(L354) Conocerás el poso de la nada (1982)


José Luis Castillo-Puche, Conocerás el poso de la nada  (1982)

Os traigo un autor español que está prácticamente olvidado en nuestros días. Pues apenas lo conoce nadie y mucho menos lo lee. Se trata de José Luis Castillo-Puche (Yecla, 1919-Madrid, 2004). A pesar que la novela que comentó obtuvo en su momento el meritorio Premio Nacional de Narrativa.

Argumento: El narrador y otros catorce seminaristas «recuperados del copón», como dice el capitán Castañeda, son llevados en un camión hacia el frente de batalla. El joven recuerda que su madre quería que fuera sacerdote y él no le podía negar nada. Sus otros dos hermanos, Pascual y Manolo, también probaron pero se volvieron. Francisco se fue para el Seminario un mes de septiembre de vendimia.

Recuerda a su tío Cirilio quien lo llevaba de la mano bien apretada a las ermitas a hacer penitencia y rezar. Su avidez de verdad y autenticidad choca con el seminario. Las muchachas conocidas hasta entonces también lo habían sofocado. Se va cerrando cada vez más dentro de sí. El seminario es un refugio de gente pobre y triste. A base de regalos lo van encandilando para que se pueda dar importancia en el seminario.

Sale de Hécula (Yecla) con su maleta en el autobús de línea hacia la capital donde está el seminario. El chico lleva su paquete de cigarrillos canarios en el bolsillo que no se atreve a sacar. No tiene vocación de anularse mientras contempla el paisaje. El autobús pasa las vías del tren y entra en la ciudad de Murcia que era fiesta y zoco, mercado y jolgorio. Nos habla del seminario, de los tipos de compañeros, los chismes. Las cosas permanecen inmutables, las personas cambian. Pasan los veranos y se hacer mayor. Muchos compañeros del seminario desertan. La situación revolucionaria es preocupante y no saben si acabaran el curso.

Nos habla de la relación que tuvo con Herminia, de su amor sin promesas que se truncó cuando le regalo un collar de familia que él pensaba que era valioso y resultó no serlo. Ella lo tomó como una burla y lo dejó plantado. Las mujeres no han sido para él más que frustración y fracaso. El recuerdo de Herminia lo tiene obsesionado. Se habían unido dos soledades.

Sabemos que en el tiempo presente trabaja de dibujante en Euskadi. No puede ni enterrar a su madre. Recuerda en la enfermería los tocamientos que le hizo don Crisanto. No se lo cuenta a nadie, ni siquiera a su madre, pero algo se ha roto dentro de él. Gana las elecciones el Frente Popular, los seminarista han de tener cuidado cuando salen de paseo.

Un día viene a visitarlo su madre sola, sin sus tíos curas. El recuerda cuando pasaron juntos unos días en la playa. La madre, que ha venido a verlo, está más triste, toda vestida de luto, llora. Su hija Rosa se ha fugado con el novio. Los comentarios del pueblo, la sobrina del cura. Ese día lo dejan salir a comer con su madre. Ella sigue quejándose de los Sarmenteros, familia gastadora de lo que no tiene y borrachos...

Comentario: Tal vez está sea la más destacada obra de Castillo-Puche. Su prosa produce un gusto recargado y agonístico al leerla, ya que aunque no carece de puntuación, no tiene puntos. La novela trata temas que son afines a Puche en otras novelas y que preocuparon a toda una generación de escritores: la guerra civil, la represión social y religiosa, la identidad y la muerte. Su lenguaje destaca por su espontaneidad, fluidez y lirismo. Se trata de la primera novela suya que he leído y no me ha dejado en absoluto indiferente.

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