(L392) El inútil de la familia (2004)
Jorge Edwards, El inútil de la familia (2004)
Primera novela que comento del escritor y diplomático chileno Jorge Edwards (Santiago,
1931), premio Cervantes el año 1999, que además procede de una
familia acomodada del país andino que en tiempos no muy lejanos influyó en los
destinos de su patria.
Argumento:
el narrador (Jorge Edwards) nos habla de Joaquín Edwards
Bello (1887-1968) tío segundo suyo y escritor chileno. En cierto
modo era un maldito que desafío a su familia en un tiempo en que no era fácil
hacerlo. También a los poderes establecidos en su conjunto lo que le llevo a
vivir como un ser marginal, un excéntrico. La historia que se narra en el libro es
la de un héroe trágico.
Un domingo de 1958 en el Hipódromo
de Chile, "tío Joaquín tenía una gran pasión por el juego que acabaría
destruyéndolo años más tarde". Esa jornada lleva un mal día. Unos jóvenes le
dicen que apueste al caballo de nombre Forastero en la última carrera. Resulta
ganador pero Joaquín se ha equivocado de número y de caballo. Aquí comienza su
fin. Al día siguiente un dolor intenso en las sienes le hace caer todo lo largo
que era. Lo llevan al Hospital, los médicos dicen que se restablecerá. Su
última compañera Mayita nos lo explica.
La tía Elisa va a ver a
su sobrino predilecto al Hospital. El narrador recuerda a su tía-abuela en su
mansión. Las historias que le contaba y como le descubrió que su tío Joaquín
era escritor. La tía, como supo más tarde, era una lectora voraz de literatura
inglesa y además sabía tocar el arpa.
En 1891 cuando Joaquín
tenía cuatro años se produce un alzamiento contra el presidente constitucional
José Manuel Balmaceda a cargo de la oligarquía de la cual forma parte la
familia Edwards. El bisabuelo Juan Bello, tío de Joaquín, entra con su barco en
Valparaíso después de dar la vuelta al mundo. Se producen varios
enfrentamientos armados. Los reaccionarios toman el poder.
El padre de Joaquín está
enfermo. Se trasladan a París en busca de un médico famoso pero muere. Ha
estallado la guerra entre Rusia y Japón (1904). La familia vuelve a Chile. Su
amigo Jorge Cuevas
Bartholín, alias cuevitas, a quien tildan de afeminado, partió a
París pobre y logró casarse con una millonaria americana y ser Marqués y
mecenas. Cuevitas pasó una infancia estrecha viviendo en casa de dos hermanas
mayores solteronas. Estudió guitarra, canto y perfecciono baile. Se instruyó lo
mejor que pudo y se despidió de sus amigos. Llegó a Paría el año catorce, un
par de meses antes que estallara la guerra.
Después de una noche de
juego y juerga desafortunada Joaquín desparece. Han pasado un par de meses y
sus amigos están preocupados. Lo encuentran encerrado escribiendo una novela.
Se titula El inútil (1910), donde no
deja títere con cabeza. Las críticas son tremendas. El cura lo califica en la
hoja del domingo de “lo peor de lo peor”.
Decide irse de Chile. Se embarca y
durante la travesía lee a Ponson
du Terrail (1829-1871) concretamente las aventuras de Rocambole.
En las timbas del barco pierde su dinero y se baja en Río de Janeiro. Trabaja
como botones en un Hotel Suizo donde vive miserablemente. El cónsul de Chile lo
reconoce un día por la calle y lo saca de allí instalándolo en un hotel
confortable.
Joaquín se enamora de Lila, la hija del mariscal Pires Ferreira.
En el puerto se oyen cañonazos. Una parte de la marinería se ha rebelado. Se
cita por última vez con Lila y se vuelve a Santiago donde toda la familia y amigos
lo reciben como al hijo pródigo. Publicó el libro de viajes, Tres meses en Río de Janeiro (1911). Por
suerte pudo vender una propiedad y animado por su primo Carlitos se va a
París.
Jorge Edwards reflexiona
sobre el escándalo producido por la novela de su tío: El inútil. Se cuentan secretos privados eróticos de Eduardo Briset Lacerda,
un alter ego de Joaquín. Son unas confesiones disimuladas. El personaje
principal participa en huelgas obreras por el fusilamiento en Barcelona de
Ferrer y Guardia, lo que no deja de situarlo como un traidor a su clase.
En 1912 publicó un libro
de cuentos, Cuentos y narraciones
fantásticas que, según Jorge Edwards, carece de la matemática de Poe y de
la inteligencia de Borges ya que Joaquín fue un arrebatado, un emotivo extremo,
además de un suicida. Las novelas de Joaquín son casi siempre autobiografías
ficticias, memorias más o menos inventadas. Como sucede en La chica del Crillón (1935), Criollos
en París (1933) y El chileno en
Madrid (1928).
Comentario:
la novela empieza con mucha fuerza pero in
media res pierde empuje y se hace más monótona, algo aburrida y tal vez eso es lo
que explica que no sea, para mí, ni fundamental ni demasiado interesante.
La historia de su tío
escritor y maldito es atractiva pero se extiende demasiado, con menos páginas
hubiera logrado una obra más redonda. Jorge Edwards es un buen escritor, contemporáneo
del boom latinoamericano, pero desgraciadamente no está a la altura de los
grandes.
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