borde de la extinción. Unos cincuenta de ellos ocupan las cuevas de un pequeño valle. En épocas malas pasan sed y hambre. Entre los de su especie, Moon-Watcher era casi un gigante de metro y cincuenta y dos centímetros.

“Al tender su mirada sobre el mundo hostil del pleistoceno, había ya algo en ella que sobrepasaba la capacidad de cualquier mono. Los primeros indicios de una inteligencia que posiblemente no se realizaría aún durante años, y podría no tardar en ser extinguida para siempre”.1

Al alcanzar el riachuelo para beber, los Otros estaban allí. No podían ser distinguidos de los miembros de su propia tribu. Al verle llegar comenzaron a chillar y agitar las manos. Los suyos hicieron lo mismo. Aunque peleaban a menudo las disputas no solían tener consecuencias al no poseer garras ni colmillos. En el siguiente apacentadero tuvieron que compartir el agua con grandes bestias semejantes al antílope a las que no pueden desalojar pues están armadas con una abundante cornamenta. Un excedente de carne que está más allá de su alcance.

Antes de irse a dormir Moon-Watcher contempla la Luna, de joven nunca había conseguido tocarla “porque no había hallado un árbol lo suficientemente alto para trepar a ella”. Al amanecer lo despierta un ruido, el rechinar del metal sobre las piedras, jamás oído antes en la historia del mundo. Era una losa rectangular de una altura el triple de la suya. A la vuelta de la jornada, ya casi anocheciendo, el monolito emite un ruido, una vibración parecida al sonido de un tambor. Salen unas luces que giran cambiando de ángulo y los monos humanoides siguieron con la mirada fija, hipnotizados, cautivos del radiante cristal. “Jamás hubiesen imaginado que estaban siendo sondeadas sus mentes, estudiadas sus reacciones y evaluados sus potenciales”.2


Durante varias noches el monolito enseña imágenes a los monos más dotados, entre ellos está Moon-Watcher. “Era un lento y tedioso proceso, pero el monolito de cristal era paciente. No cabía esperar que ni él, ni sus reproducciones desperdigadas a través de la mitad del globo tuvieran éxito en todas de las series de grupos implicados en el experimento. Cien fracasos no importarían, si un simple logro pudiese cambiar el destino de un mundo”.3

Moon-Watcher se detuvo de súbito cuando una hilera de cerdos atravesó la senda. Con una piedra pesada y puntiaguda mata a un cerdo. El resto de la tribu a modo de imitación repite la misma acción. Tardarían todavía un tiempo en comprender que no necesitaban tener hambre nunca más.


En un año dominaron otros objetos naturales como el mazo de piedra, la sierra dentada y el raspador de hueso. Eran instrumentos perfectos que sólo requerían ser recogidos. Con ellos y su experiencia en la caza logran ahuyentar al temible leopardo. El monolito ha desaparecido sin dejar rastro. Nuevamente se encuentran a los Otros en el riachuelo. A los gritos y retos no hubo repuesta alguna. Esta vez van armados, cruzan el rio y matan a su jefe a golpes, los demás huyen despavoridos. En los siguientes cien mil años el hombre no inventa nada pero va expandiéndose. Surge el habla, el dominio del fuego, de la piedra se pasó al bronce y luego al hierro. Llegó la agricultura. La aldea se transformó en ciudad. Las armas cada vez son más sofisticadas y les permiten lanzarse a la conquista el mundo.

II.- TMA Uno. El doctor Heywood Floyd se ha entrevistado con el Presidente y se dirige a la nave que ha de llevarlo a la Luna donde parece ser que una epidemia les ha obligado a declarar la cuarentena. En un día llega a la Luna donde habita una colonia de mil cien hombres y setecientas mujeres. Le recibe Halvorsen, el administrador de la Base. Después de las presentaciones protocolarias y los discursos asiste a una conferencia donde le explican el problema. Detectaron un campo magnético y encontraron enterrado un monolito de 4 metros de altura por 2 metros de ancho. Han comprobado que tiene una antigüedad de aproximadamente tres millones de años. Es anterior a los humanos y una evidencia de vida inteligente fuera de la Tierra…


Comentario: La novela es del género de ciencia-ficción dura, de una rigurosidad científica prácticamente absoluta. La imaginación desbordante y fantástica aquí no tiene cabida. Si algún día se produce un viaje a los confines de nuestro sistema solar, con mucha probabilidad, será muy parecido al que describe Clark en su obra.

Se nos plantean las grandes preguntas que se hace la humanidad: ¿Estamos solos en el Universo? ¿Hay seres iguales o más inteligentes que nosotros? ¿Y si existen cómo son? ¿Con forma humanoide? ¿Por qué no se han manifestado hasta ahora? ¿Nos ha creado alguien? Preguntas que a todos nos gustaría poder responder algún día.

En la introducción a 2001 una odisea espacial se nos plantea por qué no se han producido encuentros con nuestros iguales o con nuestros superiores. Dando por sentado que existe algún que otro tipo de vida inteligente en el Universo. ¿Y si no fuera así? ¿Y si en verdad estamos solos? El hombre siempre ha sentido pánico al horror vacui.

Creo que el gran éxito que obtuvo la película ha sepultado las bondades de la novela. Lo que si consiguen transmitir ambas es el desasosiego que produce la ausencia de sonido en el espacio. La soledad de los astronautas, de estos viajeros interplanetarios, científicos colmados de una paciencia infinita. Son conscientes que han sacrificado sus vidas en pos del conocimiento, ya que casi con total seguridad no volverán a la tierra.

Esta novela, y buena parte de la obra de Clark, se basa en dos principios fundamentales: el optimismo por los beneficios del progreso científico y el encuentro con especies y culturas superiores (siempre en un tono muy paternalista).

De este autor también os recomiendo la lectura de Cita con Rama (1972) y Las fuentes del paraíso (1979).

NOTAS:

1.- Arthur C. Clarke, 2001una odisea espacial, Plaza & Janes, Barcelona, 1973, p. 14.

2.- Ibídem, p. 23.

3.- Ibídem, p. 27.

BIBLIOGRAFÍA

Emilio de Gorgot, 2001: una odisea del espacio, explicada paso a paso, Jot Down, Agosto de 2011.

Tomás Rivera, 2001: una Odisea espacial - Arthur C. Clarke, Kindlegarten, 27/09/2014.



Del 24 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2019 el CCCB nos ofrece una exposición sobre Stanley Kubrick y su obra.

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