(G168) Restaurant Sergi de Meià (Barcelona)
Recomendado por mi amigo
Miguel Ángel me acerque junto a mi hermano al restaurante Sergi de Meià, Aribau, 106. El local lleva abierto desde el año
2014. En él se practica una cocina catalana evolucionada a partir de
recetarios antiguos puestos al día y enriquecidos con nuevas técnicas.
Aunque nació en Barcelona
Sergi se siente ligado a Vilanova de Meià de donde son sus abuelos y donde
pasaba los veranos. Y es que todos hemos quedamos atrapados por los recuerdos
de aquellos largos y cálidos veranos en casa de los abuelos que yo mismo he
mitificado en exceso.
Nos decidimos por un
sugerente menú corto, previamente pactado, consistente en un entrante, un plato
de pescado, uno de carne y un postre.
Como aperitivo nos
ofrecieron una Crema de calabaza con picada catalana y remolacha (foto), buena. De entrante una Anguila
con salsa de all i pebre (foto), sencillamente sublime, tal vez
el mejor plato del Menú junto a la caza.
El plato de pescado consistió
en unas Albóndigas de moluscos, con piñones, almeja y salsa de garum (foto), muy bueno. Es un plato inspirado en la cocina romana con
casi dos mil años de antigüedad y que demuestra el interés de Sergi por
recuperar recetarios antiguos.
El plato de carne fue una
Liebre a la Royal con verduritas de temporada (foto), de las últimas, cazada por el propio Sergi, todo un
especialista en recetas de caza (becadas, tórtolas, liebres, etc.). Un plato
estupendo que acompañamos con una garnacha negra áspera y poco afinada, un vino
diferente que combinó perfectamente con la potencia del plato de caza.
El pan de dos tipos, de pagès e integral, bueno. Muy rico el
aceite de Vilanova de Meià. Los cafés con hielo
acompañados de azúcar blanco e integral sin filtrar.
Elegimos tres vinos por
copas para la comida. Sus opciones están en consonancia con su cocina. Son
vinos de la tierra, biodinámicos, sin filtrados, naturales y de Cataluña.
El primero Les Cometes Onze 2017, una garnacha blanca de Ramón Andreu,
de les Caseres en la Terra Alta, localidad que forma continuidad con el espacio
natural del Matarraña. El vino tiene una crianza sobre lias de cinco meses. Con
aromas frutales, sabe a fruta blanca. Muy suave y agradable de beber aunque de
poca complejidad.
El tinto Blankaforti
2017 (foto) es una garnacha negra áspera, casi
astringente, con un toque ácido, poco civilizada y, afortunadamente, poco limada
en sus aristas como se suele hacer con otros vinos destinados al gran público. Procede
de la Conca de Barberà de la bodega de Jordi Llorens. El vino ha envejecido en
tanques de acero con sus lias durante seis meses. Es una mezcla (coupage) de Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta y Syrah. Sabe a especias, tiene toques
minerales y un sutil recuerdo a piel de naranja. Deriva en un posgusto largo
dominado por la omnipresente fruta. Se trata de un vino muy original que
acompañó magníficamente el plato de caza.
Para el postre un vino
dulce: Sol i
Serena, seguimos con otra garnacha, esta vez del Empordà
concretamente de la bodega de L’Espolla cerca de la sierra de Albera. Vino
dulce natural elaborado añadiendo alcohol vínico a media fermentación. La uva
utilizada es la garnacha rosada (Lledoner
roig). Tiene aroma de piel de naranja confitada, higo seco, pasas, notas
tostadas y suaves toques caramelizados.
Precio del Menú corto 38
euros por persona + pan + bebidas + cafés + IVA. Fecha de la visita 21 de marzo
de 2019.
PUNTUACIÓN: 7-7,5
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