(G162) Hermanos Torres (Barcelona)
Estuvimos en el primer restaurante
barcelonés de los Hermanos Torres, Dos
Cielos situado en el Hotel Me el 3 de julio de 2010 y
aunque en aquel momento no tenía ninguna estrella Michelin, ya nos pareció una
cocina excelente e innovadora. El nuevo Restaurante
Hermanos Torres, Carrer Taquígraf
Serra, 20 es todo un reto y un salto adelante de Sergio y
Javier en su forma de entender la cocina.
Mi amiga María es una
ferviente seguidora de Sergio y Javier en Televisión. A Berta se le
ocurrió obsequiarla con una comida aprovechando que había sido su cumpleaños
hacía poco. Como me dijeron si quería acompañarlas no lo dude un instante y
quise comprobar "in situ" cómo les ha sentado a la cocina de los Hermanos Torres la
segunda estrella Michelin.
Tienen carta y dos
Menús. El primero se llama Evolución y consta de 14 pequeñas raciones y el segundo
Revolución que consta de 18. Nos decidimos por el segundo ya que estábamos de
muy buen humor y nos veíamos con fuerzas. Lo primero que llama la atención del
inmenso local es que la cocina abierta ocupa la parte central y las mesas la van rodeando. Una especie de show cooking muy bien montado.
Como aperitivo nos
trajeron una Hoja de otoño del Montseny. Tributo a las castañas y a las
algarrobas (foto), original sin más.
El pan de masa madre y el aceite de Jaén, variedad picual de la Casa del Agua excelente.
Homenaje a su abuela Catalina quien les inculcó el amor por la cocina.
Empezamos con una
Ensalada de moras y acederas (foto),
muy buena y original. Le siguió Erizo, pan de algas y consomé de galeras (foto), bueno.
Cebolla
de Fuentes, una variedad de Zaragoza, del huerto de su padre (foto), plato muy rico y original.
Calamar curado, consomé de ave y caviar (foto),
plato etéreo de una gran ligereza y exquisitez.
Setas, tabellas (una
especie de judías del norte de Aragón) y jamón ibérico (foto). Muy bueno, toda la expresión de lo que puede dar la Tierra.
Huevas de atún y crema fresca (foto),
una espiral de sabores y sensaciones. Muy bueno y original.
Mejillones de Bouchot (que
significa estaca de madera) con gazpachuelo (foto).
Una interesante mezcla de los diminutos mejillones de la Normandía francesa, en
concreto de la bahía del Monte Saint-Michel con el gazpachuelo de Málaga. Muy
ricos. Anguila con angulas de Roset, del Delta del Ebro (foto), plato excelente y delicadísimo. Todo el sabor del mar en tu
boca.
Los platos de carnes
(blancas) fueron muy ligeros. Ravioli de codorniz en escabeche (foto), riquísimo. Un segundo acto fue
la Pechuga de codorniz Royal, acompañada de crema de higos (video). Muy tierna y rica. Aquí montaron un poco de show con el nitrógeno líquido.
Con la Lubina de Estero (antiguas salinas abandonadas utilizadas como criaderos) con pie de ternera, tendones y bimis (verdura híbrida del brócoli) (foto), llegamos al final del los platos salados. Se trata de una lubina semisalvaje que se alimenta de pequeños camarones como los que acompañan el plato. Riquísimo. Como intermedio entre estos y los postres un Queso de romero (foto), que entusiasmó a las comensales femeninas. A mí me lo sustituyeron por un Helado de naranja sanguina con mouse. Bueno y refrescante.
Ya estamos en la parte
dulce del Menú y alguno de nosotros a punto de reventar. El Sorbete de lima y
hierbas aromáticas (foto), fue excelente
para recuperar nuestro estómago. Tatín de boniato y calabaza con helado de
yogur (foto), plato que nos retrotrae
a la infancia.
Nube de chocolate y
avellana con cremoso de soja fermentada (foto),
para los amantes del chocolate. Bueno y contundente. Terminamos con La Joya (fotos). Hay que abrir el estuche y nos
encontramos con un delicioso bombón de chocolate y maracuyá.
Como vino de aperitivo
pedí un fino Fernando de Castilla,
muy bueno y complejo de la variedad palomino fino con aromas a frutos secos y algo
amargo de entrada. El vino que acompañó toda la comida fue un Valdeorras
gallego variedad godello 100%. Montenovo
2017. Muy agradable con notas herbáceas y un postgusto afrutado y floral.
Ideal para acompañar platos de aves y pescados.
Pedimos cafés e
infusiones que vinieron sin petites fours
(¡afortunamente!) eso sí, acompañadas de azúcar panela. Como curiosidad los
lavabos proyectan escenas de bosques y aguas cristalinas. La comida constituyó toda una experiencia gastronómica que
entusiasmó a la homenajeada. Los anfitriones, Sergio y Javier, simpatiquísimos
e impecables.
Precio Menú Evolución
145 euros + bebidas/Menú Revolución 160 euros + bebidas. Fecha de la visita el 7
de diciembre de 2018.
PUNTUACIÓN: 8,5
El pasado viernes 15 de febrero fui al restaurante con mi amiga Montse. No había leído tu critica expresamente para que no me influyera tu opinión, pero he de confesar que coincido con tus comentarios, nos gustó mucho la experiencia. En estos dos meses han cambiado algunos platos, pero en esencia es lo mismo. Muy recomendable para una ocasión especial.
ResponderEliminarUn abrazo de tu amiga.
Leonor