(BA18) Exposición sobre Stanley Kubrick en el CCCB (2018-2019)



La exposición repasa la trayectoria creativa del director neoyorquino Stanley Kubrick (1928-1999), desde sus años de aprendizaje como fotógrafo en la revista Look, deteniéndose en sus doce largometrajes, hasta sus proyectos nonatos o encargados a la responsabilidad de otros cineastas. Se puede ver en el CCCB de Barcelona del 24 de octubre hasta el 31 de marzo de 2019.

Presenta una cuidada selección de más de seiscientos elementos entre imágenes en movimiento (unos cuarenta audiovisuales); objetos y material procedentes de los archivos personales del director (documentos de investigación y producción, guiones, fotos fijas, utillaje, vestuario, maquetas, cámaras y objetivos, etc.), y la correspondencia con el talento que lo rodeó.

Cuando uno se adentra en el fascinante mundo de Kubrick y tiene la posibilidad de acceder a sus documentos se da cuenta por su modo de trabajar, por lo perfeccionista que era y por la gran capacidad de trabajo y creación de la que era capaz que nos hemos topado con un genio. Genio que ha desarrollado todo su talento en apenas doce películas de los géneros más diversos. Kubrick ha sabido crear grandes films en todos y cada uno de ellos. Voy a repasarlas brevemente adjuntando las fotografías y los textos de la exposición que me han llamado la atención.



«If it can be written, or thought, it can be filmed.» (“Si puede ser escrito, o pensado, puede ser filmado”). Toda una declaración de intenciones de Kubrick.

La exposición comienza por la carrera de juventud como fotógrafo en la prestigiosa revista Look de la que quedan miles de fotografías. Como aprendizaje formativo Kubrick filmó tres documentales: 1951: Day of the Fight (cortometraje documental). 1951: Flying Padre (documental de nueve minutos). 1953: The Seafarers (documental de treinta minutos); y una película malísima, según sus propias declaraciones, 1953: Fear and Desire. No los voy a comentar aquí pues carecen del suficiente interés salvo para los biógrafos y cinéfilos más desaforados.



1955: Killer's Kiss (El beso del asesino).

Es una notable película de suspense sobre un boxeador que conoce a la mujer de un mafioso y se enamora de ella. En el film aparece, en el papel de la bailarina hermana de la protagonista, la que sería su segunda esposa, Ruth Sobotka. La película contó con pocos medios, y Kubrick no cobró nada. Hizo de operador, montador, ayudante de montaje, técnico de efectos especiales, además de director. El film tuvo poco éxito.



1956: The Killing (Atraco perfecto).

No existe el atraco perfecto. Siempre ocurre algo que altera los planes, por muy bien estudiados y planificados que estén. El film narra un robo meticulosamente planeado que desemboca en una masacre. El plan comienza a tambalearse cuando Sherry Peatty, la mujer de uno de los ladrones, manipula a su marido para que le revele los detalles del atraco y seduce a su amante para que le robe el botín a Johnny (Sterlyn Hayden), el cerebro del plan. Está basada en la novela Clean Break (1955), escrita por Lionel White.

Se planea y se logra un "atraco perfecto", que es frustrado de manera absurda, por un detalle insignificante, para complacer a la censura y que los malos sean castigados. 



1957: Paths of Glory (Senderos de Gloria).

Se trata de una estupenda película antibelicista que cuenta los excesos que se cometieron con los soldados en la Primera Guerra Mundial, llevándolos a una muerte segura. Es la primera colaboración de Kirk Douglas con Kubrick. Impresionante el travelling en que se ve a los soldados haciéndole sitio a Douglas antes de lanzarse al ataque que los conducirá a una muerte segura y absurda. Está basada en la novela homónima de Humphrey Cobb, Paths of Glory (1935).

El hecho de que mostrara de forma descarnada la sucia realidad de la guerra, en la que a menudo la muerte de seres humanos sirve para satisfacer ambiciones personales y ascensos en la jerarquía de mando, la convirtió en una película extremadamente incómoda. Fue censurada en Francia (no se estreno hasta 1975), Bélgica (retirada después del estreno en 1958) y como no en España (estreno en 1986). También fue prohibida en Suiza, Marruecos y Canadá.



1960: Spartacus (Espartaco).

Es la primera superproducción de Kubrick. Nuevamente interpretada por Kirk Douglas. La primera vez que la vi me di cuenta de que era una película de izquierdas (y eso que todavía no sabía que uno de los guionistas era Dalton Trumbo). Espartaco es un revolucionario que libera a los esclavos de Roma. También es progresista por cómo se afronta el tema de la religión en la película: “En público creo en todos los dioses, en privado en ninguno” dice el Senador Graco en una conversación con Julio César.

Después de su estreno en 1960 fue proyectada nuevamente en 1967, con 23 minutos menos que la proyección original, y otra vez en 1991 en la cual se restauraban esos 23 minutos más otros 14 que habían sido censurados antes de la proyección original. La adición incluía varias secuencias de batallas violentas, así como una escena en el baño en la cual Craso, general y patricio romano (interpretado por L. Olivier), en un intento de seducir a su esclavo Antonino (T. Curtis), usa la analogía de "comer ostras" y "comer caracoles" para expresar su opinión de que la preferencia sexual es cuestión de gustos más que de moralidad.



Es una adaptación de la novela de Howard Fast, Spartacus (1951). En la exposición se puede ver entre vestuarios y documentos como la composición de los extras (esclavos, legionarios, soldados a caballo, etc.) que llegaban a unos seis mil en total (foto). Y una curiosa carta de Kirk Douglas a Kubrick firmada como Spartacus (foto).



1962: Lolita.

El éxito de la adaptación cinematográfica de la novela de Nabokov Lolita (1955) por Kubrick, posibilitó que el escritor se pudiera jubilar de las, para él, odiosas clases que impartía en la Universidad de Harvard sobre Literatura Europea. En un inicio, Nabokov le entregó al director Stanley Kubrick un guion que equivalía a unas 9 horas de película. Kubrick afirmó que, a pesar de su extensión, era uno de los mejores guiones que había leído.

La novela y la película son excelentes. El argumento es bien conocido: la historia de la pasión de un hombre maduro por una adolescente de doce años. La censura consiguió aumentar la edad de la protagonista, la actriz Sue Lyon tenía dieciséis cuando se estrenó (catorce cuando se rodó). Hoy día hubiera sido imposible publicar la novela o realizar la película, la presión moral es demasiado grande. Mucha gente tiende a confundir realidad con ficción. La creación artística ha de ser totalmente libre.



Kubrick encargó al prestigioso fotógrafo publicitario Bert Stern la realización de las sesiones fotográficas (foto) que habían de inmortalizar la imagen de la debutante Sue Lyon y que inspiraron la campaña publicitaria de la película y aparecieron en un extenso reportaje en la revista Look evitando las fotografías más comprometidas.



1964: Dr. Strangelove (¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú).

La película trata sobre la paranoia de la Guerra Fría entre americanos y rusos (La crisis de los misiles cubanos había sucedido en 1962). La sala de crisis del Pentágono (foto) que fue, posteriormente, copiada por los americanos. El sueño del matador que acaba materializándose. El personaje paralítico del Dr. Strangelove interpretado por un genial Peter Sellers (que sale en tres papeles distintos), una especie de antiguo nazi refugiado en América que sigue añorando la sangre y la destrucción. El cowboy que se monta en la bomba atómica para desencallarla. Toda una serie de escenas cuyos recuerdos me quedaron grabados cuando vi la película en mi infancia.



Con un guion de Terry Southern y Kubrick, está basada en la novela de Peter George, Red Alert. Dr. Strangelove (1958). Como muchas otras cintas de la época, la película fue filmada en blanco y negro, con abundantes escenas en penumbras que enfatizan el humor negro del film.

El pesimismo de Kubrick, en Dr. Strangelove, respecto a la posibilidad que tiene la razón de poner coto a la locura. El individuo se ha perdido. No es más que un instrumento de las instituciones y del temor que ellas infunden. Los individuos ya no son seres libres, sino meras representaciones de sus instituciones. 

El apocalipsis nuclear es la inevitable prolongación de una virilidad tóxica. La película es una implacable sátira sobre la capacidad del ser humano para diseñar escrupulosamente, y sin posibilidad de vuelta atrás, su propia destrucción.



1968: 2001: A Space Odyssey. (2001: Una Odisea del Espacio).

Esta película revolucionó la ciencia-ficción. El guión lo escribió Kubrick conjuntamente con Arthur C. Clarke y se basó en la novela de este último 2001: A Space Odyssey (2018). La novela es más explícita que la película. Los efectos especiales, la Inteligencia Artificial, el futuro del hombre, los viajes espaciales, etc. todo ello unido al gran enigma del monolito que aparece cada vez que el hombre hace un avance cognitivo y científico. ¿Será Dios? ¿Será una cultura extraterrestre superior? Durante el viaje espacial los hombres en estado de hibernación mueren como máquinas y las máquinas (HAL 9000) mueren como hombres, con sentimientos y recuerdos.



La importancia de la música en el film. Kubrick realiza todo un recorrido por la música del siglo XIX al XX. La película cuenta con música de Richard Strauss (la introducción de Así habló Zaratustra), Johann Strauss hijo y György Ligeti que acompañan las imágenes del espacio.

Se caracteriza por un notable realismo científico, por sus revolucionarios efectos especiales, por algunas de sus ambiguas y en algunos casos surrealistas e incluso psicodélicas imágenes. El film deja muchas incógnitas a la libre interpretación del espectador. El monolito, la rebelión de HAL 9000, la extraña habitación donde muere el astronauta, la “resurrección” del mismo como un feto, etc.



2001 está considerada como una de las películas de ciencia ficción más respetuosas con las leyes de la física jamás rodadas. Escenas como la del acoplamiento de la lanzadera con la estación espacial, la ausencia de sonido en el espacio y otros detalles cuidados, como el diseño de la nave Discovery, marcaron un hito en el género.



1969: Napoleon. (Proyecto no realizado).

Kubrick era un director metódico hasta el punto de la neurosis. Napoleón Bonaparte le obsesionaba. Del corso admiraba su perfeccionismo, su brillantez, su inteligencia y su detallismo. Es decir aquello en lo que él se veía reflejado.

«A Stanley Kubrick le fascinaban las hábiles dotes organizativas de Napoleón, sus inteligentes preparativos, la elección de los generales y oficiales, las jugadas de ajedrez del emperador. Para él la vida de aquel hombre reflejaba a la perfección las cuestiones fundamentales de nuestra existencia. El hecho de que incluso una persona que había alcanzado éxitos tan inconcebibles y que tenía un talento tan inmenso se fuera a pique, arrastrado por su propia vanidad: Napoleón fracasó porque en un par de ocasiones sus emociones fueron más fuertes que su razón. Quizá, como seres humanos que somos, estamos determinados, por nuestros sentimientos y no por nuestra formación, nuestro talento o inteligencia. Cuando nos enfrentamos a cosas realmente importantes, la emoción nos arrastra y entonces todo se va al garete.»

Durante la investigación previa al rodaje de su (finalmente abortada) película sobre Napoleón, Kubrick utilizó un mueble archivador (foto) en el que almacenó miles de tarjetas. Cada una de esas tarjetas correspondía a un día en la vida del emperador. De esa forma Kubrick podía saber con total precisión qué había hecho Napoleón un día determinado de su vida, por ejemplo el diecisiete de febrero de 1817, solo con buscar la ficha correspondiente en el archivador. Contemplando desde sus hábitos alimenticios hasta las condiciones meteorológicas de las batallas.



Kubrick exploró ubicaciones, planeando filmar grandes porciones de la película en Francia, además de usar los estudios del Reino Unido. El director también iba a filmar las escenas de batalla en Rumania y había conseguido el apoyo del ejército rumano; oficiales superiores del ejército se habían comprometido a prestarle 40.000 soldados y 10.000 hombres de caballería para la filmar las escenas de las batallas.

En las notas que Kubrick escribió a sus patrocinadores financieros, conservados en el libro The Kubrick Archives, expresa incertidumbre con respecto al progreso de la película de Napoleón y el producto final; sin embargo, también afirma que esperaba crear "la mejor película que se haya hecho".



Napoleón fue finalmente cancelado debido al coste prohibitivo de la filmación de la locación, el lanzamiento en occidente de la épica versión de Serguéi Bondarchuk de la novela Guerra y paz de Leo Tolstoi (1968) y el fracaso comercial de la película de Bondarchuk con tema de Napoleón, Waterloo (1970).



1971: A Clockwork Orange (La naranja mecánica).

Adaptación de la novela de Anthony Burguess, también homónima A Clockwork Orange (1962). La película se caracteriza por contenidos violentos que facilitan una crítica social en psiquiatría, el pandillerismo juvenil, las teorías conductistas en psicología y otros tópicos ubicados en una sociedad futurista distópica. Su banda sonora está principalmente compuesta por pasajes de música clásica.

El personaje de Alex DeLarge (Malcolm McDowell), es un delincuente sociópata y carismático, cuyos placeres son la música clásica (especialmente Beethoven), la violación y la «ultraviolencia». Lidera una banda de matones (Pete, Georgie y Dim), a los que llama drugos con los que comete toda una serie de violentas fechorías. Es capturado y se le intenta rehabilitar a través de una técnica de psicología conductista.



«Es necesario que el hombre tenga la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, aunque decida elegir el mal. Privarle de esta posibilidad de elección equivale a convertirle en algo menos que humano –una naranja mecánica–.»

Es la única película de Kubrick que todavía no he visto. Fue una cinta muy polémica, estuvo prohibida en Inglaterra por miedo a imitaciones entre la juventud. La película ha sido criticada por su violencia excesiva y la falta de aparente humanidad por grupos religiosos y moralistas. Lo único que hizo Kubrick fue anticiparnos un futuro siniestro.



1975: Barry Lyndon.

Se narra la historia del joven Lyndon, pobre y sin fortuna, que no puede hacer su esposa a su prima y mata a su prometido en duelo teniendo que huir alistándose en el ejército y combatiendo en la Guerra de los Siete Años (1754-1763). Aquí comienzan sus aventuras. La historia está basada en la novela victoriana de William Makepeace Thackeray The Luck of Barry Lyndon (1884).



Las escenas nocturnas están filmadas a la luz de las velas, con una lente especial que le dejaron los de la NASA en pago (según las “teorías conspiratorias”) por haber filmado el falso alunizaje del Apolo XI. Todo queda desmontado por las muestras de rocas lunares que se han analizado, según me han dicho dos científicos que conozco, uno de ellos experto en meteoritos. Esta particularidad técnica le confiere una estética más bien sombría y muy particular, en el tono de la historia y las pinturas de la época. Las composiciones de los personajes interactuando con el paisaje se parecen a los cuadros de John Constable, uno de los grandes paisajistas ingleses. El espectador se encuentra de esta forma imbuido en la intimidad de los personajes, es como un documental realizado en el siglo XVIII. El uso del zoom invertido produce un efecto de alejamiento de los personajes, de distanciamiento y a la vez de contemplación de la totalidad del conjunto. Técnicamente es impecable pero es una película aburrida, de un genio que se aburre.



La banda sonora es todo un deleite, incluye varias piezas. Entre las barrocas están una adaptación del segundo movimiento del concierto BWV 1060 de Bach, una transcripción de la sonata para violonchelo RV 40 de Vivaldi, una adaptación orquestal de la Zarabanda de la suite para clave HWV 437 de Händel, la marcha Hohenfriedberger de Federico II el Grande. Entre las clásicas, El barbero de Sevilla de Paisiello y el segundo movimiento del trío para piano nº 2 de Schubert. A su vez, la incluye música popular irlandesa interpretada por The Chieftains.



1980: The Shining (El resplandor).

La película relata la historia de Jack Torrance, un escritor ex alcohólico, que acepta un puesto como vigilante de invierno en un solitario hotel de alta montaña para ocuparse del mantenimiento. Al poco tiempo de haberse instalado allí junto con su esposa y su hijo, empieza a sufrir inquietantes trastornos de personalidad.

El resplandor es una de las películas que han influenciado toda la iconografía posterior de los filmes de terror y en la cultura popular: las gemelas del pasillo con sus vestidos azules (foto), la pelota de tenis rebotando contra las paredes, el jersey con el Apolo XI de Danny (nueva teoría conspiratoria, ¿Kubrick nos dice que no fueron a la luna? ¿Qué lo filmó él?), el sonido de las teclas de la máquina de escribir de Jack, la habitación 237, el laberinto de abetos, el hacha, la cara de loco (real) de Jack Nicholson, etc. Todavía resuenan en mis oídos las palabras de Jack: “¿Dónde están mis cerditos?” que pronuncia antes de derribar la puerta con el hacha (es un falso recuerdo porqué he comprobado que no dice exactamente eso).




El film está basado en la novela homónima The Shining (1977) del escritor Stephen King, si bien la novela y la película difieren en varios aspectos. La película, como la mayoría de las de Kubrick, está llena de simbología, indicios subliminales, referencias sociohistóricas e indagaciones de índole psicológica en torno a la naturaleza humana y el mal. Su complejidad y sus múltiples interpretaciones son fascinantes. El film es de los primeros en usar el novedoso sistema de filmación, en aquel momento, de tomas en movimiento. Por ejemplo la que persigue el triciclo de Danny.

El resplandor es una película sobre cómo nos afecta el pasado. T.S. Eliot dijo: “¿Cómo escapar a la pesadilla del pasado?”. ¿Cómo superar el pasado sin convertirte en una víctima?



1987: Full Metal Jacket (La chaqueta metálica).

La historia de la película se divide en dos partes: la primera muestra el entrenamiento de los marines en retaguardia; la segunda se centra en los combates urbanos durante la ofensiva del Tet en la Guerra de Vietnam.

De cómo un grupo de jóvenes con ideales, después de un período de instrucción militar, son despersonalizados y convertidos en seres insensibles dispuestos a matar. Impagable la actuación del sargento de artillería Hartman y sus demoledoras frases: “Aquí mi fusil, aquí mi pistola. Una da tiros, la otra consuela”. La insensibilidad de la guerra se muestra en la frase “Mejor tu que yo”, que dice uno de los soldados cuando acaba de matar a un vietnamita.

La deshumanización fue siempre uno de los grandes temas de Stanley Kubrick. Desde 2001: Una odisea del espacio a La naranja mecánica, era una preocupación a la que volvió varias veces. Los primeros treinta minutos de Full Metal Jacket llevan el tema a nuevos niveles.

La película está basada en la novela autobiográfica de Gustav Hasford The Short-Timers (1979) traducida al castellano como Un chaleco de acero. Son impagables las escenas de guerra filmadas en las ruinas de Beckton Gas Works, una antigua fábrica de gas que pudieron volar y destruir a su gusto.



1999: Eyes Wide Shut. (¿Ojos bien cerrados?)

Es la película más inquietante que he visto jamás. Basada en una novela corta de Arthur Schnitzler titulada Relato soñado (1925), nunca pensé que pudiera darle ese contenido y significado. En las películas de Kubrick no hay ni un solo ingrediente casual. Todo figura ahí por una razón. Cada gesto rebosa significado, cada línea de diálogo aporta peso a la trama, todos los detalles son escrupulosos y pulcros.

Eyes Wide Shut es una de sus obras más nihilistas, pues expresa una especie de pesimismo sartreano acerca de la inevitable insatisfacción que nos produce el amor romántico. ¿Cómo se relaciona el deseo sexual con el amor y el matrimonio? ¿Tenemos siempre el control sobres las atracciones eróticas que sentimos? En las películas de Kubrick siempre corremos el peligro de perder la máscara de nuestro yo civilizado.

Las tres patas del taburete de Eyes Wide Shut son: la psicológica, la política y la esotérica. La psicológica está representada por el color rojo (sexo infidelidad, celos), azul (hogar, inocencia, amor conyugal), el arcoíris (simboliza la banalidad y la mentira de vida cotidiana) y las máscaras (ocultamiento y mentira). La política la encontramos en el lujo de los pisos y los baños que diferencian las clases sociales y en las raquetas de tenis, las armas modernas, para la conquista en una batalla incruenta de la hembra (Nicole Kidman). La vertiente esotérica está representada en las columnas, portal de acceso a lo desconocido y lo sagrado y símbolo de lo francmasónico. Algunos críticos han relacionado la película con la sociedad secreta de los Illuminati de Baviera. Inquietante y sugerente es la Música Ricercata 2 de György Ligeti.



Después de ver el increcendo del film decepciona su final. Mi teoría “no conspirativa” es que Kubrick murió antes de acabarla o antes de disponer de un final a su gusto. La gran inversión efectuada por la Warner Bros hizo que acabaran la película de un modo, a mi entender, fallido. También opinan el crítico Robert Kolker (en su libro A Cinema of Lonelinessy Michael Herr, en su bonita biografía sobre Kubrick, que es una película incompleta. 



2001: AI Artificial Intelligence (Inteligencia Artificial) Proyecto de 1995.

El film se estancó durante años en la fase de desarrollo, en parte porque Kubrick consideraba que la imagen generada por computadora no estaba lo suficientemente avanzada para crear el personaje de David, que él creía que ningún actor infantil podía interpretar con suficiente credibilidad. En 1995, Kubrick le otorga el proyecto a Steven Spielberg, pero el film no encuentra su momento hasta después del fallecimiento de Kubrick en 1999.

Una de las cuestiones más fascinantes que se plantean al concebir ordenadores más inteligentes que los hombres es en qué momento la inteligencia mecánica merecerá la misma consideración que la inteligencia biológica. Una vez nos supere la inteligencia artificial la pregunta es: ¿La humanidad se quedará atrás? ¿No será la máquina inteligente el superhombre nietzscheano?

Hay científicos visionarios como Raymond Kurzweil i Hans Moravec para quienes el post-humanismo consistiría en la fusión entre el hombre y la máquina. Estaríamos más allá de lo humano, siendo inmortales, superinteligentes y no confinados a la tierra. 

Epílogo: A mi entender el punto de vista de Kubrick acerca del sentido y del sinsentido de la vida es muy enriquecedor. Su filosofía se caracteriza por el escepticismo, la ironía, el existencialismo y la búsqueda sin restricciones del placer. Cada individuo está condenado a morir solo, sin un mínimo de sentido en un mundo frío y sin corazón. No hay grandes respuestas en el camino ni buenos motivos para la esperanza. Lo mejor que uno puede hacer es aportar su propio sentido a un mundo vacío, manteniendo siempre una actitud irónica acerca del status de dicho sentido.

Hacer frente a la condición humana –a nuestra libertad, nuestra mortalidad y el sinsentido de nuestras vidas– es un trabajo unipersonal. No hay causa compartida o colectiva que pueda liberarnos de esa carga. La misma carencia de sentido de la vida obliga al hombre a crear su propio sentido. Por inmensa que sea la oscuridad, siempre podemos aportar nuestra propia y diminuta luz. Es el artista el que crea el sentido que le falta al mundo.

Sus películas no se limitan a ser una forma de entretenimiento edificante. También proyectan una luz penetrante, en ocasiones perturbadora, sobre la condición humana. Kubrick navega por el Zeitgeist (espíritu de su tiempo), en todas sus películas, en las que explora los sentimientos antibélicos, la revolución sexual, los viajes espaciales, la modificación de la conducta, la inteligencia artificial, la criogenia, la carrera armamentista, la cultura juvenil, la homosexualidad y la liberación de la mujer antes de que todas estas cosas surgieran a la superficie. Anticipa muchas tendencias emergentes y se mantiene siempre en la onda.

Son temas característicos del pensamiento escéptico de Kubrick: nuestra proximidad al estado de naturaleza, el carácter corrupto de la autoridad y de las instituciones humanas, la desilusión ante ideales como el progreso, la banalidad del bien, la atracción del placer inmediato, la divergencia entre apariencia y realidad, la filtración de las pesadillas nocturnas en la existencia cotidiana, y el deseo de conseguir la salvación más allá de la condición humana por medio de la tecnología o la vida extraterrestre.

En una entrevista que concedió a Eric Norden para Playboy Kubrick nos dice: «Si el hombre se limitase a quedarse sentado pensado en su inminente final y en su aterradora insignificancia y soledad cósmica, se volvería seguramente loco, o sucumbiría a un entumecido sentido de inutilidad. ¿Por qué molestarse –se preguntaría– en escribir una gran sinfonía, o por qué esforzarse por ganarse la vida, o incluso por amar a alguien, si uno no es más que un efímero microbio en una mota de polvo que da vueltas por la inimaginable inmensidad del espacio?» 



Kubrick siempre optó por no explicar el significado de sus películas y que cada uno juzgase por sí mismo, generando sus propios interrogantes y sacando sus propias conclusiones. El cine de Kubrick es tan complejo que no solo soporta múltiples lecturas distintas sin resentirse, sino que las agradece (Recomiendo ver el documental de Rodney Ascher). Porque la mirada más importante en el legado de este meticuloso artesano es la del propio espectador, la del visitante que se maravilla al contemplar el hacha que empuñaba Jack Nicholson y la máquina de escribir que redactó su caída hacia la locura en El resplandor, el pelaje de hombre mono y el embrión del "niño de las estrellas" de 2001: Una odisea del espacio, las máscaras de Eyes Wide Shut o ese casco que advertía que su portador había nacido para matar en La chaqueta metálica.

A la hora de explicar su cine Kubrick nos dice que la gente no reacciona a las abstracciones sino a su experiencia diaria y que “Hay que tener mucha paciencia en la vida porque sino tus frustraciones se convierten en una distracción”. Así que dejemos las distracciones y no perdamos de vista nuestra tarea.

Hasta el 31 de marzo, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona nos ofrece la oportunidad de convertirnos en esos espectadores.

BIBLIOGRAFÍA y FILMOGRAFÍA:

Jerold J. Abrams, La filosofía de Stanley Kubrick, Biblioteca Buridán, Barcelona, 2012.

Rodney Ascher, Room 237, IFC Films, 2012, 102 minutes.

Cristian Campos, Vulgus veritatis pessimus interpres, Jot Down, 25/01/2016.

Alison Castle, Los archivos personales de Stanley Kubrick, Taschen, Colonia, 2016.

Arthur C. Clarke, 2001, una odisea del espacio, Plaza & Janés, Barcelona, 1973.

Emilio de Gorgot, 2001: una odisea del espacio, explicada paso a paso, Jot Down, Agosto de 2011.

Jan Harlan, Stanley Kubrick: A Life in Pictures (2001), Warner Bros, 142 minutes.

Michael Herr, Kubrick, Anagrama, Barcelona, 2001.

Vivien Kubrick, Making “The Shining” (1980), Eagle Film SS. USA, 35 minutes.

Vivien Kubrick, Shooting "Full Metal Jacket" (1986), Eagle Film, SS. USA, 30 minutes.

Miguel de Merlo Pérez-Gámir, El cine de la guerra de Vietnam: dimensión ética y moral, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2014.

Vicente Molina Foix, Kubrick en casa, Anagrama, Barcelona, 2019.

Eric Norden, Stanley Kubrick: Playboy Interview (1968).

David Pérez Pol, El resplandor dirigida por Stanley Kubrick (1980), Ersilias.com.

Santiago Roncagliolo, El escritor y la menor: la historia del film más controvertido de los 60, Vanity Fair, 14/01/2016.

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