(G50) Lillas Pastia (Huesca)
La Taberna de
Lillas Pastia abrió sus puertas el 9 de agosto de 1995, precisamente el año en
el que se cumplía el ciento cincuenta aniversario de la novela Carmen de Prosper
Merimée, el año 1845. Lillas Pastia toma
su nombre del dueño de la taberna donde se encuentran Carmen y don José. Bajo
la dirección de Carmelo Bosque su cocina se ha especializado en la utilización
de las trufas, en especial la tuber
melanosporum, conocida como “la gema de las tierras pobres” cuya temporada
alargan hasta el mes de abril. Ya habíamos estado en el establecimiento el 8 de diciembre de 2000.
El Restaurante
está localizado en la planta baja del edificio más significativo del Modernismo
de Huesca, el Círculo Oscense, o Casino, lo que le confiere un ambiente singular
y acogedor. Además, habiendo respetado totalmente sus características
modernistas, “se buscó desde el principio que hubiera también elementos
decorativos y ambientales, que fueran reflejo de la cultura y corrientes
artísticas de Huesca y nuestros días” dicen en su presentación.
Muy bien
aconsejados por el Maître[1]
escogimos el menú Carmen, algo más corto que el Degustación, y que nos costó
terminar por lo generoso. Estaba compuesto por seis snacks, tres entrantes, pescado o carne, postre y la bodega
incluida, algo que últimamente ya no se ve en los restaurantes de categoría.
Destacar también la bonita vajilla, una Villeroy & Bosch que representa un colorido
jardín francés (foto).
Los snacks fueron interesantes sobre todo el
de trufa con zanahorias, la crema de tupinambo y el salmón ahumado con compota
de manzana (foto).
Los primeros
fueron: para mí Espárragos blancos tibios con crema de trufa y nata, (foto), bueno y Ensalada de queso
trufado con apio y piña (foto),
bueno. Seguimos con un ravioli de ave escabechada con gamba (foto), muy bueno. El tercero para mí
Patata trufada con base de setas de cardo con su jugo y trocitos de jamón (foto), muy bueno y Arroz de trufa tuber melanosporum con foie (foto), excelente.
Los segundos
consistieron según la elección de carne o pescado en: Bacalao al pil-pil con
habas, tomillo y limón (foto), un
poco insípido, correcto. Ternera con anguila ahumada (foto), muy buena, excelente y curiosa ligazón de mar y montaña.
Como postre Tarta
de manzana con helado de tomillo (foto),
buenísima.
El vino que
entraba con el menú nos sorprendió por su calidad. Se trata de un Castillo de Maetierra Libalis 2011. En
boca es sedoso, frutal y equilibrado, con un agradable postgusto. Es un blanco
aromático de rioja de los Valles de Sadacia[2].
Sus variedades de uva son: Moscatel de Grano Menudo, Viura y Malvasía. Su color
es amarillo pajizo, brillante y limpio. En nariz exhala aromas de frutas
(melocotón, moscatel, piña, maracuyá). En boca continúa siendo muy frutal,
denso, glicérico y equilibrado, es largo y generoso en el retrogusto, dejando
una estela de recuerdos tropicales.
El pan fue de
tres tipos: de coca esponjosa; de chapata y el último de aroma de tomate,
buenos.
Como infusiones
una menta y una manzanilla para intentar colocarlo todo en su sitio. Los petites fours buenos con un predominio
apabullante del chocolate (foto).
El día fue muy lluvioso
y frio durante toda la mañana; seis grados para las alturas de calendario no
están nada mal. Por la tarde, un tibio sol y un manto blanco que cubría
la Sierra de Guara nos acompañaron de regreso a casa.
Preció del menú Carmen
35 euros + IVA. Precio del menú degustación 55 euros + IVA. Entran el agua y el
vino aunque no el café. Fecha de la visita 30 de abril de 2012.
PUNTUACIÓN: 7,5
[1] También tuvo la amabilidad de cambiarme dos entrantes elaborados con
queso.
[2]
Valles de Sadacia es una indicación geográfica protegida, utilizada para
designar los vinos de la tierra elaborados con uvas producidas en las zonas
vitícolas de cuatro valles de la comunidad autónoma de La Rioja, en España.
Estos cuatro valles son los recorridos por los ríos Iregua, Leza, Cidacos y
Alhama.
Los vinos producidos bajo
esta indicación proceden exclusivamente de las variedades blancas Moscatel de
grano menudo, Viura, Malvasía, Moscatel de Alejandría y Garnacha blanca, y
pueden ser secos, semisecos, dulces y semidulces.
Caramb, te un aspecte bonissim. Per cert ja saps qui es el LIllas Pastias? un prota de la opera Carmen......
ResponderEliminarCristina Farré
Enhorabuena. Sois una maravilla. Y cada vez tendréis más visitas.
ResponderEliminarAquí sí que podré convencer a alguien para ir. Está cerca y vuestros comentarios son muy, muy, buenos.
Ah! Por cierto: seguro que no se acabarán las procesiones a estos restaurantes, es un sufrimiento muy gratificante. Jajaja.
Un abrazo,
Adelaida de Sarraga