(L382) Libertad bajo palabra (1960)
Octavio Paz, Libertad bajo palabra – Obra poética
(1935-1957) (1960)
Primer libro que os
traigo de este poeta mexicano. Octavio Paz
(1914-1998) escritor y diplomático publicó esta selección de su
obra titulada Libertad bajo palabra
el año 1960. Fruto de su experiencia vital y de su peregrinaje por diversos
países ya fuera como becado por la fundación Guggenheim o como diplomático de
su país.
El año 1937 estuvo en el Segundo
Congreso de escritores antifascistas que se celebró en Valencia, en
una España en guerra, donde conoció a los surrealistas franceses, a Pablo
Neruda y a buena parte de los poetas españoles de la época.
Su itinerantica le llevó
a los Estados Unidos (1944-45); París (1946-1951); La India y Tokio (1951-1953)
y de vuelta ya a México (1953-1958). El año 1958 volvió a París pero este
periodo formará ya parte de una nueva etapa poética y creativa.
“Allá, donde terminan las
fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio. Avanzo lentamente
y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua
remota que me espera donde comienza el alba”.
Selección
de poemas
Bajo
tu clara sombra.
II
Tengo que hablaros de
ella.
La que suscita fuentes en
el día,
la que puebla de mármoles
la noche.
Es el mismo reposo el que
respira
en su callada vena;
la huella de su pie
es el centro visible de
la tierra,
la frontera del mundo,
sitio sutil, encadenado y
libre;
discípula de pájaros y
nubes
hace girar al cielo;
su voz, alba terrestre,
nos anuncia el rescate de
las aguas,
el regreso del fuego,
la vuelta de la espiga,
las primeras palabras de
los árboles,
la blanca monarquía de
las alas.
No vio nacer al mundo,
mas se enciende su sangre
cada noche
con la sangre nocturna de
las cosas
y en su latir reanuda
el son de las mareas
que alzan las orillas del
planeta,
un pasado de agua y de
silencio
y las primeras formas de
la materia fértil.
Tengo que hablaros de
ella:
de un metal escondido,
de una hierba sedienta,
del silencio compacto de
un arbusto;
del ímpetu invisible
que hace crecer las
cosas,
de lo que sólo vive
como sangre y aliento.
Del silencio del mundo,
del tumulto del mundo.
Tengo que hablaros de
ella…
Un día seré digno
y mis labios dirán
esta noble ignorancia,
esta fresca costumbre
de ser simple tormenta,
rama tierna.
Las
palabras
Dales la vuelta,
cógelas del rabo
(chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a
las rejegas,
ínflalas, globos,
pínchalas,
sórbeles sangre y
tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate,
cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas
sus palabras.
Entre
la piedra y la flor
III
Entre la piedra y la
flor, el hombre:
el nacimiento que nos
lleva a la muerte,
la muerte que nos lleva
al nacimiento.
El hombre,
sobre la piedra lluvia
persistente
y río entre llamas
y flor que vence al
huracán
y pájaro semejante al
breve relámpago:
el hombre entre sus
frutos y sus obras.
El henequén,
verde lección de
geometría
sobre la tierra blanca y
ocre.
Agricultura, comercio,
industria, lenguaje.
Es una planta vivaz y es
una fibra,
es una acción en la Bolsa
y es un signo.
Es tiempo humano,
tiempo que se acumula,
tiempo que se dilapida.
La sed y la planta,
la planta y el hombre,
el hombre, sus trabajos y
sus días.
IV
El dinero y su rueda,
el dinero y sus números
huecos,
el dinero y su rebaño de
espectros.
El dinero es una fastuosa
geografía:
montañas de oro y cobre,
ríos de plata y níquel,
árboles de jade
y la hojarasca del papel
moneda.
Sus jardines son
asépticos,
su primavera perpetua
está congelada,
son flores son piedras
preciosas sin olor,
sus pájaros vuelan en
ascensor,
sus estaciones giran al
compás del reloj.
El planeta se vuelve
dinero,
el dinero se vuelve
número,
el número se come al
tiempo,
el tiempo se come al
hombre,
el dinero se come al
tiempo.
La muerte es un sueño que
no sueña el dinero.
El dinero no dice tú
eres:
el dinero dice cuánto.
Más malo que no tener
dinero
es tener mucho dinero.
Saber contar no es saber
cantar.
Alegría y pena
ni se compran ni se
venden.
La pirámide niega al
dinero,
el ídolo niega al dinero,
el brujo niega al dinero,
la Virgen, el Niño y el
Santito
niegan al dinero.
El analfabetismo es una
sabiduría
ignorada por el dinero.
El dinero abre las
puertas de la casa del rey,
cierra las puertas del
perdón.
El dinero es el gran
prestidigitador.
Evapora todo lo que toca:
tu sangre y tu sudor,
tu lágrima y tu idea.
El dinero te vuelve
ninguno.
Entre todos construimos
el palacio del dinero:
el gran cero.
No el trabajo: el dinero
es el castigo.
El trabajo nos da de
comer y dormir:
el dinero es la araña y
el hombre la mosca!
El trabajo hace las
cosas:
el dinero chupa la sangre
de las cosas.
El trabajo es el techo,
la mesa, la cama:
el dinero no tiene cuerpo
ni cara ni alma.
El dinero seca la sangre
del mundo,
sorbe el seso del hombre.
Escalera de horas y meses
y años:
allá arriba encontramos a
nadie.
Monumento que tu muerte
levanta a la muerte.
Piedra
de sol (fragmento)
¿y el grito
en la tarde del viernes?,
y el silencio
que se cubre de signos,
el silencio
que dice sin decir, ¿no
dice nada?,
¿no son nada los gritos
de los hombres?,
¿no pasa nada cuando pasa
el tiempo?
no pasa nada, sólo un
parpadeo
del sol, un movimiento
apenas, nada,
no hay redención, no
vuelve atrás el tiempo,
los muertos están fijos
en su muerte
y no pueden morirse de
otra muerte,
intocables, clavados en
su gesto,
desde su soledad, desde
su muerte
sin remedio nos miran sin
mirarnos,
su muerte ya es la
estatua de su vida,
un siempre estar ya nada
para siempre,
cada minuto es nada para
siempre,
un rey fantasma rige sus
latidos
y tu gesto final, tu dura
máscara
labra sobre tu rostro
cambiante:
el monumento somos de una
vida
ajena y no vivida, apenas
nuestra,
¿la vida, cuándo fue de
veras nuestra?,
¿cuando somos de veras lo
que somos?,
bien mirado no somos,
nunca somos
a solas sino vértigo y
vacío,
muecas en el espejo,
horror y vómito,
nunca la vida es nuestra,
es de los otros,
la vida no es de nadie,
¿todos somos
la vida? pan de sol para
los otros,
¿los otros todos que
nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los
actos míos
son más míos si son
también de todos,
para que pueda ser he de
ser otro,
salir de mí, buscarme
entre los otros,
los otros que no son si
yo no existo,
los otros que me dan
plena existencia,
no soy, no hay yo,
siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre
allá, más lejos,
fuera de ti, de mí,
siempre horizonte,
vida que nos desvive y
enajena,
que nos inventa un rostro
y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte,
pan de todos,
Comentarios
Publicar un comentario