(L547) Una educación (2019)

Tara Westover, Una educación (2019)

Una novela biográfica sobre una infancia vivida en una familia de mormones radicales en las montañas de Idaho. Tara Westover (Idaho, 1986) nos explica su infancia y juventud en una familia tan peculiar, donde sufrió carencias y maltratos. Sus ganas de estudiar y de aprender le hicieron ver que había otro mundo fuera de allí.

Argumento: Tara tiene siete años y vive con su familia en las montañas de Idaho. No va a la escuela. Son siete hermanos y cuatro no tienen partida de nacimiento, no existen para el Gobierno. Su padre pese a no ser alto era capaz de imponerse en una habitación. “Poseía prestancia, la solemnidad de un oráculo. Sus manos recias y curtidas agarraba con firmeza la Biblia”. El padre les cuenta la historia (tergiversada como sabremos más adelante) de los Weaver a quienes los Federales dispararon y cercaron su casa porque no querían llevar a sus hijos a la escuela. Desde ese momento la familia prepara conservas, compra comida enlatada del ejército, mochilas y rifles por si vienen a por ellos.

La madre de Tara es ayudante de Judy, la comadrona o partera de la comunidad. Una mujer que tiene once hijos. “No tenía diplomas ni permiso alguno. Ejercía de partera por la fuerza de su autoridad, lo que bastaba y sobraba". Cuando ésta se muda a Wyoming su madre se convirtió en la comadrona “oficial” en ciento cincuenta quilómetros a la redonda. Para que la puedan localizar decide instalar un teléfono en su casa. A los nueve años, Tara le pide a su madre que la lleve con ella a un parto. Aunque todo se desarrolló con normalidad, no le gustó y no pidió ir más.

El padre se ha vuelto cada vez más intransigente y fundamentalista. Está contra la medicina y a favor de la herboristería. Lo otro es participar en los planes de Satanás. Tara cree que su padre sufría un trastorno bipolar puesto que combinaba temporadas de apatía con otras de enfervorizada actividad.

De vuelta de una visita a los abuelos paternos en Arizona la familia tiene un accidente de coche con la ranchera. Tyler el hermano mayor de diecisiete años se queda dormido y se estrellan contra un poste de la luz. No van a ningún hospital, a la madre le quedan unos círculos negros en los ojos. Con el tiempo los niños lo convirtieron en objeto de chistes. La llamaban ojos de mapache. “No tenía ni idea de que era expresión médica. Un signo de una lesión cerebral grave”.

Los dos hermanos mayores, Tony y Shaw se habían marchado de casa por desavenencias con el padre, el tercero, Tyler, dice que quiere ir a la Universidad. El padre está en contra. “En nuestra familia el aprendizaje era autodirigido: estudiábamos lo que podríamos aprender solos tras terminar el trabajo”. El padre cree que lo único que van a hacerle a sus hijos en la escuela es lavarles el cerebro “esos Iluminati”.

Comentario: a nivel testimonial la novela es interesante y se deja leer con agrado. En cambio a nivel literario creo que no aporta nada. El cómo está escrito es muy importante a la hora de decantarnos por qué leer.

Es un libro sobre la familia, institución que para bien o para mal nos marca toda la vida. Me vienen a la memoria las palabras que inician la novela Ana Karenina de Tolstoi: “Todas las familias felices se asemejan; cada familia infeliz es infeliz a su modo”. Y esta es para darle de comer aparte. Tara, a pesar de darse cuenta de todas las barbaridades que han hecho sus padres, no deja de sentir afecto por ellos. No es un libro escrito desde el rencor y desde la venganza sino desde la nostalgia y el amor.

La religión mormona no trata bien a las mujeres, siempre están en segundo plano, supeditadas a las decisiones del marido. ¿Decidme una religión que las trate bien? Los hermanos que estudian se han separado de la familia y los que no lo han hecho trabajan para ella. Es una gran injusticia y produce una gran desorientación personal que los padres no te protejan. ¡Están para eso!

En las últimas elecciones norteamericanas se ha visto la gran división de los Estados Unidos. Existe una América profunda, rural, tradicional, retrógrada y muy religiosa que apoya a Trump y otra América costera, incluyendo los grandes lagos, urbana, menos religiosa –no me atrevo a decir laica– y moderna que apoya a Biden. No es de extrañar que todavía pasen cosas como las que nos cuenta Tara.

Existe una atracción en la literatura y en el cine por las sectas religiosas: los Amish (Único testigo (1985) de Peter Weir), los judíos ortodoxos (Shtisel (2013) una serie de Netflix) o ahora los mormones con el libro de Westover.

Una vez leído el libro y comentado con vosotros, el tema literario no da para más ─humanamente nos imaginamos lo duro que debe ser tener miedo de lo que hagan tus propios padres siendo un niño─ así que “a otra cosa mariposa”.

BIBLIOGRAFÍA

Berna González Harbour, El infierno mormón de Tara estaba en casa, El País, 22/09/2018.

Elena Hevia, Tara Westover: "Mi familia estaba siempre preparada para el apocalipsis", El Periódico, 23/09/2018.

Tara Westover, Una educación, Lumen, Barcelona, 2018.

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