La crisis económica (2013)



La crisis económica que sufrimos casi todos los españoles, en más o menos medida, asentó sus pilares mucho antes del año 2008.

En el año 1992 el señor Solchaga, ministro de economía dijo que España era un buen país para invertir y sacar beneficios rápidamente. Los beneficios rápidos que proporciona la especulación, son pan para hoy y hambre para mañana, tal como se ha demostrado. Un estado no debe de dar alas a una economía que no esté basada en el  largo y medio plazo y menos permitir que la especulación sea el motor de la economía de una nación.

Aunque sea tarde, como suele suceder casi siempre en  política, urge un gran pacto entre Gobierno, Oposición, Sindicatos y Patronal para volver a crear empleo, y dejar de “vender al pueblo que la solución al paro pase por que los jóvenes se hagan emprendedores”. Ojalá la mayoría de los jóvenes pudieran ser emprendedores, pero esta no es la realidad, sino que sólo unos cuantos están preparados para serlo y la gran mayoría lo único que pueden emprender es un viaje hacia otro país. Yo estoy jubilado, pero si fuera joven ahora, me ofendería y mucho si estando parado y sin futuro a la vista  me tuviera que comer la misma monserga de los emprendedores en los medios de comunicación.

En el año 1886 se pasó de la jornada laboral de hasta 18 horas al día a la jornada de 8 horas. Hoy en día quizás es momento de plantearse la reducción de jornada y sueldo de los trabajadores en un diez por ciento y así poder ocupar  a varios millones de personas, además de rebajar los precios de todos los productos en diez por ciento, para animar el consumo. El Estado dejaría de pagar muchos millones de euros a tantos parados, los empresarios no aumentarían sus costes ya que en los dos primeros años tendrían que ser libres de pagos a la Seguridad Social. Por otro lado los trabajadores que perdieran una parte de su sueldo lo ganarían en tiempo libre y calidad de vida. Muchos me pueden decir “yo no quiero que me rebajen la jornada y el sueldo”. Yo les respondería: “¿es  acaso coherente y normal que ahora les rebajen el sueldo y aumenten la jornada?”. El problema está en que la derecha de este país no tiene “mano izquierda” y que la izquierda no suele hacer las cosas “a derechas”.

Para terminar, no soy economista y por lo tanto igual digo disparates, pero si soy humanista y creo en el bien y el sentido común. Si la tecnología avanza y cada vez se necesitan  menos personas para trabajar, el avance ha de ser en beneficio de las personas, ¿o no?

Josep Pons Izquierdo, 13/05/2013

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