(L546) El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (2016)

Tatiana Ţîbuleac, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (2016)

Aunque siempre he sido un fan de Emil Cioran, tengo bastante olvidada la lectura de la literatura rumana. Tatiana Ţîbuleac (Chisináu, Moldavia, 1978) es una joven autora que ha sorprendido con este libro que fue todo un fenómeno literario el año 2019. Obtuvo el Premio Literatura de la UE y en España, su libro, ya va por la onceava edición.

Argumento: Llegan las vacaciones de verano y los padres o familiares más próximos van a recoger a los niños a un colegio especial, un colegio para retrasados y locos.

La muerte de su hermana Mika había trastornado a su madre que estuvo siete meses sin hablarle. Ese verano Aleksy había pretendido hacer un viaje con sus amigos del sanatorio, Jim y Kalo, a Ámsterdam pero finalmente se va de vacaciones a Francia con su madre porque ésta le ha prometido falsificar sus papeles para que pudiera conducir.

Aleksy es “psíquicamente inestable”. En una pelea con otro chico deja al muchacho lisiado de por vida por lo que lo ingresan en “un lugar más adecuado para sus necesidades” de donde no sale hasta cumplir los dieciocho años.

“Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento. Junto a mí, silenciosos y asustados, desfilaban los padres. Un triste hatajo de perlas falsas y corbatas baratas, venido a recoger a sus hijos defectuosos, escondidos a los ojos de la gente. Al menos ellos se habían tomado la molestia de subir. A mi madre yo le importaba un pimiento, al igual que el hecho de que hubiera conseguido terminar unos estudios”.

“no he conocido nunca a una mujer peor vestida. Ni siquiera aquellos dos años en que, justo después del accidente, viví junto a una fábrica procesadora de pescado en el norte de Francia. Imaginad a más de cien mujeres feas que se visten cada día para matar cangrejos, gambas, langostinos y otras porquerías. Mi madre se vestía aún peor. Era aún más fea. Tenía unos pantalones, unas blusas y una ropa interior más horrible que toda la fábrica, las empleadas y los crustáceos de mierda juntos”.

“Ese aspecto tenía mi madre aquella mañana en que cumplió treinta y nueve años. Yo la habría tirado a la chatarra y habría empezado por el pelo. Solo una cosa desentonaba en toda esta historia: los ojos. Mi madre tenía unos ojos verdes tan bonitos que parecía un despropósito malgastarlos en un rostro fermentado como el suyo”.

Comentario: A pesar de que el libro empieza con un lenguaje cínico y descarnado se va convirtiendo al final en una narración llena de poesía, triste, pero bonita. Lo que se nos narra es el último verano que pasó Aleksy con su madre, enferma de cáncer, a quien éste acusada de no haberlo querido. “¿hasta qué punto se puede realmente culpar a una madre que ha sufrido tanto por no saber amar?”.

En parte son los recuerdos que tuvo la escritora durante un verano que pasó en Francia con sus padres. En una entrevista le preguntan: “¿Cómo de bien tienes que conocer la tristeza para escribir sobre la tristeza tan bien? Bastante bien. La conozco bastante bien. Me gustan la tristeza y la nostalgia. No sé cómo lidiar con el éxito o con la alegría exagerada. Me gustan más las emociones pequeñas que las grandes”.

Tatiana Ţîbuleac es una narradora diferente, especial. “Siempre persigo que las imágenes que describo provoquen una reacción emocional y es cierto que en mis libros la escritura fácil es muy difícil de encontrar. Pero no veo en ellos sólo crueldad, oscuridad y violencia, hay también luz, paz y lirismo, oasis en forma de versos para que el lector descanse de esas escenas tan duras”.

De ella también os recomiendo su segundo libro El jardín de cristal que se ha editado en España el año 2021.

BIBLIOGRAFÍA

Eva Blanco Media, Entrevista a Tatiana Ţîbuleac, Vogue, 12/02/2020.

Andrés Seoane, Tatiana Tibuleac: "Siempre hay tiempo para hacer las paces, incluso con los muertos", El Cultural, 19/04/2019.

Tatiana Ţîbuleac, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, Impedimenta, Madrid, 2019 (5ª edición). (Fragmentos páginas 7, 12, 16).

Comentarios

  1. Fa ja un temps que vaig llegir el llibre que comentes al blog, "El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes". El vaig trobar de temática diferent, si bé al començament no em va atreure gaire, després va anar in crescendo l'interés fins al final.

    Montse J.

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