(G183) Restaurante Malena (Gimenells, Lleida)



Situado en una antigua vaquería el restaurante Malena, c/ Roques Blanques, s/n 25112 Gimenells está al mando de José María Castaño quien orienta su cocina hacia los productos autóctonos catalanes y los elabora a partir de creaciones más actualizadas. Su punto fuerte es la utilización de brasas con la que consigue unas cocciones de la carne y pescado excelentes.

Disponen de carta y dos menús degustación. Nos decidimos por el Menú corto que cumplió perfectamente nuestras expectativas y nuestro apetito.

Empezamos con un homenaje a los elementos primarios: pan, aceite, sal. Tomamos un aceite ecológico del Molí dels Torms que está recuperando variedades autóctonas. Es una mezcla de arbequina, arbreblanc y verdal. Es un aceite muy sedoso en boca y aromático. Sabe a hierba verde, a tomatera, a hinojo que le da el característico tono anisado. Envuelto en un mantel (foto) nos llegó un panecillo acabado de salir del horno. El pan de tres tipos: rústico, de tomate y albahaca y de melocotón resultó interesante.



Siguieron unos Bastoncitos de pipas, Xolís del Pallars con pan y tomate, un Almendrón a las cuatro pimientas y un mojito (foto), muy originales y ricos.




Entramos ya en los platos individuales. Esqueixada de setas al sabayón de parmesano (foto), muy buena y una Barreja a la gelatina de vermut i naranjada (foto), conseguidísima.




El menú va subiendo enteros. Seguimos con un Revoltillo de setas y gambas (foto), delicioso, y un Atún en escabeche con tomate confitado a la albahaca (foto), muy fino y suave donde el vinagre es casi imperceptible.




Como segundos Lechón cocido con piel de cítricos y vainilla, acabado al horno de leña, con peras de Lleida (foto), crujiente y ligero. Bloque de vaca de pasto con salsa de cerezas de ratafía (foto), una carne estupenda y una ejecución perfecta de los puntos de cocción, la pedí al punto, excelente.




Como postres Espuma de melocotón, helado de vainilla y “pets de monja” al burbon (foto), bueno. Almendras garrapiñadas y “orelletes” con ratafía de la padrina Lola (foto), riquísimo. Yo había pedido Biscuit de almendras, higos de Alguaire a la brasa y helado de canela (foto), pero apuntaron las almendras garrapiñadas y no lo quise cambiar. Como compensación y sin pedirlo me ofrecieron esta pequeña muestra. 





Los cafés los tomamos en la terraza (foto) bajo las caricias de un templado y agradable sol otoñal.



Al elegir platos de carne nos decidimos por un vino tinto de proximidad. Alto Siós 2017 de la DO Costers del Segre elaborado por Bodegas Costers del Sió situadas en Balaguer. Se trata de un coupage con las proporciones 60% Syrah, 30% Tempranillo y 10% Garnacha. Criado doce meses en barrica de roble francés. De intenso color rojo rubí en nariz se notan tonos minerales, torrefactos y especiados. En boca destacan sus taninos finos y una acidez bien integrada. Tiene recuerdos a fruta negra madura (cerezas y ciruelas) y va ganando en armonía una vez se ha oxigenado convenientemente.



Es la tercera vez que visitamos el restaurante en estos últimos veinte años. La primera estaba situado en el barrio de Pardinyes de Lleida (02/06/2001) y las dos últimas en Gimenells (12/04/2014). Durante estos años hemos observado el constante crecimiento y saber hacer de este cocinero y nos congratulamos por ello. Sin lugar a dudas ha alcanzado una madurez envidiable.

Precio Menú “Pissarra” 42 euros + bebidas + IVA. Fecha de la visita el 26 de octubre de 2019.

PUNTUACIÓN: 7,5-8

Comentarios

  1. Hola, Tomás:
    Qué bien has valorado el restaurante, aunque la nota, como siempre, un poco baja. Es un sitio fantástico.
    Un abrazo!!!
    ¡Feliz año!
    Adelaida

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